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El Gobierno desconoce cuánto se gasta en terapia floral y otras sanaciones

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PAUTA/ Felipe Rojas
POR Marcela Gómez |

Salud admite que desconoce cuántos los recursos públicos involucrados en estas prácticas, ya que los fondos provienen de los presupuestos de operación de los hospitales.

Junto con la efectividad y seguridad de las denominadas terapias complementarias, su incorporación en el sistema público de salud también genera inquietud por los recursos económicos que el Fisco debe destinarles. Eventualmente, éstos podrían “competir” con el financiamiento de tratamientos y atenciones cuya evidencia está demostrada y que brindan profesionales con títulos técnicos y universitarios.

Pero es prácticamente imposible conocer cuánto le costaron al Fisco las 3,1 millones de atenciones en medicina complementaria realizadas en 2018 o cuántos recursos públicos se destinarán el año en curso a financiar este tipo de prestaciones. El Ministerio de Salud dice no tener esa información, ya que quienes gestionan esas atenciones y su financiamiento son los 29 Servicios de Salud que manejan la red hospitalaria y de atención primaria. Y cuando se les pregunta a esas entidades, es imposible construir una respuesta unificada.

El jefe de la División Gestión Redes Asistenciales del Ministerio de Salud, Héctor Fuenzalida, explica que la gran mayoría de las terapias complementarias se financian no por prestaciones valoradas, como es habitual en la medicina, sino con recursos públicos que forman parte de los presupuestos que se entregan a los hospitales para financiar su operación habitual (gastos como pago de remuneraciones, mantenimiento, servicios básicos, entre otros).

“Muchas de estas terapias complementarias se financian desde ese fondo. Los profesionales y técnicos que realizan estas prestaciones son contratados en el sistema de salud, a quienes se les asignan algunas horas de su contrato para estas actividades reguladas y programadas dentro de su horario de trabajo”, agrega.

La autoridad añade que no existe una línea presupuestaria específica para medicina complementaria, ya que sus gastos son marginales desde el punto de vista de lo que son los gastos en salud, y no requieren instrumental, infraestructura o insumos costosos. “No hay platas marcadas para eso”, afirma. Por lo mismo, descartó que esos montos puedan “competir” con otras necesidades en salud que exigen recursos. “La medicina complementaria no les va a quitar plata a las quimioterapias, a tratamientos en salud mental o a procedimientos quirúrgicos, por poner algunos ejemplos. Estas platas están aseguradas en el presupuesto”, asegura. 

La subsecretaria de Salud Pública, Paula Daza, y el jefe de la División Gestión de Redes Asistenciales del Ministerio de Salud, Héctor Fuenzalida, en una actividad comunicacional en dependencias de la entidad. Crédito: Minsal

Sin embargo, comenta que en el financiamiento de los hospitales existen líneas presupuestarias para capacitación, que pueden usarse para preparar personas en medicinas complementarias. “Tenemos la presión de los equipos que se dedican a esto de que necesitan más recursos para capacitación e implementación, pero con tantos requerimientos de la medicina tradicional, la verdad es que los recursos que se asignan a medicina complementaria son más bien bajos”, agrega.

Consultado específicamente si hoy el Ministerio de Salud sabe cuánto le cuestan al Fisco las terapias complementarias, el representante del Minsal respondió que “como número específico no, porque no es una línea presupuestaria, está dentro de los gastos generales de cada servicio de Salud y cada hospital”. 

Lo que informan los Servicios de Salud

Para conocer el monto de recursos asignados en 2018 a las tres terapias que cuentan con reconocimiento oficial (acupuntura, homeopatía y naturopatía), en febrero de 2019 PAUTA realizó una consulta vía Ley de Transparencia a la Subsecretaría de Salud Pública, bajo cuyo organigrama figura el departamento de Políticas y Regulaciones Farmacéuticas, de Prestadores de Salud y de Medicinas Complementarias. El 6 de marzo la subsecretaria Paula Daza respondió que esa materia no era competencia de la entidad que dirige y la derivó a los 29 servicios de Salud que existen en Chile.  

Ocho servicios de Salud (SS) no dieron respuesta en los plazos exigidos por la Ley de Transparencia o derivaron la consulta a hospitales integrantes de su red que tampoco respondieron: Atacama, Coquimbo, Metropolitano Norte, Metropolitano Central, Metropolitano Sur, Metropolitano Sur Oriente, O’Higgins y Aysén.

Además, en el registro del Minsal hay dos SS que no figuran con información sobre terapias alternativas: Arauco y Araucanía Sur.

De los 19 SS que sí cumplieron con entregar la información solicitada, 12 respondieron que no tienen personas contratadas para tales fines, lo que contrasta con lo informado en el registro estadístico del Ministerio de Salud.


Solo seis SS reconocieron brindar terapias complementarias en sus respuestas vía Transparencia, aunque estas fueron parciales. Estos fueron los de Arica, Viña del Mar–Quillota, Metropolitano Occidente, Metropolitano Oriente, Ñuble, Valdivia y Osorno, lo que en conjunto suman 805 mil prestaciones según el registro del Minsal, apenas el 25% de las atenciones de este tipo efectuadas en 2018.

Tales respuestas aportan información cualitativa interesante sobre la realidad diaria de estas prácticas en el sistema de salud. Por ejemplo, el Hospital de Niños Luis Calvo Mackenna declara contar con una unidad de medicina integrativa dirigida por una profesional de salud contratada, pero que “los terapeutas son voluntarios y no tienen costos asociados”. El Servicio de Salud Osorno informa que “no recibe recursos para estas terapias, pero profesionales de la red las entregan de forma complementaria” y reporta que un médico de familia de un Centro de Salud Familiar recibió financiamiento para realizar su proyecto “terapia floral, sanando desde las emociones” en el establecimiento.