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“Poole Party”: de reserva a figura de los Warriors

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Créditos: @Warriors / Twitter
POR Francisca Vargas |

Cuando entró a la NBA en 2019, pocos veían en Jordan Poole un jugador con mucha proyección. Hoy los Warriors le confían tanto, que incluso ha ocupado el lugar de Stephen Curry.

Años atrás era dificil imaginar que Jordan Poole sería una pieza fundamental de la ultima gran dinastía de la NBA, en un equipo rodeado de estrellas como Stephen Curry, Klay Thompson y Draymond Green.

Sin embargo, su comienzo en la liga fue turbulento. Tras ser elegido con la selección global 28 en 2019, promedió en 57 partidos solo 8.8 puntos, 2.4 asistencias y 2.1 rebotes en 22.4 minutos por juego en su primer año, con un bochornoso 33% de efectividad en sus tiros y 27% en triples.

Para rendir en un equipo como los Warriors, esos números debían mejorar mucho. Incluso, para algunos analistas, la selelección de Poole había sido la peor del Draft de 2019.

Siendo un jugador aún crudo, los Warriors decidieron asignarlo a su equipo de desarrollo en la G-League, los Santa Cruz Warriors, algo similar a un “equipo B” en términos futbolísticos. En 2019-20, en los tres partidos que disputó, promedió 26.0 puntos, 4.7 asistencias y 6.3 rebotes con 46% de efectividad.

Para su segunda temporada el panorama empezó a mejorar promediando 12 puntos subiendo la efectividad de sus tiros a 43% y a 35% en triples. Aun así, pasó mas tiempo que en 2019 en la G-League para terminar de pulir el diamante que los Warriors veían en él.

En 2020-21, con los Santa Cruz Warriors jugó 11 partidos, promediando 22.4 puntos, 5.3 rebotes y 3.5 asistencias con 45% de efectividad. Ganó la confianza necesaria para dar el gran salto en su carrera la temporada siguiente.

Aunque todos esperaban que tuviese un rol más protagónico en 2021-22, debido a la ausencia por lesión de Klay Thompson en la mayoría de la temporada, nadie pensó que llegaría a ser tal la explosión de Poole.

Tuvo la temporada de su vida. Candidato a ser el ganador al premio del Jugador Más Mejorado, con 18.5 puntos, 3.4 rebotes, 4.0 asistencias y 44% de efectividad en tiros.

No fueron sólo números, sino que también se transformó en la opción número uno del equipo en ofensiva antes las ausencias de Steph Curry y Klay Thompson, teniendo 18 partidos con más de 25 puntos.

Estos Playoffs han confirmado que es una nueva estrella en la liga. Promediando, en su primera participación en postemporada, 24.3 puntos, 5.8 asistencias, 1.5 robos con espectaculares porcentajes: 59% de efectividad en tiros y 51% desde la línea de tres.

Ya como jugador probado, siendo considerado un tercer “Splash Brother” (nombre de la dupla de Curry y Thompson), Poole está ganando sólo 2.1 millones de dólares por temporada bajo su contrato de novato. Sin embargo, los Warriors quieren asegurar a su nueva estrella por los próximos años con una extensión que podría rondar los 80 millones de dólares por cuatro años.

De ser un jugador que decepcionó por su deficiente efectividad en la cancha, que incluso fue enviado al equipo de desarrollo, pasó a ser la tercera pieza de una franquicia que es candidata al título y fue tercero en la conferencia oeste. Incluso, algunos lo proyectan para ser All-Star la próxima temporada.

Jordan Poole es el fiel ejemplo de la constancia, tanto de su parte como del entrenador del equipo, Steve Kerr, confianza en el desarrollo de un jugador, en el proceso de adaptación y en entregar las oportunidades en el momento correcto.

Un favorito del público que seguirá liderando las “Poole Party” en California y en cada cancha donde tenga la oportunidad. Hoy la figura de Jordan Poole es una realidad.