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Agostini, Rossi y Márquez: la santísima trinidad del motociclismo

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Felipe Rojas / PAUTA
POR Francisca Vargas |

El primero está retirado. El segundo, todavía en competencia. Y el tercero vive su peak de rendimiento. Juntos, suman 32 títulos y cada uno tiene fanáticos incondicionales.

“Estos días veo carreras antiguas y de las recientes, de las que ganaban tanto Valentino como Márquez y sería fantástico que pudiéramos ver una carrera entre los tres. Lo único, que ganaría yo. Rossi y Márquez perderían contra mí y sería un problema para ellos”, dice Giacomo Agostini, el piloto de Moto GP con más títulos en la historia, en una conversación entre risas con AS sobre dos de los pilotos más influyentes de los últimos años.

Ambos, desde hace ya cinco años, son protagonistas en la pista de algo que trasciende los resultados. Desde la temporada 2015, cuando Valentino Rossi llegaba a Sepang (última fecha del campeonato del mundo) con ventaja suficiente para levantar el trofeo, el estilo de conducción de Marc Márquez ha sido motivo de discusiones.

En esa fecha, una maniobra con el de Cervera provocó que los comisarios penalizaran a Rossi. Y a pesar de que Rossi se quedó con el título mundial ese año y el siguiente, el quiebre de su relación con Márquez se hizo patente.

Desde esa fecha a la actualidad, innumerables han sido las palabras cruzadas entre ambos: que uno corre sin medir los riesgos para el resto o que si le tienen miedo el problema es de él. Un piloto que marcó época con su irrupción en los años 90 está a punto de ser pasado en cuanto a títulos por otro que ya cuenta con seis coronas en la máxima categoría del motociclismo (y ocho en total).

“Marc es muy rápido y está en un momento de su carrera en el que sigue siendo joven, pero a la vez tiene experiencia, por lo que está a su máximo nivel”, dijo en su momento el italiano sobre Márquez. Y si el propio catalán le respondiera, diría algo así: “Yo soy el primero que admira lo que está haciendo con 40 años, con todo lo que ha conseguido ya y mantiene la misma motivación; es un piloto referente y a cualquiera le gustaría llegar a los 40 años y ser candidato al título de MotoGP”.

Después de caminar, la moto

Anuque fuera a espaldas de su padre, pero tenía que ser. Seguramente eso era lo que pasaba por la cabeza de Giacomo Agostini cada vez que se escapaba de su familia para comenzar a volar sobre dos ruedas. Siendo el mayor de cuatro hermanos tenía que dar el ejemplo, aunque no aprobaban su incipiente carrera e incluso en más de una ocasión intentaron persuadirlo. Pero él lo hizo a escondidas. ¿Fue el desacato una opción buena? Al menos para él lo fue.

Con esta imagen el MotoGP celebró el cumpleaños 78 del expiloto. Créditos: www.motogp.com
Con esta imagen el MotoGP celebró el cumpleaños 78 del expiloto. Créditos: www.motogp.com

Después de participar en carreras de carretera, finalmente en casa entendieron que su talento no era del montón, y entonces comenzó a cimentar la leyenda que lo llevó en 1964 a alcanzar su primer título en 350cc.

Con 22 años, solo uno más que Valentino Rossi, logró su primer trofeo, aunque este último lo hizo en el campeonato regional de Karting. A diferencia de Agostini, Valentino siempre contó con el apoyo de su familia (con un hermano siendo piloto no podría haber sido distinto). Es más, Graziano, su padre, insistía en que su futuro no tenía otro horizonte que no fuera sobre… cuatro ruedas.

De haber seguido ese camino, las condiciones del 46 lo habrían posicionado en la Fórmula 1, pero los problemas económicos familiares lo obligaron a correr en motos. Era 1993, un año cualquiera incluso para él, pero hoy, a 27 años de la realización del Sport Production (torneo de motociclismo italiano), bien se sabe que es un antes y un después para el deporte. Con 14 años debutaba como piloto y ese mismo año nacía quien hoy pone en riesgo todos sus récords: Marc Márquez.

El catalán tenía solo cuatro años cuando pidió una moto a sus padres, que llegó en Noche de Reyes. Desde esa fecha, Julià y Roser nunca más vieron a su hijo sin su regalo. Tales fueron las jornadas sobre dos ruedas que con nueve años ya era campeón de Cataluña en enduro, y en 2002 ya en asfalto, terminó tercero en el campeonato de la categoría.

De ahí en más, pasaron seis años para el debut mundialista en los 125 cc. Con KTM Repsol, Márquez consiguió su primer podio en el Gran Premio de Inglaterra, convirtiéndose en el piloto español más joven de la historia en lograr un podio mundialista, con 15 años y 125 días.

Los estilos y técnicas

Con el paso de los años, las motos evolucionan. Con la evolución de las motos, el estilo de conducción de los pilotos cambia. Y de eso no han estado exentos los tres pilotos que han marcado épocas en el motociclismo.

Agostini corría solo. A pesar de los otros pilotos en pista, su superioridad era tal, que ya se hacía predecible ver un GP porque el resultado terminaba siendo el mismo. No obstante, estar posicionado un peldaño más arriba que el resto se daba en gran parte por los aspectos técnicos. Él conocía a la perfección cómo funcionaba su moto, y la meticulosidad con que la trataba caracterizó siempre su modo de conducir.

La exigencia era siempre al máximo, sus mecánicos nunca estaban sin él cuando de realizar modificaciones se trataba y una libreta llena de anotaciones con características del motor se transformaba al final del día en su fiel compañera. En función de la mecánica de cada unidad de potencia definía en qué carrera lo utilizaría, posicionando al propulsor como el verdadero jefe de superficies.

Algo similar le sucedió a Valentino Rossi, con la diferencia que la evolución de las motos continúa hasta la actualidad. Cuando comenzaba en el motociclismo dejó atrás la Aprilia 250 cc para dar paso a lo que exigía la nueva cilindrada: el tronco en un ángulo casi idéntico al de inclinación de su máquina, el hombro en línea y la rodilla abajo, pegada a la moto.

Rossi a bordo de una Aprilia 250 cc en el Gran Premio de Italia 1999. Crédito: www.motorsport.com
Rossi a bordo de una Aprilia 250 cc en el Gran Premio de Italia 1999. Crédito: www.motorsport.com

Con el paso de los años lo que más cambió tanto en él como en gran parte de los pilotos fue la inclinación del cuerpo, cada vez más cercano a la pista. En ese aspecto, uno de los que instauró un nuevo modelo fue Márquez, uno de los precursores de las corridas con un ángulo de inclinación mayor, tomando cada curva con el tronco-hombro-cabeza cada vez más abajo.

Una manera de conducir que le ha ganado varios enemigos en pista, uno de los cuales ha sido precisamente Rossi, que se caracteriza por ser más bien físico, con un centro de gravedad bajo que potencia el llevar el codo al suelo, y la rapidez necesaria para corregir errores sobre la marcha. Este último, fundamental para mantener la estabilidad en momentos claves.

La estrecha relación de los tres con las dos ruedas mutó, ha mutado, y seguramente lo seguirá haciendo. Esa clave es la que les permitió insertarse en la historia con 32 títulos mundiales en distintas categorías: 24 para Italia (15 de Agostini y 9 de Rossi) y 8 para Cataluña.