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El superclásico del poder

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Agencia Uno
POR Matias Bobadilla |

“Universidad de Chile y Colo Colo viven su propio superclásico fuera de la cancha. Un superclásico del poder lleno de dudas, intrigas, trascendidos y rumores”, escribe Fernando A. Tapia.

No mucha novedad nos dejó la versión del superclásico número 189 de la historia disputado el fin de semana pasado en el estadio Monumental. Tal como ha sido la tónica de los últimos 20 años en Macul, Colo Colo ratificó su supremacía con un nuevo triunfo sobre la Universidad de Chile.

Futbolísticamente fue un partido que una vez más estuvo lejos de lo que se espera del choque de los dos equipos más importantes del país, aunque ciertamente un poco mejor del triste espectáculo que dieron en la segunda rueda de la temporada pasada, el que anotó un récord de cero llegadas a los arcos.

Donde objetivamente ha habido más acción ha sido fuera de la cancha, con las importantes novedades que las empresas concesionarias de Colo Colo y la “U” han experimentado en los últimos días. Blanco y Negro y Azul Azul están en pleno proceso de cambios, enfrentando lo que podría ser un nuevo mapa de poder, con nuevos actores que pretenden asumir dos buques que han demostrado ser muy difíciles de llevar hacia aguas más tranquilas. Transformaciones que en ambos casos generan más dudas que certezas.

Del lado de los albos, Edmundo Valladares se transformó en el nuevo presidente de ByN. Periodista de profesión y socio de número del club, asumió el cargo en medio de la frustrada venta de los paquetes accionarios de los dos accionistas mayoritarios Aníbal Mosa y Leonidas Vial, los mismos que han protagonizado una batalla fratricida con nefastas consecuencias deportivas y económicas en la institución.

Valladares llega a la presidencia de Colo Colo como uno de los dos directores representantes del Club Social y Deportivo, apoyado por el bando de Vial, y habiendo negociado antes un posible respaldo para el exfutbolista Marcelo Barticciotto con el grupo de Mosa.

En abierta paradoja con lo que ha sido su postura pública, donde se sumó al grito del “fuera Blanco y Negro”, no debe ser fácil para el nuevo presidente tener que ahora asumir el máximo cargo del club, bajo un modelo que precisamente ha criticado y puesto ahí para contribuir a darle viabilidad al proyecto empresarial en crisis.

Ungido con el cargo de máximo dirigente de Colo Colo, lo cierto es que su margen de maniobra es menos que estrecho. Su nombre surgió simplemente como una forma de darle una salida a la fracturada convivencia dentro del directorio, una suerte de gesto hacia el pueblo colocolino, aunque incluso siendo bombardeado a última hora por su exaliado en el directorio Aníbal Mosa, que intentó imponer otro nombre de su corral para evitar su elección.

Valladares posee el cargo pero no necesariamente el poder, y tendrá que demostrarle a los propios hinchas y, especialmente a los socios, que no se transformará en un títere de los que realmente deciden y que no han ocultado su intención de postergar por 30 años más la concesión de Blanco y Negro, es decir hasta el 2065, porque en los 14 años que le restan como administradora de Colo Colo los números no dan como para recuperar la inversión y revertir las millonarias pérdidas.

Mientras eso sucede en la casa alba, en la Universidad de Chile no es posible identificar con certeza absoluta quién o quiénes realmente están detrás de la oferta por el 63,07% de las acciones de Carlos Heller. El fondo de inversión Táctical Sports, representado por el Grupo Sartor, dio cuenta de la promesa de compra a cambio de US$ 15,5 millones.

En términos prácticos, son los mismos que el año pasado provocaron las sospechas del propio Heller, que desistió en un primer momento de desligarse de sus acciones al tener desconfianza por la posible presencia de representantes de futbolistas o dirigentes de otros clubes del fútbol chileno camuflados detrás del ofrecimiento a través de un fondo de inversión privado.

Lo cierto es que el expresidente, agobiado ya por el costo personal que ha tenido que asumir por no cumplir con lo que prometió con su arribo a la “U”, finalmente cedió y el cambio de propiedad en Azul Azul es cuestión de días.

A diferencia de Colo Colo, en el club azul hay un presidente empoderado. Cristián Aubert, el mismo que en marzo dijo no conocer a los nuevos dueños, aparece nombrado en la OPA (Oferta Pública de Acciones) de Táctical Sports. Los nuevos accionistas mayoritarios de Azul Azul pusieron textualmente como exigencia su continuidad en la presidencia para concretar el negocio.

Aubert juega con hacerse el desentendido, cuando internamente nadie duda que fue uno de los principales impulsores de la operación. Muy extraño. Quizás no quiera asumir el costo de decisiones en las que participó activamente, como la contratación del técnico venezolano Rafael Dudamel, y cuya continuidad bien podría resolver sin esperar la concreción de la venta del paquete accionario de Heller, dada la autoridad que le han otorgado los futuros dueños. O tal vez prefiere mantener una actitud pasiva, pese a la urgencia deportiva, evitando seguir levantando sospechas de sus estrechos vínculos con los nuevos propietarios, los que según cuentan en círculos cercanos a Heller, fueron los que lo propusieron para el cargo el año pasado como parte del proceso de transición.

Universidad de Chile y Colo Colo viven su propio superclásico fuera de la cancha. Un superclásico del poder lleno de dudas, intrigas, trascendidos y rumores, allí donde realmente se juega el futuro de los dos equipos más importantes del país.

Fernando A. Tapia participa en Pauta de Juego, de Radio PAUTA, de lunes a viernes a partir de las 12:30 horas. Escúchelo por la 100.5 en Santiago, 99.1 en Antofagasta, y por la 96.7 en Valparaíso, Viña del Mar y Temuco, y véalo por el streaming en PAUTA.cl