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Vida lejos de las urbes: ¿Son más amables y felices las personas que viven fuera de las grandes ciudades?

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Agencia Uno / Diego Zárate Vargas
POR Diego Zárate |

El debate común fue analizado por destacadas universidades alrededor del mundo. Los resultados indicaron que la densidad poblacional no es el principal factor que influye en la amabilidad de las personas, pero sí en la confianza de unas con otras.

Un debate común en la vida entre ciudad y campo es si los habitantes que viven lejos de las grandes urbes son más felices y más amables. Los estilos de vida urbanos están asociados al estrés, a la urgencia y a la velocidad con la que ocurre todo, mientras que la vida en el campo o ciudades pequeñas se acerca más a los conceptos de tranquilidad y cordialidad.

Un pequeño spoiler, no es tan así realmente. Esto fue parte de los resultados de un estudio de la University College of London que investigó si las personas eran más propensas a ayudar a otras dependiendo del lugar donde viven.

La muestra recolectó resultados de 37 vecindarios, 12 ciudades y 12 pueblos alrededor de Gran Bretaña. Se analizó si las personas llevaban una carta perdida de vuelta al correo, devolvían objetos perdidos o si dejaban a las personas cruzar la calle.

Los resultados sorpresivamente demostraron que no hubo diferencia sustancial entre un lugar con mayor densidad poblacional a otro con menor densidad poblacional, es decir, la voluntad de ayudar o de ser amable no cambiaba entre campo y ciudad.

Sin embargo, había dos factores importantes que resaltaron de la investigación. Uno era el factor socioeconómico. Se descubrió que las personas de sectores más acomodados eran más propensas a prestar su ayuda que en los sectores más pobres en un 89% de las veces.

Asimismo, se descubrió que la gente ayuda más seguido si se le consulta directamente (47%) en comparación a las personas que ayudan por voluntad propia (21%).

Sin embargo, un estudio de la revista Nature aporta otro dato interesante. Y es que el lugar donde se vive sí afecta al comportamiento humano, pero no necesariamente en la felicidad, sino que en la confianza.

Según el estudio “La topografía está asociada con la personalidad humana“, el lugar donde vivimos sí afecta nuestra conducta, pero a un nivel de confianza y en cuánto te apoyas en otros. La muestra abarcó diferentes regiones de Estados Unidos y demostró que, entre mayor densidad poblacional, existe una mayor confianza en el otro.

Esta investigación aclara que las diferencias más sustanciales se dan eso sí en lugares totalmente aislados, como las montañas, por ejemplo, y que entre el campo y las ciudades no hay diferencias tan radicales. No obstante, es justamente en el campo donde se acuña el concepto de “forastero” y existe de forma inmediata esa separación entre persona rural y urbana.

La gente del campo desconfía en mayor medida de las personas “forasteras” o de ciudad que viceversa, ya que no es común el uso de la palabra “forastero” en las grandes ciudades.

Finalmente, un estudio del sociólogo de la UCLA Giovanni Rossi asegura que la colaboración entre personas es un factor cultural y que trasciende riquezas o tamaño de las urbes.

Se analizaron más de 40 horas de vida cotidiana en diferentes lugares del mundo como Inglaterra, Italia, Polonia, Rusia, Ecuador, Ghana, Laos y la zona aborigen de Australia.

Los resultados indicaron que la gente es propensa a ayudarse mutuamente o buscar apoyo en otros. Además, en general existe una disposición positiva a ayudar en caso que la solicitud no involucre grandes costos materiales. Y que, en caso de rechazar alguna tarea, se dará una explicación de por qué no se puede brindar la ayuda en el 74% de las ocasiones.