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“No va a resultar”: las dudas sobre el proyecto Arcoíris de Valparaíso a cinco meses de su lanzamiento

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POR Manuel Izquierdo |

Con mucho optimismo fue lanzado este proyecto que pretendía cambiarle la cara a Valparaíso. A casi un mes de cumplir el plazo autoimpuesto para su realización, asoman dudas sobre si la iniciativa está cumpliendo con lo prometido.

“Todo sigue igual y los ociosos siguen y seguirán ensuciando nuestra ciudad”. Así resume Héctor Arancibia el avance del Proyecto Arcoíris que, con la promesa de “cambiarle la cara a Valparaíso” pintando 5.700 metros cuadrados lineales de fachadas en seis meses, dio su primer brochazo en el plan de la ciudad el 28 de septiembre de 2022

Héctor es comerciante y presidente de la Corporación Comercio Unido de Valparaíso y vicepresidente de la Federación Regional de Comercio de la Quinta Región, gremio que en un inicio vio con buenos ojos la idea del alcalde Jorge Sharp que cuenta con el apoyo de la empresa Tricolor.

Sin embargo, pasados los meses, los locatarios tienen más dudas que certezas respecto a la iniciativa. “No creemos que resulte ni que logren terminar los 5.700 metros“, dice con dureza el líder gremial.

El proyecto

El miércoles 6 de julio, el jefe comunal y el CEO de Qroma-Tricolor, Rodrigo Mejía, presentaron los principales lineamientos del proyecto que tenía como objetivo pintar, en dos etapas, desde la Plaza Echaurren hasta la avenida Argentina. La iniciativa ya ha sido realizada con éxito en otras ciudades de Latinoamérica, siendo paradigmático el caso de Lima.

La primera etapa, que se ejecutaría el segundo semestre de 2022, entre octubre y diciembre, consistía en intervenir las fachadas de las calles Serrano, Prat, Esmeralda y Condell. La segunda, en tanto, se realizaría en el primer semestre de 2023, abarcando Pedro Montt, Independencia y Victoria.

Sin embargo, los objetivos trazados inicialmente parecen no haberse cumplido a cabalidad. Arancibia acusa que el repintado sólo se realizó en calle Condell, cubriendo una superficie de 600 metros cuadrados. “Calle Condell nunca quedó pintada completamente, aunque la pintaron, la repintaron muchas veces, pero no dura más de uno o dos días limpio el sector”, afirma.

El dirigente social y comunicador porteño, Boris Kúleba, coincide con la postura del locatario y sostiene que el proyecto “se abandonó recién cuando llevaban 600 metros pintados, y no sabemos si esto se va a reiniciar”.

Desde la Municipalidad de Valparaíso han desmentido que el programa Arcoíris esté congelado o detenido y apuntan que sí se concluyó la primera etapa.

El proyecto no se ha frenado ni se frenará. Ya cumplió con su primera etapa, que inició entre la Plaza Aníbal Pinto y la esquina de Plaza Victoria, pasando por calle Condell. Esta primera etapa culminó con un mural plasmado en el edificio Cooperativa Vitalicia en pleno sitio patrimonial, ejecutado por el colectivo Arte en tu Barrio, y estamos muy orgullosos de que haya sido respetado desde su inauguración hasta hoy”, defiende la directora de Desarrollo Económico municipal, Adriana Saavedra.

Saavedra asegura que la municipalidad está “trabajando y planificando lo que será la segunda etapa del proyecto, con el objetivo de avanzar en diferentes sectores del plan de la ciudad”. 

Consultados para esta nota, la empresa Qroma-Tricolor declinó referirse al tema.

El problema de los rayados

El 2 de julio de 2003, la Unesco declaró la zona histórica de Valparaíso como Patrimonio de la Humanidad. Sin embargo, según el vecino y editor del medio local ElPlan.cl, César Pincheira, es justamente ese sector de la ciudad puerto el que presenta “mayores signos de deterioro, tanto en su infraestructura histórica, edificios históricos, como en sus espacios públicos más cotidianos, como el comercio y las áreas de uso público”.

Ese deterioro, dice, se manifiesta especialmente en los “rayados vandálicos”. Su diagnóstico es lapidario: “no queda ningún espacio de los frontis de los locales comerciales o residenciales del centro de la ciudad que no hayan sido intervenidos con rayados del tipo grafiti”.

Pincheira acusa que existen grupos de personas o “crews“, que “tienen la ciudad marcada, rayada” y apunta que “Valparaíso se transformó en un hotspot para este tipo de rayados”.

Ante eso, entre el 7 y el 11 de noviembre de 2022, una misión del organismo internacional visitó Valparaíso, a petición del Ministerio de las Culturas. El 23 de diciembre se conoció un informe en que Unesco entregaba 31 recomendaciones para cuidar el sitio patrimonial.

Aunque se detectó que el casco histórico de la ciudad mantiene su integridad y autenticidad, se alertó que hay problemáticas que exponen al conjunto arquitectónico a un “estado de vulnerabilidad y fragilidad aún reversibles“. Entre otras cosas, el documento recomendó “implementar urgentemente políticas públicas y acciones para recuperar el sitio”.

Pero, para Pincheira, es “muy complejo enfrentar este problema con una solución institucional” debido a que las motivaciones de los colectivos “no son muy claras. En principio, uno podría identificar una cierta acción de resistencia, de combatir el orden. Pero si escarbamos, nos damos cuenta de que no hay una consistencia muy elaborada”.

Desde el municipio, aseguran que están “trabajando y planificando lo que será la segunda etapa del proyecto, con el objetivo de avanzar en diferentes sectores del plan de la ciudad” y agregan que están “trabajando en reforzar la estrategia de cuidado de los murales con campañas educativas y voluntariados”.