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Hogares más pequeños, población migrante y concentración en zonas metropolitanas: la nueva demanda habitacional según Déficit Cero

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Sebastián Bowen, director ejecutivo de Déficit Cero | PAUTA
POR Manuel Izquierdo |

El déficit habitacional podría llegar a 1,3 millones de hogares según proyecciones de Déficit Cero. En conversación con Ciudad Pauta, su director ejecutivo, Sebastián Bowen, afirmó que la demanda actual es distinta, diversa y dinámica, lo que exige “diversificar las soluciones”.

El pasado jueves 20 de julio, el ministro de Vivienda y Urbanismo, Carlos Montes, hizo un balance del Plan de Emergencia Habitacional a junio de 2023 y recalcó que “las metas se van cumpliendo”. Según el secretario de Estado, a nivel nacional se han entregado 64.355 viviendas, lo que equivale al 24,8% de las 260 mil con que el Gobierno busca hacer frente al déficit habitacional. 

Durante esa misma jornada, la corporación 3xi invitó a 200 actores del mundo de la vivienda a dialogar en torno a la crisis habitacional en el encuentro “La ciudad no da más”. En esa instancia, Déficit Cero entregó antecedentes que indican que, a pesar del plan del Ejecutivo, el déficit podría seguir creciendo y llegar a 1,3 millones de viviendas en 2030.

Hogares más pequeños, población migrante y concentración en zonas metropolitanas: la nueva demanda habitacional según Déficit Cero

En conversación con Ciudad Pauta, de Radio Pauta, el director ejecutivo de Déficit Cero, Sebastián Bowen, explicó lo que hay detrás de esas cifras y se refirió al impacto que el escándalo de los convenios podría tener en la política habitacional.

Bowen señaló que “el déficit es cuando hay una demanda que no está siendo cubierta por toda la oferta que se genera de vivienda. En eso, nuestros cálculos son que el déficit habitacional hoy día está entre 650 mil y 700 mil viviendas. Eso es, más o menos, el 10% de los hogares en Chile hoy”.

“En esa cifra están los campamentos, la población que vive allegada o en condición de hacinamiento, las viviendas que no se pueden ampliar y las personas en situación de calle. Nosotros sacamos un estudio hace un año, que mostró que en ese momento eran 641 mil familias, y hoy nos aproximamos a las 700 mil unidades”, añadió.

Sin embargo, para el director ejecutivo de Déficit Cero, hay otro grupo “que está demandando por ayuda del Estado para llegar a una vivienda, pero que está en una vivienda. Pensemos, por ejemplo, en una persona que arrienda y sus ingresos son $600 mil, y arrienda por $300 mil, y sube la inflación. Esa persona está en riesgo de caer en déficit y engrosarlo. Hay una condición de ‘fragilidad habitacional'”.

“Esos casos se suman a la demanda por vivienda social o de interés público. Esa demanda es la que proyectamos que hoy más o menos se encuentra en 1,1 millones de hogares, y que hacia 2030, aún con la producción de vivienda que estamos generando, podría llegar en torno a la misma cifra. Esa demanda tenemos que comprenderla, porque ha cambiado mucho”, alertó.

Sebastián Bowen detalló que “la demanda hoy es distinta, pues son hogares más pequeños. Hay harta población migrante, pero también hay mucho chileno y se encuentra principalmente en las zonas metropolitanas. Es una demanda distinta y diversa entre sí. Hay distintos tamaños de hogares, distintas edades, preferencias y condiciones”.

“Al mismo tiempo, es dinámica. Hay muchas familias en transición. Entonces, es necesario diversificar el tipo de soluciones. A una demanda diversa y dinámica, tenemos que diversificar las soluciones. En eso, el Plan de Emergencia Habitacional tiene avances súper interesantes desde lo cualitativo, porque han tratado de impulsar temas como el arriendo y la densificación predial”, agregó.

El líder de Déficit Cero valoró que “desde que se aprobó la ley del Plan de Emergencia Habitacional, está sucediendo algo particular: en el ámbito legislativo, en el Congreso, las leyes que se han aprobado en materia habitacional han conseguido amplios consensos. Es una muestra súper notable del ritmo y el foco que ha llevado el plan, y ha permitido darle una urgencia institucional a una urgencia social”.

“Durante este año y el próximo se pueden sentar las bases para que en Chile construyamos una estrategia urbana y habitacional que enfrente este millón de hogares que decimos. Eso no es sólo construir más viviendas, sino también construir ciudad. Esto puede llegar a ser una tremenda agenda pro crecimiento económico y pro desarrollo inclusivo y sostenible”, expresó.

El impacto del caso Convenios

A juicio de Sebastián Bowen, “sin duda” el caso Convenios puede dañar el ritmo del Plan de Emergencia Habitacional. “El plan le ha dado un ritmo y un foco a la política habitacional que ha sido positivo. Evidentemente, todavía no se ven todos los frutos, porque la cosa es lenta. Entonces, el peligro de estos casos, entendiendo toda la urgencia que tiene, y lo importante que es la transparencia y la probidad, es que nos desvíe del foco”, sostuvo.

“Estos casos claramente le pegan a la confianza. Lo que este caso ha generado en el vínculo entre el Estado, la sociedad civil organizada, las organizaciones no gubernamentales (ONG) y la confianza en general de la ciudadanía es brutal. No me cabría duda que muchos proyectos en varios planos se estén paralizando”, planteó.

Según Bowen, esto “ha relevado la importancia que tienen los recursos, los gastos, en una temática tan urgente como la demanda habitacional”.

“Cuando hay problemas de confianza y cohesión, hay una solución: ponerse todos a trabajar en función de un propósito común. Tal vez podemos hacer que la vivienda, el barrio y la ciudad sean ese propósito común que logre ir generando un déficit cero y romper el déficit de sentido de comunidad que tenemos”, cerró.

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