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Estudio UAI: solo el 9% del Gran Santiago vive cerca de equipamientos y servicios

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Agencia Uno
POR Rita Cox |

El director del Centro de Inteligencia Territorial de la UAI, Luis Valenzuela, afirma que “hay una relación muy patriarcal y machista de la planificación urbana”.

Solo el 9% de los habitantes del Gran Santiago tiene servicios y equipamientos disponibles a 15 minutos de su casa, de puerta a puerta. Un despropósito del que se ha hablado a raíz de la pandemia y del confinamiento, pero que tiene datos duros gracias al estudio “15′”, realizado por el Centro de Inteligencia Territorial de la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI), dirigido por el doctor en Diseño de la Universidad de Harvard, Luis Valenzuela, quien además es investigador del Centro de Estudios de Conflictos y Cohesión Social.

Luis Valenzuela, director CIT de UAI.
Luis Valenzuela, director CIT de UAI / Crédito: UAI

En conversación con Plaza Pauta, de Radio PAUTA, Valenzuela desglosó ese 9% y explicó que de ese total, “casi un tercio, el 27% vive en la comuna de Santiago. El centro histórico tiene muchos servicios que buscamos, requerimos o que le gustan a las personas y es bueno que estén cerca. Luego comienza a bajar abruptamente ese porcentaje en todas las comunas de Santiago, sin que haya tanta diferencia como para hacer un análisis cuantitativo o agregar otro detalle”. Valenzuela agrega que esto ocurre “tanto en comunas de altos como de bajos ingresos”, aunque hay algunas como Providencia y Recoleta que cuentan con mejores barrios, con servicios y equipamiento (farmacias, cajeros automáticos y colegios, por ejemplo).

En otras palabras, según el estudio, que haya zonas que requieran menos tiempo de desplazamiento y que otorguen una mejor calidad de vida no necesariamente está relacionado con el poder adquisitivo de sus habitantes. “La razón no es tan extraña. En las comunas más vulnerables y periféricas se debe a una carencia de la planificación urbana y de las políticas públicas. En las comunas de más altos ingresos, en cambio, se produce el mismo efecto, pero por una voluntad propia, a través de planes reguladores, por ejemplo. Es decir, vivir en un condominio cerrado y muy selectivo, y tener al alcance una ferretería, una panadería o una carnicería disminuye la plusvalía, o es mal visto, o deja de ser exclusivo y, por ende, lo quiero tener lejos”, dice.

¿En qué minuto se desconfigura la vida de barrio, tan evidente hasta la década de los 60 en el Gran Santiago? “En los principios de la planificación moderna, cuando se juntan dos cosas. Primero, que la idea de modernidad está muy relacionada con la tendencia de auto, con la vehiculización. Es la época en que en Santiago se construyen grandes infraestructuras para el auto, como Avenida Kennedy y el inicio de la circunvalación Américo Vespucio, en los 60 y 70. Es cosa de recordar el comercial que decía ‘cómprate un auto, Perico’. Ese era el signo de la modernidad. Por otra parte, comienza una planificación muy robusta y clara para tener sectores de la ciudad destinados a un solo elemento, como el trabajo o la residencia. Barrios residenciales y ámbitos productivos de trabajo de oficina o industriales”, explica.

Mirada de mujer

Luis Valenzuela da un paso más allá y afirma que en ese desarrollo que le da la espalda al barrio “hay una relación muy patriarcal y machista de la planificación urbana. Yo salgo de mi casa, me voy a trabajar, vuelvo en la tarde y la mujer se queda en la casa haciendo las labores domésticas. Eso me dispone recorridos muy largos”.

No es casualidad, en la lógica de Valenzuela, que sea una mujer, la alcaldesa de París Anne Hidalgo, quien haya tomado la bandera de la llamada “ciudad de los 15 minutos”. “Estamos discutiendo perspectivas y miradas del vivir, de la convivencia y de cómo queremos que sea. Y si me preguntas, yo te digo que necesitamos que nuestra convivencia tenga la mirada de la mujer. Nuestra ciudad debe tener múltiples alternativas, múltiples elementos en ella para disponer, ejercer, vivir, convivir con los estilos de vida que nos vayan acomodando a una gran cantidad de población. No podemos tener ciudad en un solo centro, donde todos tenemos que ir y volver. Estresamos la ciudad, la infraestructura, el transporte público, y eso hace que cada vez tengamos que invertir más y cada vez que invertimos más, la ciudad se estresa más”.

Revise la entrevista completa con Luis Valenzuela en Plaza Pauta