BB. NN. y terrenos fiscales: “Queremos que contribuyan a la integración social”

Un catastro arrojó 14.256 ocupaciones ilegales de terrenos en todo el país; el ministro Julio Isamit adelantó en Plaza Pauta los proyectos para paliar el déficit habitacional.

Entre diciembre de 2019 y fines de mayo de 2020, se han producido 650 nuevas ocupaciones ilegales en todo el país, alcanzando una cifra total de 14.256, según un catastro realizado por el Ministerio de Bienes Nacionales. 

“Se debe a varios factores, pero en primer lugar a la baja en la fiscalización posoctubre debido a crisis política, social e institucional”, señaló a Plaza Pauta, de Radio PAUTA, el ministro Julio Isamit. “Esto se ha visto agravado en los últimos meses por el coronavirus y creemos que podría empeorar en los que vienen dada la crisis económica, así es que estamos tomando medidas para prevenir futuras ocupaciones”. 

Alrededor del 20% de esas 14.256 corresponden a ocupaciones irregulares; generalmente se trata de personas que en algún minuto tuvieron un acto administrativo para ocupar el terreno y que actualmente se encuentra vencido, y el restante a ocupaciones ilegales propiamente. 

El ministro Isamit es enfático en la intención de discriminar los motivos por los cuales las personas se han instalado en estos sitios. “Hay familias que están allí por necesidad, pero también hay situaciones bien escandalosas; inescrupulosos que se toman terrenos fiscales pretendiendo venderlos como si fueran privados o que estafan por medio de loteos irregulares. En Copiapó descubrimos un galpón de 400 metros cuadrados que iba ser la discoteque de la toma. Evidentemente, circunstancias así no las vamos a tolerar y van a ser desalojadas”, dijo. 

La idea, añadió, es que a aquellas personas que están en terrenos fiscales porque no les ha quedado otra opción, se les entregue una solución directa a la necesidad que las llevó a instalarse ahí. “Nadie se instala en una toma por gusto”, señaló.

“Hemos tenido que ponernos creativos”

El ministro explicó que ya se avanzó en un plan coordinado con el Ministerio de Vivienda y Urbanismo y el de Desarrollo Social.

“He pedido un trabajo intersectorial porque, para ser bien sincero, hemos escuchado muchas veces que la pelota va de ministerio en ministerio. Por eso en Arica ya partimos nuestra mesa intersectorial entre estas tres carteras. Esto es muy relevante para poder hilar fino y detectar bien las necesidades. Nosotros como Bienes Nacionales tenemos los terrenos y sabemos quiénes son los ocupantes; Vivienda lleva el registro de campamentos, y Desarrollo Social, el registro social de hogares”, explicó el ministro Isamit.

Añadió que están barajando varias posibilidades de respuestas. Una es la del borde costero de Atacama, donde están realizando un plan de normalización vía venta para que esas personas se conviertan en propietarias. En el sector La Varilla, en Coquimbo, contó que se están regularizando las situaciones vía arriendo. “En el trabajo con Vivienda estamos fortaleciendo los subsidios de arriendo, los subsidios habitacionales definitivos y también hemos tenido que ponernos creativos. Por ejemplo, hay un terreno del Serviu donde se van a construir las viviendas definitivas pero requerimos otro terreno, de Bienes Nacionales, para establecer viviendas transitorias mientras se construyen las definitivas. Ese proceso intermedio es muy relevante porque muchas de las ocupaciones están en zonas de riesgo y esos terrenos nunca podremos regularizarlos”. 

“Tenemos un verdadero problema en Antofagasta”

El Ministerio de Bienes Nacionales administra 41,6 millones de hectáreas de propiedad fiscal, lo que equivale al 55,1% del territorio nacional. Esto, sin contar los que están en manos del Serviu, Ferrocarriles del Estado, las Fuerzas Armadas, etcétera.

“Lo que nosotros queremos es que los inmuebles fiscales contribuyan a la integración social”, dijo el ministro Isamit. “¿Por qué? Porque cuando la gente elige un lugar para vivir, o vive en un cierto lugar, no solo está decidiendo cómo es su casa o su departamento, también a qué educación accede, a qué salud accede, cómo va a ser su calidad de vida respecto de su trabajo y de su familia. Así es que para nosotros la integración social es un tema esencial, y por eso estamos disponibilizando inmuebles fiscales, que son los que administra el Gobierno directamente, para que se construyan proyectos para la clase media y las familias vulnerables. Pero también estamos licitando inmuebles para permitir que sean las empresas las que desarrollen proyectos inmobiliarios, ya sea para arriendo o para venta. Estamos viendo diversas fórmulas para innovar porque no podemos aplicar las mismas respuestas de siempre”.

Julio Isamit explicó que las zonas extremas del país (Atacama, Aysén y Magallanes) son las que concentran más hectáreas de patrimonio fiscal, pero que Antofagasta le preocupa en particular ya que concentra el 45,4% de los terrenos ocupados (ver recuadro).

“Hay un déficit habitacional muy importante en Antofagasta. Por diversas razones las platas se han concentrado en otros lugares. Por ejemplo, después del terremoto de 2010, los recursos de vivienda y de infraestructura se focalizaron en el sur. Después tuvimos el aluvión de Atacama y el terremoto de Antofagasta y por tanto los fondos se destinaron a enfrentar esos hechos y no a dar respuesta a la solución habitacional. Así es que tenemos un verdadero problema en Antofagasta. Aquí también estamos tomando las medidas para que responda el Estado, pero además para que las empresas y la sociedad civil puedan desarrollar proyectos inmobiliarios en estos terrenos”.

Catastro ocupaciones ilegales 2020

Fuente: Ministerio de Bienes Nacionales.

Revise la entrevista completa con el ministro de Bienes Nacionales, Julio Isamit