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Vitamina D y el invierno: ¿cómo se relacionan?

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POR Andres Sepúlveda |

Conoce en el siguiente artículo por qué debes preocuparte de la vitamina D, sobre todo en los meses fríos que van entrando.

La vitamina D es crucial para la salud del organismo y una de las fuentes que provee esta vitamina es el sol. ¿El problema? Durante el invierno los rayos de sol no solo son débiles y escasos, sino que además, debido al frío, la vestimenta cubre gran parte del cuerpo, impidiendo todavía más esa absorción de la luz solar, y por ende, la sintetización de esta hormona para transformarla en vitamina D. 

Pero, ¿por qué esta vitamina es necesaria para tu cuerpo? Descúbrelo a continuación. 

¿Cuáles son los beneficios de la vitamina D?

La vitamina D es importante para nuestra salud en general. En detalle, podemos decir que:

  • Fortalece los huesos, manteniendo el equilibrio de calcio y fosfato.
  • Es Antiinflamatorio. Ayuda, por ejemplo, a evitar la inflamación del tracto gastrointestinal.
  • Es Antioxidante, mantiene a raya los radicales libres.
  • Es neuroprotectora. Reduce riesgos de esclerosis múltiple, deterioro cognitivo, e incluso depresión. 
  • Contribuye en la función muscular, fortaleciendo músculos. 
  • Robustece el sistema inmunológico. 

Por estas razones, es importante que te preocupes de mantenerla siempre en los niveles ideales, de entre 30 – 50 ng/ml, o 75 – 125 nmol/L (que es la otra forma de medirla). Estos niveles óptimos son válidos tanto en adultos como en niños. 

3 formas de mantener buenos niveles de vitamina D

Para poder tener los beneficios de esta vitamina, existen tres maneras clave para obtenerla, estas son: 

1. A través del sol. 

Unos 10 minutos diarios de exposición directa al sol, principalmente en cara, brazos y piernas, sin bloqueador, puede ayudarte a mantener buenos niveles de vitamina D. Eso sí, es mejor hacerlo durante la mañana, evitando las horas de mayor radiación. 

Cabe decir que, en ciertos casos (como en ancianos o en personas de piel oscura), es más difícil sintetizar esta hormona a través de la luz solar. 

2. Por medio de la alimentación. 

Ciertos alimentos son ricos en vitamina D, por ejemplo, algunos pescados como el atún, la caballa o la sardina. También las setas, los cereales fortificados y productos lácteos y no lácteos enriquecidos. 

3. Mediante suplementos

La suplementación de vitaminas y minerales es una forma útil de mantener los niveles óptimos, independiente de las circunstancias estacionales, edad, enfermedades, alimentación especial, y otros. Por lo general, la dosis es de 1 cápsula/pastilla al día, máximo 2. 

¿Cómo saber si tienes la vitamina D baja?

Cabe decir, que existen ciertos trastornos, como celiaquía, enfermedad de Crohn, obesidad, osteoporosis, enfermedad renal o hepática, entre otras, que tampoco pueden obtener una correcta absorción. Sin embargo, la deficiencia de esta vitamina no se reduce solo a este grupo de personas, pues cualquiera puede presentar una deficiencia de esta vitamina.

Pero, ¿cómo lo puedes averiguar? La única forma de que lo sepas es mediante exámenes de sangre indicados por el médico. Y es este mismo el cual te debe indicar cómo suplementarte, de acuerdo a tus necesidades. 

Ahora ya sabes que el sol, o la falta de este en invierno, no son impedimento para mantener tus niveles de vitamina D en óptimos números, pues con una correcta suplementación guiada por tu médico es posible, no lo dudes más y refuerza tu sistema inmunológico y ¡disfruta de un invierno saludable!