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¿Qué tanto más insegura es la ciudad para las mujeres?

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Agencia Uno
POR Manuel Izquierdo |

En Radio Pauta, la directora del Centro Ciudhad de la Unab, Beatriz Mella, afirmó que, en relación a la seguridad, la brecha entre hombres y mujeres “es enorme”, y se ve acrecentada en lugares donde hay oscuridad, hacinamiento y soledad.

Entre las principales brechas de género están la de oportunidades, la laboral y la salarial. Pero, aunque parezca insólito, la ciudad también se vive de distinta manera. La evidencia internacional da cuenta, por ejemplo, que las mujeres tienden más que los hombres a abandonar viajes de ocio, a hacer rutas más extensas si eso les significa mayor seguridad o incluso a cambiar de modo o de destino si se sienten inseguras.

En su columna en Plaza Pauta, de Radio Pauta, la arquitecta Beatriz Mella, directora del Centro Ciudhad de la Universidad Andrés Bello (Unab), sostuvo que “no es sorpresa para nadie que hay una percepción de la seguridad mucho más intensa en el caso de las mujeres que en los hombres”.

“Efectivamente, la brecha es enorme. Por ejemplo, en el caso de la percepción de la inseguridad caminando por el barrio cuando está oscuro, hay casi 15 puntos de diferencia entre los hombres y las mujeres. Lo mismo pasa en el caso de las plazas y de los parques, también en los paraderos de locomoción colectiva y sobre todo en las calles. Siempre la percepción de inseguridad se ve muy alimentada por temas de iluminación”, planteó.

Según Mella, “hay estudios que muestran que la sensación de hacinamiento aumenta la percepción de inseguridad. Es lo que vemos en vagones de Metro o en paraderos de buses. Pero, por el otro extremo, cuando tenemos espacios que son absolutamente solitarios, también aumenta la percepción de inseguridad”.

“Es difícil encontrar una única respuesta para cuáles son estas dimensiones de la seguridad que son importantes para las mujeres. Para ellas, la seguridad personal es mucho más importante que para los hombres, que la veían asociada a los elementos construidos, como la infraestructura, como algo más relevante”, dijo.

Además, relevó que “las mujeres caminan más y ocupan más el transporte público. Y en la vereda se dan una serie de situaciones difíciles de controlar, sobre todo cuando tienen que estar con bolsas, con hijos, con coche, con cartera, y una serie de elementos que dificultan la movilidad”.

“Por otro lado, hay un tema con la percepción del entorno construido. Aquí si afecta cómo se ve el lugar, su limpieza y mantención, o si se ve inseguro. Y vimos también que hay elementos que tienen que ver con las mujeres que no se mueven a pie ni en transporte público, sino en auto, que a pesar de moverse en el modo más seguro, se ven atemorizadas por una serie de factores externos”, añadió.

Otro lugar que las mujeres asocian con la inseguridad son los centros comerciales, donde hay “casi 11 puntos de diferencia” entre hombres y mujeres. “Son lugares privados de uso público muy frecuentados por mujeres. A pesar de eso, va en aumento la inseguridad”, comentó.

Entre las soluciones propuestas por la arquitecta está la modificación del entorno construido, en la que “es clave la iluminación, para hombres y mujeres”. Otro aspecto relevante es “que no existan puntos ciegos y que haya un dominio visual en el campo donde se está moviendo la persona”.

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