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Ríos desbordados: ¿Qué hay detrás de las inusuales crecidas en los principales cursos de agua del país?

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Desborde del río Mapocho en Noviciado, Pudahuel | Créditos: Agencia Uno
POR Manuel Izquierdo |

En Radio Pauta, tres especialistas explican las razones de la inusual crecida de los principales ríos de la zona central y la atribuyen a factores meteorológicos, pero también al estado de los lechos y la urbanización de las ciudades.

Mapocho, Maipo, Cachapoal, Maule, Tinguiririca, Aconcagua y Teno son algunos de los ríos que se han visto desbordados por el fuerte sistema frontal que afecta a la zona centro-sur del país.

¿Cuáles son las causas de este fenómeno? En Radio Pauta, tres especialistas explican las razones de la inusual crecida de los principales cursos de agua.

Ríos desbordados: ¿Qué hay detrás de las inusuales crecidas en los principales cursos de agua del país?

“En la precordillera ha llovido en un día y medio todo lo que llovió el año pasado en Santiago, y el evento aún sigue en progreso. Esto ha provocado un incremento inusual en el nivel de los ríos”, constata el ingeniero civil en obras civiles y magíster en ciencias de la ingeniería, Gonzalo Sánchez.

El ingeniero explica que “las causas de este incremento del nivel del río se debe a que la isoterma cero está elevada, generando que se produzca precipitación líquida desde partes muy altas de las cuencas, donde normalmente debiera estar nevando, acumulando así un gran caudal”.

El experto en hidrología y subdirector del Centro de Desarrollo Urbano Sustentable (Cedeus), Jorge Gironás, coincide con Sánchez y apunta que “esto implica que gran parte de la precipitación que está cayendo lo hace en forma líquida y no en forma nival, y una vez que llega al suelo, rápidamente está disponible para escurrir y alimentar los cauces de los ríos generando estas crecidas que estamos viendo”.

El meteorólogo Eduardo Sáez confirma esta tesis y asegura que “esto está asociado a un sistema frontal que viene conectado con una condición llamada río atmosférico, que es una carga extra de vapor de agua, que hace que aumente el volumen de precipitación que debiera dejar un sistema frontal normal. Por eso, los volúmenes de lluvia han sido tan elevados con respecto incluso a lo que se había calculado en un principio”.

El especialista señala que la altura de la isoterma cero también influye. “Cuando la isoterma cero está muy baja, la nieve llega muy cerca de la falda de los cerros y hay baja escorrentía. Pero cuando aumenta de nivel, cae agua en sectores muy altos, que escurre hacia las cuencas y ríos, aumentando el volumen de caudal”, dice Sáez.

Un segundo factor tiene que ver, según Sánchez, con “el arrastre de sedimento, basura y sólidos suspendidos que lleva el cauce, que también es un factor que produce un incremento en el volumen de los ríos”.

“Esto, en algunos sectores, puede generar una aglomeración en ciertas partes del cauce generando obstrucciones localizadas que podrían incrementar el nivel en dicho sector”, agrega el ingeniero civil.

En esa línea, Gironás comenta que “ese material sólido va complicando el flujo del agua, por ejemplo mediante el taponeo de obras hidráulicas o puentes. Este material sólido no permite que la capacidad completa de la infraestructura evacúe el agua que está tratando de salir”.

“La vegetación y la basura entra al flujo y se arrastra con él. Tan pronto el flujo encuentra una barrera, el material se empieza a atascar y genera un tapón que dificulta que escurra el agua”, añade.

Para el subdirector del Cedeus hay una tercera razón que podría explicar este fenómeno. Se trata del “uso y la ocupación que tienen muchos de los cauces, que por mucho tiempo no llevan cantidades de agua como las que vemos ahora. Lo que termina ocurriendo es que se produce una sensación de inundación de un lugar que no debiera estar inundado, pero probablemente lo que se ha puesto y construido ahí se ha hecho en forma irregular y causa este tipo de problemas”.

A los factores climáticos y la situación de los cauces se suma, a juicio de Gonzalo Sánchez, “la impermeabilización de las calles y el creciente aumento de la urbanización, que ha disminuido la infiltración de agua hacia los acuíferos y ha incrementado la escorrentía superficial”.

“Esto produce una gran concentración de agua en poco espacio, generando de esta forma que ingrese aún más agua hacia los ríos durante un evento de precipitación acrecentando aún más el problema”, profundiza.

GALERÍA | Revise las imágenes que ha dejado la crecida de ríos en la zona central de Chile