La medidas de la “Propuesta para una Agenda Social Urbana”

El documento del Consejo Nacional de Desarrollo Urbano se enfoca en accesibilidad de vivienda integrada, compromiso ciudadano y gestión local. Está en manos del Presidente.

El Consejo Nacional de Desarrollo Urbano trabajó en una propuesta que respondiera a las demandas surgidas tras el estallido social, desde la perspectiva de la ciudad. Después de dos meses, el documento de 12 medidas, que incluye cambios que apuntan a lograr una ciudad más equitativa y segura desde el punto de vista sanitario, fue entregado al Presidente Sebastián Piñera. 

En conversación con el programa Plaza Pauta, de Radio PAUTA, el presidente del Consejo de Desarrollo Urbano, Sergio Baeriswyl, explicó la génesis y los puntos fundamentales de la iniciativa.

“La gestación de esta agenda social urbana surge por la crisis social, que invadió todos los territorios de las políticas públicas y, sin duda, las ciudades tienen que asumir cierta responsabilidad frente muchas de las demandas de las personas, como mayor equidad, la odiosa desigualdad, mayores oportunidades y mejor calidad de vida. Por lo tanto, tempranamente sentimos que era una oportunidad para poner en discusión con mayor urgencia todos esos postulados que la política de desarrollo urbano del 2014 viene estableciendo y repitiendo en cuanto a mejorar nuestras ciudades, sobre todo en materia de segregación social, uno de nuestros talones de Aquiles”, dice el Premio Nacional de Urbanismo 2014.  

En el desarrollo de las ideas, y posterior documento, participaron todos los consejeros, además de actores sociales, gremiales, privados, académicos, especialistas y personas naturales con experiencia en el tema. “El problema que trata de abordar esta agenda social urbana tiene dos grandes objetivos. Por un lado, cómo hacer que las ciudades tengan una mejor gobernanza a través de gobiernos locales más empoderados. Por otro lado, que es lo más duro, especialmente hoy, es el déficit habitacional y problemas de hacinamiento que involucran a casi cuatrocientas mil familias en Chile”.

Algunas propuestas

La propuesta parte entendiendo que “no hay una sola solución para un problema tan grande y que, siendo optimistas, puede demorar una década en resolverse, por lo que planteamos una serie de medidas y dentro de ellas hay cosas bien novedosas dentro de la lógica tradicional de la planificación urbana con algunos pilotos, como pruebas de laboratorios para acotar posibles daños si no resulta y amplificar los beneficios en caso de que sí”. 

Uno de esos pilotos es lo que se ha denominado “el tercer sector en la producción de viviendas”. Baeriswyl explica que actualmente “tenemos al sector público y al privado, y no hay un sector intermedio que pueda agregarle más energía a este desafío. Chile subsidia cerca de 50 mil viviendas al año. Para reducir el déficit habitacional, que significa menos hacinamiento, menos campamentos y más viviendas accesibles, tendríamos que estar construyendo 75 mil al año. La pregunta es cómo poder construir esas 25 mil viviendas más. Para eso deben entrar nuevos actores y ahí entra la idea de un sector inmobiliario sin fines de lucro, cuyo rol sería producir vivienda social fundamentalmente en sitio público”. 

Baeriswyl agrega que las ciudades chilenas tienen una cantidad muy importante de sitios públicos, que en algunos casos están abandonados y en otros subutilizados. “Esos suelos, muy bien ubicados en la ciudad, pueden ser excelentes espacios para crear conjuntos de viviendas integradas con la actuación del tercer sector. Hemos calculado que si el suelo no se transfiere al precio de la vivienda, y ese sector actúa con la lógica que han actuado en otros lugares del mundo, se puede producir un ahorro de hasta un 40% del valor de la vivienda integrada, lo que podría significar que ese monto puede destinarse a más viviendas, mejores viviendas o más integradas, que tengan un acompañamiento en el tiempo”. 

Revise la entrevista completa con Sergio Baeriswyl en Plaza Pauta