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El nuevo estándar Supremo

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POR Ana María |

El Presidente Piñera tiene que renovar a seis ministros del máximo tribunal a 2022. Tras el caso de Dobra Lusic, expertos plantean que deberá elevarse el nivel de revisión de nombres y de detección de posibles conflictos.

Luego del traspié del Gobierno con la postulación de la jueza Dobra Lusic a la Corte Suprema -debido a que La Moneda retiró su nominación una hora antes de que su nombre se votara en el Senado-, académicos coinciden en que, en adelante, el “escaneo” que realicen los tres poderes del Estado a los candidatos al máximo tribunal deberá ser más profundo y capaz de adelantarse a los posibles riesgos. Esto, porque de aquí a 2022, el Presidente Sebastián Piñera debe nombrar a seis supremos.

Desde que se reformó la ley, en 1997, los supremos son elegidos en dos etapas. Primero, de una quina que realiza el pleno del máximo tribunal. Y posteriormente, el Presidente de la República elige un nombre que, para ser ratificado, debe contar con dos tercios de los votos del Senado.

En 22 años, de los más de 40 procesos de nominación, cuatro ministros han sido rechazados por los parlamentarios, aunque tres de ellos lograron llegar posteriormente a la Suprema. Estos fueron los casos de los ahora jubilados Milton Juica, Carlos Cerda y Margarita Herreros.

Esta es la segunda vez que La Moneda retira una postulación. En 2013 ocurrió con el ministro Juan Manuel Pardo, quien continúa como juez de la Corte de Apelaciones de Santiago. Si bien ha intergrado otras quinas, no ha vuelto a ser elegido.

En el caso de la ministra Lusic, el Gobierno había defendido su elección la semana pasada, argumentando sus excelentes calificaciones en el Poder Judicial, el haber sido la candidata más votada de la quina que elaboró la Corte Suprema (12 votos), el tener un pasado como jueza de derechos humanos y también porque es mujer (en el máximo tribunal menos de un tercio de sus integrantes son ministras).

Pero, transcurridos los días, comenzaron a surgir una serie de antecedentes que complicaron su situación, hasta terminar este miércoles con el retiro de su postulación. Entre ellos están su relación con el “operador judicial” y notario suplente John Campos (la Corte de San Miguel investiga su nombramiento en la Quinta Notaría de esa comuna) y haber votado en una causa a favor del Banco de Chile, pese a que estaba inhabilitada por mantener un crédito hipotecario con esa entidad financiera. De hecho, el vocero de la Corte Suprema, Lamerto Cisternas, admitió el lunes 13 de mayo en Radio PAUTA algunas dudas sobre la candidatura de la magistrada y dijo que si los antecedentes “hubiesen estado sobre la mesa cuando hicimos la quinquena, a lo mejor podría haber sido diferente el resultado”.

Preguntas profundas

Tras el retiro del nombre de Dobra Lusic, y al no haberse pronunciado el Senado, la quina que ella encabeza sigue vigente, por lo que, pese a las varias dificultades que enfrentó, en rigor igual está en carrera junto con otros ministros: el de la corte de San Miguel, Roberto Contreras (7 votos); el de la corte de Santiago, Miguel Vásquez (6); y la de la corte de Valparaíso, María Angélica Repetto (6). El quinto es Sergio Mora, de Coyhaique, quien al ser el más antiguo de su categoría y estar a punto de jubilar con 75 años, es incluido en el listado por derecho propio.

Lusic postulaba para llenar el cupo que dejó el ministro Milton Juica, quien jubiló en junio de 2018. Ahora depende del Gobierno -y de las negociaciones que realice con los parlamentarios de todos los sectores- el tiempo que demore en designar un nuevo magistrado para el máximo tribunal.

Una vez resuelto el cupo de Juica, se debe llenar la vacante que dejó el ministro Héctor Carreño, quien jubiló en abril pasado. Mientras que en diciembre se irá Hugo Dolmestch.

En abril 2020 será el turno del vocero de la Corte Suprema, Lamberto Cisternas. Y hasta 2022, antes de que Piñera deje La Moneda, deberá llenar los cupos que dejen Carlos Künsemüller y Rosa María Maggi.

En total, Piñera renovará ocho ministros de la Corte Suprema, tribunal que se compone por 21 miembros y, de ellos, cinco son abogados que no vienen de la carrera judicial. Hasta ahora ha nombrado a los magistardos Ángela Vivanco, en reemplazo de Patricio Valdés (cupo externo) y Mauricio Silva, en la vacante que dejó Carlos Cerda.

Según el profesor de Derecho de la Universidad Diego Portales, Cristián Riego, será relevante que en los próximos nombramientos quienes participan del proceso de nominación y selección realicen un “escaneo” profundo a los candidatos. Pero también que los propios postulantes adelanten sus posibles conflictos.

Riego habla de “entrevistas profundas” por parte de la Corte Suprema, del Ministerio de Justicia y de los senadores. “Los tres poderes que interviene deben tener mucha más información; no sólo el currículum, sino también los fallos. Yo creo que la Corte hace ese trabajo, pero debe ser más a fondo”, señala. Y pone como ejemplo el procedmiento en Estados Unidos: “Se hace una entrevista profunda y se investiga todo aquello que pudiese perjudicar (al candidato), a fin de anticiparse al problema”.

Y añade: “Si yo fuera ministro de Justicia, le pediría al candidato que se entrevistara con mis funcionarios para saber cuáles son los antecedentes que pueden ser un problema y, a la vez, cuáles son sus fortalezas. Esto, porque ahora todo está basado en las presentaciones personales, la trayectoria y el currículum. Pero a partir de ahora, debe ser con más profesionalismo. Esto, sin perjucio que a lo menos se empiece a discutir el sistema de nombramientos actual”.

Coincide el profesor de la derecho administrativo de la Universidad de Chile Luis Cordero. “El caso de Dobra Lusic es una enseñanza para todos quienes intervienen en el proceso de nombramiento. Para que la Corte Suprema tenga mayor transparencia. Para que el Ministerio de Justicia realice, más que negociaciones (con los parlamentarios), una indagación correcta de los postulantes. Y para el Senado, que en las audiencias públicas y el escrutinio al candidato también sean relevantes las posiciones jurídicas, los votos y la interacción legal que va a tener ese juez en la Suprema”.