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Comienza su restauración: la nueva vida de la Casa Colorada

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Casa Colorada
POR Rita Cox |

Sufrió daños estructurales el 27/F que obligaron a cerrarla y, con ella, el Museo Santiago. El director del Servicio Nacional de Patrimonio Cultural habla de su valor.

Las edificaciones de la época de la Colonia que se conservan en pie en la ciudad se pueden contar con los dedos de una mano. Y una de ellas, la Casa Colorada, lleva más de una década cerrada, como cerrado está el Museo Santiago que alberga.

El alcalde de Santiago, Felipe Alessandri, viene impulsando su restauración desde sus días de concejal en el municipio. Finalmente, la semana pasada anunció que los trabajos para recuperarla comenzarán dentro de unas semanas para estar listos a inicios de 2022. El proyecto tendrá un costo de casi $2 mil millones, que aportarán la Municipalidad y el Gobierno Regional.

Fue la casa de Mateo del Toro y Zambrano
Fue la casa de Mateo de Toro y Zambrano / www.barriolastarria.com

Las obras contemplan tres etapas. La primera es estabilizar estructuralmente la casona; la segunda,ponerla en valor patrimonial con mobiliario, iluminación y climatización.  

La última fase será para refrescar y modernizar el guión museográfico, además de incorporar nuevas tecnologías y espacios interactivos.

“El Museo de Santiago está focalizado en la historia de la comuna y va relatando sus distintos momentos”, señala a Plaza Pauta, de Radio PAUTA, Carlos Maillet, director del Servicio Nacional de Patrimonio Cultural.

“La primera sala registra la conformación del Santiago republicano, la parte urbana-histórica. Hay otra sala que va contando la ocupación del valle y cómo se constituye, su biodiversidad, la cordillera, etcétera. Luego viene la ciudad mestiza y los inicios de la Colonia; le sigue la ciudad consolidada, el Santiago de los tiempos de la ilustración, siglo XVIII; después viene la sala 6, que es lo que se llama ciudad primada, esto es Santiago durante la República, en el siglo XIX, y así va pasando históricamente hasta llegar a la sala 7, en que nos encontramos ya con la ciudad planificada, la evolución de Santiago en el siglo XX”.

Influencia y poder

En 1769 Mateo de Toro y Zambrano le encargargó la construcción de su casa al arquitecto portugués Joseph de la Vega. Diez años duró la obra de la calle Merced. Lo primero que llamó la atención fueron sus dos pisos de altura, algo que no se había visto nunca en las viviendas de la época.

Patio interior
Patio interior / Crédito: www.registromuseoschile.cl

“La crujida o fachada es lo más original que tiene la casa”, apunta Maillet. Fue la primera edificación particular de fachada de ladrillo recubierta en piedra. De algún modo, daba cuenta del poder y la influencia de su propietario.

Sus muros fueron construidos en piedra sillar, agrega, que son piedras que se van ensamblando ajustadamente de modo de resistir sismos. El techo original era de madera de roble y el entrepiso, de canelo con armazones de coligüe. 

Su distribución era la clásica de la época, de patios rodeados de corredores a los que dan las distintas habitaciones. 

Mateo de Toro y Zambrano vivió allí por 30 años y la casa -a diferencia de la mayor parte de las construcciones coloniales- resistió todos los cambios que vivió la ciudad en las décadas siguientes, hasta que en 1945 se convirtió en una galería comercial. Invadida por diversos locales y restaurantes, perdió su distribución original. “En esa época el concepto patrimonio no estaba cimentado en la cabeza de los ciudadanos; no se valoraba, incluso se miraba con un cierto desdén”, explica Carlos Maillet.

En 1977 fue declarada Monumento Nacional y eso salvó su destino. Cuatro años después, tras importantes remodelaciones, se convirtió en el Museo Santiago, que ahora comienza una vida vida.

Revise la entrevista completa con Carlos Maillet en Plaza Pauta