La leyenda de Pep Guardiola, el entrenador de la pasión
Con 1000 partidos, 715 victorias y 40 títulos, Pep Guardiola reafirma su lugar como uno de los entrenadores más influyentes en la evolución del fútbol moderno.
Pep Guardiola, entrenador del Manchester City, acaba de alcanzar los mil partidos oficiales. Empezó siendo el técnico del filial del Barcelona FC en 2007. En estos casi 20 años ha cambiado él y ha cambiado el fútbol. Pep Guardiola ha reescrito mucho del cómo se juega a este deporte y ha puesto sobre la mesa soluciones que hoy aplican equipos de todo tipo y condición.
Lo más bello de su manera de dirigir un equipo es que parte de una idea romántica del fútbol y de cómo ganar. Siempre ha dicho que tuvo y tiene la suerte de entrenar a jugadores muy destacados. Pero detrás de ellos Pep Guardiola se ha revelado como un ganadornato. Los datos son espectaculares: En mil partidos ha ganado 715 victorias, ha empatado 156 y ha perdido solo 128. Es decir, pierde poco más de uno de cada diez partidos que dirige. Y hay más: acumula en su haber 40 títulos, un 71,5% de media. 18 años después del estreno, hoy son muchos quienes esperan con ansia sus partidos de premier league que él enfrenta con un lema claro. Dedicación, pasión y amor por su trabajo.
Un entrenador con un estilo propio
Pep Guardiola empezó, después de haber sido jugador, entrenando al Barcelona B. Su gran referencia era Johan Cruyff, pero siempre ha estado abierto a todo tipo de fuentes, como Carletto Mazzone, una figura con la que coincidió en la Serie A. De él también aprendió mucho y lo considera su padre italiano. Carletto Mazzone dijo después de él que Pep Guardiola era ya entrenador cuando jugaba. Y no lo decía cualquiera, sino el técnico que más partidos ha dirigido en la liga italiana.
Para ser entrenador, primero se sacó el título en un curso de la Real Federación Española de Fútbol, también conocida como RFEF, para exjugadores de Primera División. Cuatro meses después hacerse con la titulación y a sus 35 años, Pep Guardiola anunció que dejaba de ser jugador. Empezaba una carrera como técnico deportivo llena de pasión, autoexigencia y amor al juego.
Su primera misión fue reconstruir el filial del Barcelona, que había caído hasta la Tercera División. Como jugador había conseguido grandes logros, pero como entrenador partía de cero. Su primer contrato tenía una duración de dos años. Allí empezó a formar un equipo del que hoy, dos siguen todavía con él: el preparador físico Lorenzo Buenaventura y su auxiliar, Manel Estiarte.
También le ha marcado la valentía. El presidente del Barcelona FC pensó en él para reemplazar a Frank Rijkaard al frente del primer equipo cuando Pep Guardiola acababa de conseguir que el filial ascendiera a Segunda B. Fue Johan Cruyff quien le dijo a Joan Laporta que Pep Guardiola ya estaba preparado para convertirse en el gran entrenador que iba a ser. Entró con mucha decisión. Le permitió a Messi que fuera a los Juegos Olímpicos con Argentina porque él había podido disputar con España los del 92. El jugador argentino volvió con la medalla de oro y se convirtió en el gran defensor del técnico en el vestuario.
Xavi Hernández, que luego fue también entrenador, dijo en su momento que Pep Guardiola le dio a la plantilla lo que le faltaba, que era orden y disciplina. Un año y medio después el equipo consiguió por primera vez seis títulos. Lideró al equipo blaugrana en cuatro años que fueron pura magia. Ganó quince competiciones en ese tiempo y ahora acaba de cumplir una década al frente del Manchester City, del que no parece que quiera irse.
Una de las razones para quedarse allí y no en Barcelona es que en España el ruido externo le parecía mucho mayor que en Reino Unido. Pep Guardiola tiene en Manchester la tranquilidad que necesita para concentrarse en lo que le apasiona, que es el juego y qué posibilidades tiene para que siga evolucionando. Entre sus logros destaca elevar y pulir el juego de posición y exprimir el talento de los equipos pequeños para que consigan dominar a sus rivales en el campo contrario.
Pasión y análisis para seguir innovando en el fútbol
Como líder del Manchester City, Pep Guardiola ha conseguido reforzar a los grandes contragolpeadores. Después de haber sido el gran defensor del falso nueve, exprime a uno de los mejores delanteros, como es Erling Haaland, como el delantero centro del futuro. El jugador noruego es para el técnico el jugador definitivo. Arriesga, pero analiza. Todas las decisiones de Pep Guardiola las escrutan y diseccionan un buen número de técnicos.
Pep Guardiola ha creado escuela. Muchos entrenadores ponen ahora a algún lateral invertido para generar ventajas por dentro cuando atacan desde sus posiciones. Otros muchos sacan ahora la pelota desde atrás para dejar a sus rivales desnudos. Pero Pep Guardiola se dedica a estudiarlos a todos. Consigue que los laterales destaquen como centrocampistas ofensivos y nunca se ha cortado en preguntar a otros por sus criterios, su forma de posicionar al equipo en el ataque o la defensa, o cómo mover a los delanteros entre lateral y central rival. Su obsesión por la perfección y su búsqueda de la excelencia han marcado y marcan su carrera. Es un entrenador ecléctico, porque, como él mismo ha dicho, cuando inventas algo, los rivales consiguen un antídoto para contrarrestarlo y hay que volver a empezar.