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Ministra de Culturas: “Hay que chasconear la palabra patrimonio”

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Agencia Uno
POR Rita Cox |

En Plaza Pauta, la ministra Consuelo Valdés habló de cómo se construye apego al patrimonio en la sociedad y del rol sanador de la cultura en confinamiento, entre otros.

Más de mil 300 monumentos dañados. Ese fue el saldo que dejó en un par de meses el estallido social. Más allá de su restauración, que ya está en marcha, la pregunta es cómo se construye una relación de aprecio hacia esos monumentos, cómo se consigue que ellos se vuelvan significativos para la población. La ministra de las Culturas, las Artes y el PatrimonioConsuelo Valdés, reconoce que no es una tarea fácil.

“Por lo pronto, la palabra ‘patrimonio’ a veces inhibe. En ocasiones nuestros edificios patrimoniales nos producen cierta inhibición. Recuerdo cuando fui directora del Museo de Temuco, a veces me fijaba que familias pasaban por la Avenida Alemania se miraban a sí mismas para ver cómo estaban vestidas, como evaluando si estaban bien para entrar al museo. Creo que hay que hacer una labor educativa profunda, porque es muy difícil elaborar lo que no se conoce. Hay que entusiasmar, hacer sentir que el patrimonio es parte de nuestra cultura, de nuestra identidad y memoria colectiva”.

La ministra sostiene que esta labor debe comenzar en la educación formal misma, y que es un trabajo de acercamiento y, a la vez, de una suerte de desacralización en la mirada que los habitantes tenemos respecto del patrimonio. 

“El patrimonio es lo que nos define”, señala. “Chile es su cultura, pero también es el cobre, nuestros vinos, los salmones y nuestra geografía maravillosa. La cueca, Condorito, los chistes, nuestros grandes pintores y escritores. El patrimonio es lo que hemos construido juntos como comunidad y hay que compartirlo, romper mitos e inhibiciones. Hay que chasconear la palabra patrimonio. Refrescarla. El patrimonio existe en la medida de que tenga sentido para alguien. Un valor simbólico y afectivo”. 

-La nueva Ley del Patrimonio en curso, ¿ayudará en este sentido?

“Sí. Por de pronto, la gestación y evolución que ha tenido el proyecto de ley ya es algo que está en la mente del Gobierno y de los parlamentarios, y de tantas asociaciones y agrupaciones que han participado en su elaboración, donde hay consenso y disenso, porque eso es la democracia”. 

Como puntos clave del proyecto, Consuelo Valdés menciona el reconocimiento de nuestra diversidad cultural. “La legislación que tenemos está añeja y no corresponde a los tiempos actuales. La va a hacer más participativa y representativa para distintas comunidades; además descentraliza muchas tomas de determinaciones, como las declaratorias, por ejemplo; o los permisos de intervención de bienes nacionales, o de monumentos nacionales, que ahora se van a tomar en las regiones. A lo mejor en el año 70, cuando se promulgó la ley actual, no había tanta capacidad académica y profesional en las regiones, hoy sí y hay que delegar esas confianzas”. 

Otro aspecto importante de la ley, a su juicio, es que no se considera solo su visión monumental, que es la visión más clásica y conocida del patrimonio, sino que también va a incluir el patrimonio cultural inmaterial de prácticas, saberes y visiones. “Chile ha firmado convenciones de la Unesco que reconocen este patrimonio, sin embargo, no lo tenemos incorporado en nuestra legislación. Y lo otro es que va a ayudar de una manera más efectiva a su cuidado y protección, entregando herramientas y recursos para su puesta en valor y salvaguarda”. 

Donde nunca llegará el coronavirus

La OMS ha declarado hace unas semanas que la cultura es un bien social de apoyo a la salud mental, un soporte para las consecuencias emocionales, como angustia o depresión, que puede acarrear el momento como el que estamos viviendo.

“Así es y en estos últimos meses hemos podido comprobar a la cultura como un bien esencial y único para el bienestar del individuo y el desarrollo de las sociedades. La cultura nos saca del confinamiento mental, de la soledad, de los miedos, de las preocupaciones en que estamos todos. Somos cuerpo y alma y por supuesto que hoy estamos preocupados del cuerpo, de los protocolos sanitarios y de nuestra bioseguridad. Pero somos también espíritu y ese espíritu hay que cuidarlo y cultivarlo; debemos estar atentos a esos signos y demandas de nuestra emocionalidad, y a través de la cultura podemos viajar a la imaginación y al corazón de otro. La poesía, la música y el arte llegan a un lugar invisible dentro de nosotros. Llegan a un lugar donde nunca llegará el coronavirus. La cultura nos permite viajar lejos, a un espacio en que estamos completamente inmunes. Aprovechemos eso”.

-Hemos visto en estos meses una suerte de explosión de oferta cultural online, tanto en el extranjero como en Chile. ¿Usted cree que esta modalidad llegó para quedarse?

“Yo creo que la oferta de cultura online, en la que estábamos incursionando ya hace algunos años, con el Covid se instaló y va a seguir. Creo que las cuarentenas van a profundizar este fenómeno, acercando más a la gente al consumo cultural. Es una oportunidad. En el ministerio creamos una unidad nueva de cultura digital para institucionalizar el trabajo. Tenemos hace un tiempo una plataforma, Elige Cultura, donde está Onda Media, que es como el Netflix del cine chileno, como dijo alguien; una vitrina de toda nuestra producción de cine, con documentales, ficción. Está la Biblioteca Pública Digital, con quince mil títulos. Está Memoria Chilena, con documentos valiosísimos que están en la Biblioteca Nacional. Y vamos a seguir agregando más contenido. Tenemos que estar mejor preparados, tener más musculatura, capacidad humana y tecnológica”. 

-Claro que la cultura digital nos impone también desafíos en términos de brechas, para ampliar el acceso.

“La creación de esta unidad dentro de nuestro ministerio va a ser clave para plantear estrategias en ese sentido. Esta experiencia de las plataformas que ya tenemos nos va a ayudar a avanzar en los diagnósticos y disminuir estas brechas. Hay brechas generacionales, socioeconómicas por cierto. Hay también brechas geográficas, ya que no llega internet a todas partes”. 

Su pasión por “pajarear”

Consuelo Valdés cuenta que su pasión por el avistamiento de aves nació hace unos 17 años, y que provino en partes iguales “de la curiosidad y de la ignorancia”. 

“De la Municipalidad de La Serena me encargaron que hiciera un trabajo de guión en una quebrada al interior del Valle del Elqui, para niños, profesores y turistas. Estando ahí pasaron por encima de mí unos pajarracos, cantando muy fuerte. Un profesor de biología que me acompañaba me dijo que eran loros, loros Tricahue, el loro chileno, típico de esa zona”. Entonces Consuelo tomó un curso de introducción a la ornitología, pues consideró que no podría hacer bien el encargo sin saber nada de aves.

“Ahí comenzó una pasión que continúa, a pesar del poco tiempo que tengo ahora para ‘pajarear'”, comenta riendo. “Las aves están en todas partes y te conectan con la naturaleza. Están en las calles, están en las plazas, en los parques nacionales, en la ventana de la oficina. A veces hasta me pillo buscando pájaros en las películas o en cuadros”. 

Ministra Consuelo Valdés en la Antártida, 2019
La ministra Consuelo Valdés en la Antártica, 2019. Crédito: Agencia Uno

-¿Qué se aprende de las aves, ministra? 

“Ufff, muchísimo. De las aves se aprende cómo se adaptan al entorno y al mundo; cómo sobreviven, cómo se orientan. Su vida social y el cortejo. Piensa que un ave al año ya se reproduce, vuela, come por su cuenta y es capaz de construir su nido. Los pájaros son maravillosos. Son especies que han conquistado todos los rincones del mundo por aire, tierra y mar. Y las migraciones de las aves en muchos casos siguen siendo una incógnita. Cómo se guían. Al sur de Chile, a Chiloé, llegan aves que vienen bajando desde la tundra, desde el Ártico, tres meses aleteando para llegar a capear el invierno del norte. Vuelan de día y de noche sin descanso. Ese cuerpo que no pesa más de cien gramos, ese cerebro pequeño, algunos son pollos recién nacidos que crecen volando. También me fascinan las aves como inspiración humana: en la poesía, en la música, en la literatura. No deja de sorprenderme su sentido de libertad”. 

 

Revise la entrevista completa con la ministra Consuelo Valdés