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Resimple: reciclar envases y embalajes nunca fue tan sencillo

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POR Fernanda Monasterio |

En 2023 entrará en vigencia la Ley REP. Miles de empresas en Chile deberán hacerse cargo de los materiales reciclables que introducen en el mercado. Surge así Resimple.

A partir del 2023, y según establece la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor (REP), cerca de 14.500 empresas del país van a estar obligadas a financiar la recolección y reciclaje de los envases y embalajes que ponen cada año en el mercado.

Esta normativa señala que las empresas deben financiar sistemas de recolección, separación y reciclaje para poder cumplir con lo dispuesto.

Luego de tres años trabajando en el proyecto, el primero de estos sistemas de gestión de residuos -también llamados Gransic- ya se encuentra en el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia para su posterior evaluación.

Surge Resimple

En vista de que se avecinaba la ley REP, hace tres años un grupo de varias empresas de alimentos y bebidas se propusieron montar un sistema de gestión para sus residuos de envases y embalajes. “Estas 10 empresas iniciales empezaron a contactar más empresas y hoy somos 25 empresas de diversos rubros: viñas, retail, cosméticos, productos para el hogar, aseo, entre otros”, cuenta el gerente de proyecto de Resimple, Isidro Pereda, en Plaza PAUTA, de Radio PAUTA.

Pero como era de esperarse para un proyecto que busca en su primer año hacerse cargo de la recolección selectiva en un 10% de las viviendas totales del país (y llegar más adelante al 80%), no es nada barato de implementar.

“Para operar esto se requiere un financiamiento de aproximadamente $57 millones de dólares el primer año”, cuenta Pereda, monto que debe ser financiado por las empresas que están afectas por la ley REP.

“Es superrelevante que parta con empresas muy grandes y que luego se vayan sumando cientos y miles de empresas para que cada una pueda cumplir sus metas y obligaciones con nosotros”, agrega el gerente de proyecto.

Cadena de operación

Según explica Pereda, es fundamental una serie de pasos para el funcionamiento de Resimple.

En primer lugar, las casas o edificios deben contar con un contenedor amarillo para su material reciclable. En ese contenedor se puede depositar todos aquellos envases y embalajes que se puedan reciclar, sin diferenciar entre un tipo de material u otro.

Además, estos contenedores serán proporcionados por Resimple, quienes también se encargarán de contratar los camiones de reciclaje que irán comuna por comuna recolectando los elementos de los contenedores.

“Los residuos se recolectan todos juntos y después son clasificados en plantas tecnológicas de clasificación”, explica Isidro Pereda. Por ejemplo, entra un flujo en envases reciclables en la planta y salen 15 flujos distintos: distintos materiales, papeles, plásticos y/o metales. Luego cada uno de ellos se va a una distinta planta de reciclaje.

“Por eso nos llamamos Resimple, porque necesitamos que el reciclaje sea resimple para ganarle a la basura y hacer que las personas en sus casas separen los residuos lo más sencillo posible y después nosotros encargarnos de su reciclaje”, comenta.

Primeras implementaciones

Aunque el proyecto aún no ve la luz oficial, porque actualmente se encuentra en el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia, ya se ha comenzado a implementar en distintas comunas para ver cómo funciona.

Son aproximadamente 50.000 departamentos en Providencia y 1.250 casas en Quilicura y Colina donde se ha comenzado a probar la logística de Resimple.

En el caso de los departamentos, Pereda cuenta que tuvieron una tasa de participación cercana al 42%-45%, “pero evidentemente un edificio es una especie de punto de acopio o punto verde, porque tienes espacio y por lo tanto el material era muy limpio. Solo un 10 o 15% era descarte, es decir, material no reciclable”, comenta.

En el caso de las casas el resultado fue diferente. Mientras que la tasa de participación fue muy alta, sobre el 80%, la tasa de descarte también fue mayor, es decir, se colocaba en los contenedores un porcentaje mayor de elementos no reciclables.

Esto nos dice que la educación medioambiental es vital, y que la forma en que hagamos esa educación -ojalá lo más sencilla posible- también lo es”, determina Pereda.

Revise a continuación la entrevista con Isidro Pereda en Plaza PAUTA