La historia detrás de Bolo, el chatbot chileno que simplifica la relación con el SII

Renunciar a un trabajo estable, convertirse en contractor para Estados Unidos y descubrir de golpe el mundo del profesional independiente fue el origen de una de las innovaciones tributarias más interesantes que han surgido en Chile. Así nació Bolo, el asistente con IA que permite emitir boletas y registrar gastos desde WhatsApp.

Cuando Nicolás Rodríguez renunció a su trabajo en Chile para dedicarse a proyectos de inteligencia artificial como contractor para Estados Unidos, no imaginó lo confuso que podía llegar a ser emitir una boleta de honorarios.

“Me topé con los primeros problemas al tiro”, recuerda. “Hacerme el tiempo para emitir la boleta, calcular el tipo de cambio del dólar según el Banco Central, preocuparme de los PPM y retenciones. La página del SII no es terrible, pero igual es una lata el proceso para emitir una boleta. Y lo peor: nunca sabía realmente cuánta plata estaba ganando o si en abril me tocaría pagar o me iban a devolver”.

Ese choque —conocido por miles de freelancers, consultores, diseñadores, kinesiólogos y profesionales independientes— fue el empujón inicial. “Ahí entendí que este mundo era mucho más complejo de lo que parecía… y que nadie estaba resolviendo bien el problema”.

El primer mes: un bot, un dashboard y los primeros tropiezos

El MVP tomó cerca de un mes. La idea original era simple: un bot de WhatsApp para emitir boletas. “Que fuera tan fácil como mandar un mensaje o audio. Nada más”.

Pero pronto se dio cuenta de que faltaba algo esencial: un espacio para ordenarlo todo. “Ahí nació el dashboard. Más tarde sumamos gastos efectivos, donde el usuario puede registrar gastos sacándole una foto por WhatsApp o subiéndola a la web”.

Los primeros días no fueron perfectos. Hubo fallas en la integración con el SII, errores menores y ajustes rápidos. Pero en cuestión de días ya estaban emitiendo, listando y anulando boletas sin fricción.

El usuario que trató a Bolo como persona

El primer usuario real —ajeno a su círculo cercano— fue un director de una clínica. Y se transformó en un fan inmediato.

“Le encanta Bolo. Revisa la app todos los días y hasta le da cumplidos. Ha sido de las cosas más lindas: ver que la gente se encariña con algo que construiste”.

Ese tipo de interacción le confirmó que no solo estaba resolviendo un problema técnico, sino uno emocional: los trámites tributarios generan ansiedad, miedo a equivocarse y estrés constante.

Tecnología hermosa desde Chile

Detrás del proyecto hay una motivación más profunda. Rodríguez pasó casi una década trabajando en IA y datos en distintos países, y quería volver esas capacidades hacia Chile.

“Me da lata ver tantas apps mal hechas. Siento que nos merecemos algo mejor. Una buena app le puede ahorrar muchísimo tiempo a la gente. Quería construir tecnología hermosa desde Chile y para Chile”.

El futuro: un contador digital siempre disponible

Lo que hoy hace Bolo —emitir boletas, anularlas, explicarlas y registrar gastos automáticamente— es solo el comienzo.

“La meta es que cualquier independiente, especialmente los que no pueden pagar un contador, tenga tranquilidad. Que Bolo sea un contador digital 24/7. Todos tenemos miedo a equivocarnos con impuestos. Bolo estará ahí para orientarte y evitar problemas”.

Chile, dice, es el lugar perfecto para hacerlo. “Somos un país con sistemas modernos y el SII ha hecho una pega súper buena digitalizando todo. Les falta mejorar la experiencia, pero la base es excelente. Es el escenario ideal para construir algo mejor arriba”.

Bolo no nació para reinventar el sistema tributario, sino para hacerlo más humano. Y en un país donde cada vez más personas trabajan por cuenta propia, esa pequeña diferencia puede cambiar por completo la experiencia de cumplir con el SII.