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Director de Parquemet: “No nos queda más que adaptarnos a la crisis hídrica”

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Agencia Uno
POR Rita Cox |

El Parque Metropolitano de Santiago dejará de regar el pasto del cerro San Cristóbal por la escasez de agua. Martín Andrade, su director, señala que es urgente repensar los parques.

“El Parque Metropolitano tiene un valor paisajístico y es un patrimonio para la ciudad. Ha costado cien años lograrlo. Antes era un gran peñón con un montón de espinos. No se puede perder”, señala en entrevista con Plaza Pauta, de Radio PAUTAMartín Andrade, arquitecto, master en medioambiente por la Universidad de Melbourne y director del Parque Metropolitano.

Sin embargo, es realista –y proactivo– respecto del estrés hídrico que está generando la sequía histórica por la que atraviesa el país.

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Solo el Parque Metropolitano tiene un déficit de cerca de un 86% en promedio entre sus dos fuentes de agua: el Mapocho y el canal El Carmen. Hoy están regando con un 15% del agua que habitualmente ingresa. “No nos queda más que adaptarnos a la crisis hídrica”, asegura.

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Es por eso, explica Andrade, que han tomado varios cursos de acción. Uno de ellos es definir las zonas que se riegan y las que no. “El pasto requiere muchísima agua y hemos privilegiado la vegetación que tiene valor ornamental. La superficie de pasto del parque es muy reducida: es del 0,3%, equivalentes a 730 hectáreas. Pero esta medida se hace extensiva a los 25 parques metropolitanos que administramos. La idea es sacrificar algunas zonas o mantenerlas con un volumen de agua menor, para que después se recuperen”.

Vista de Jardín Japonés del Parquemet
Vista de Jardín Japonés del Parquemet.

El director del Parquemet cuenta que se han hecho varias inversiones en el sistema de conducción de agua para mejorar su eficiencia. Por ejemplo, reemplazar el antiguo riego por surcos, en que se pierde buena parte del caudal antes de que llegue a destino. También han mejorado el filtraje para mejorar la calidad del agua.

“Muchos de los parques se diseñaron hace veinte años, cuando la realidad era completamente distinta. Lo mismo pasa con el Parque Araucano y Parque O’Higgins, que se crearon sin prever el escenario de sequía que estamos viviendo, y se hace urgente repensarlos. De hecho, hay algunos municipios que sí lo han estado haciendo. Providencia, por ejemplo, ha estado reemplazando vegetación de mucho consumo de agua, con una meta de reducirlo en un 30%”, explica. 

El rol del Jardín Botánico Chagual 

El Parquemet tiene un programa de forestación ambicioso, que busca reemplazar toda la vegetación exótica, que consume mucha agua, por vegetación nativa. El Jardín Botánico Chagual, que está en proceso de diseño, cumplirá un rol clave dentro del plan de desarrollo sustentable del Parque Metropolitano.

“Si uno retrocede en el tiempo, a sus orígenes, no solo hay una visión de que el parque iba a ayudar a los santiaguinos a encontrar un espacio de esparcimiento y conexión con la naturaleza, sino también tendría un rol de conservación de nuestra flora y fauna”, explica Martín Andrade.

“Ahí se enmarca el proyecto Chile Nativo, para la fauna. Y el Jardín Botánico Chagual va dirigido a la flora. Ha estado en carpeta desde 1996, cuando se genera la Corporación Jardín Botánico Chagual. Son 45 hectáreas, frente al Parque Bicentenario, donde queremos hacer una conservación de la flora mediterránea. Santiago y otros cinco lugares del mundo son territorios que concentran el 20% de la biodiversidad del mundo”.

El jardín será un espacio para ser visitado, hacer investigación y apoyar a nivel mundial la conservación de plantas ex situ, y tener bancos de semillas. “Hoy en flora y fauna las cifras son similares: de cada diez especies, siete tienen algún tipo de peligro de extinción”, dice Martín Andrade.

Por el momento, es a través del vivero del Jardín Leliantü que el parque entrega árboles a organizaciones sin fines de lucro para mejorar el verde en la ciudad.

Revise la entrevista completa con Martín Andrade en Plaza Pauta