Ciudad

Contaminación lumínica: ¿Tiene Chile una estrategia?

Imagen principal
Wikki Commons
POR Santiago Parro |

En Radio Pauta Igor Valdebenito, jefe del departamento Ruido, Lumínica y Olores del Ministerio del Medio Ambiente dijo que “si tenemos exposición de luz blanca o fría en la noche, el cuerpo piensa que es de día y ahí hay una alteración”.

Cada vez que transitamos por la calle de noche, o cuando dormimos y recibimos la luz de una luminaria que entra e invade nuestro dormitorio y que ese tipo de iluminación no cuenta con tecnología LED, bajo regulación de temperatura lumínica acorde, estamos expuestos a dosis de contaminación lumínica.

Un problema de salud pública, en no pocos países del mundo, que trabajan en el reemplazo y regulación de sus luminarias en barrios y comunas. Hace una semana se informó que Diego de Almagro, en la Región de Atacama, va a ser la primera comuna libre de contaminación lumínica en Chile.

De 1998 corresponde la norma lumínica que rige en nuestro país y que cuenta con actualización de 2012. Desde entonces, se ha desarrollado la tecnología LED y las investigaciones sobre los efectos de una incorrecta luminaria pública en la salud de las personas y los animales suman evidencia. Este 2023 Chile podría ponerse al día.

Así lo contó en Plaza Pauta de Radio Pauta, Igor Valdebenito, jefe del departamento Ruido, Lumínica y Olores del Ministerio del Medio Ambiente.

Contaminación lumínica: ¿Tiene Chile una estrategia?

Para entender el concepto de contaminación lumínica, Igor Valdebenito explicó que “antiguamente pensábamos que la contaminación lumínica era solamente el halo luminoso que uno ve sobre una ciudad en la noche. Sin embargo, con el venir de los años hemos tenido muchos antecedentes que nos lleva a la definición que es cualquier luz artificial, que por sus características provoque impacto”.

“El impacto más importante es el alto componente de la luz azul en una luz. Cuando una luz es muy fría, es muy blanca, es más contaminante. En ese sentido, ese es el rango del espectro de color que nos complica a la salud humana y a la biodiversidad”, complementó.

Sobre la manera en que esta contaminación impacta en los humanos, el jefe del Departamento Ruido, Lumínica y Olores del Ministerio del Medio Ambiente señaló que “nos altera el ciclo circadiano. Este es el ciclo de día y noche que tiene el cuerpo. Obviamente en el día estamos activos y en la noche deberíamos descansar”.

Es por esto que explicó que “si tenemos exposición de luz blanca o fría en la noche, el cuerpo piensa que es de día y ahí hay una alteración. En el caso de la biodiversidad, las aves tienen un alta tasa de desorientación, entonces ahí están los dos más fuertes impactos por la luz artificial”.

Desde el año 98 Chile cuenta con una norma que se titula Decisión para la Regulación de la Contaminación Lumínica que ya se aplica en las regiones de Atacama, Antofagasta y Coquimbo.  Luego en 2012 se promulga la revisión de esta norma y desde el 2014 para estas 3 regiones ya comienza a operar formalmente. 

La norma que se aplica desde 2018 fue explicada por Igor Valdebenito: “Las tres exigencias básicas que tenía la norma de 1998 era que no se apuntara la luz hacia el cielo, que se enfocara hacia el suelo. En segundo lugar, la sobre iluminación, que no se iluminara de más y tercer punto el tema de la luz fría y luz cálida”.

En esa misma línea, agregó que “lo que hicimos en el 2012 fue incorporar una restricción mayor de la componente azul de la luminaria y además incluimos las pantallas publicitarias, que son una gran fuente de contaminación lumínica y que más encima encandilan a los choferes de los vehículos”.

Actualmente, estamos haciendo una revisión de la normativa, en realidad ya ala estamos terminando, está pronta a publicarse y esta norma se va a convertir en una normativa nacional”, concluyó.

Revisa la entrevista completa a continuación: