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¿El mejor de todos los tiempos?

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PAUTA / Andrés Sepúlveda
POR Andres Sepúlveda |

“Si se trata de la mejor participación de un futbolista en un mundial, ni siquiera la Messi ahora en Qatar, se acerca a la descollante actuación del “Pibe de Oro” en México 86″, dice Fernando Tapia: ” Si se trata de Copas del Mundo, lo de Pelé no tiene parangón”.

Argentina es el nuevo Campeón del Mundo. Un título merecido y que logró con la mejor versión que vimos de Messi en mundiales. El destino quiso que el crack brillara como no lo hizo en las cuatro copas del mundo anteriores, y a sus 35 años, cuando las puertas del retiro se ven en el horizonte, haya alcanzado el campeonato más deseado de todos.

En el fútbol no hay logro que se compare a la consagración en un mundial. El bello trofeo dorado está reservado a apenas un puñado de grandes futbolistas, y ciertamente Messi tenía una deuda que saldar. Con él mismo y también con su selección. Porque, pese a su brillante carrera, y a los innumerables títulos alcanzados y reconocimientos individuales, sin una Copa del Mundo el curriculum de esta mega estrella quedaba incompleto.

En Qatar Messi fue determinante. Es curioso que en su adultez futbolística haya podido ser más decisivo para su selección, sin la explosión y velocidad que exhibió en el peak de su carrera, cuando con su habilidad sobrenatural y capacidad goleadora, ayudó a transformar al Barcelona en una potencia mundial.

La extraordinaria final con Francia fue el broche de oro. Lionel pudo por fin alzar ese trofeo tan deseado. Besar esa Copa a la que tuvo que mirar de reojo con profunda tristeza y decepción 8 años antes, cuando los alemanes lo privaron de ese sueño en el Maracaná. Las derrotas sucesivas con Chile en Copa América estuvieron muy cerca de tumbarlo, y hasta amagó con un retiro definitivo de su selección. Pero finalmente fue consciente que pese a todos los trofeos obtenidos, éstos jamás serían suficientes para que pudiese sentarse en la mesa de los más grandes futbolistas de la historia.

Ahora que es campeón del mundo, Messi ya está en ese podio. En general hay consenso que desde ahora Lionel le hace compañía a Pelé y Maradona en el Olimpo del fútbol. El debate sobre quién es el mejor de todos los tiempos suma un nuevo actor. Lamento decepcionarlos, pero respuesta definitiva no hay, porque ésta es una discusión que divide aguas y en la que es imposible ponerse de acuerdo.

Son tres generaciones distintas, de momentos diferentes en la historia del fútbol. A nuestros padres y abuelos les parece una afrenta comparar a cualquier jugador con Edson Arantes Do Nascimento, ganador de tres mundiales de fútbol. No uno, ¡tres!. Y el primero, con 17 años. Si se trata de Copas del Mundo, lo de Pelé no tiene parangón. Así de simple. Un adelantado a su tiempo, el primer súper atleta en este deporte. Una pantera en la cancha, veloz, hábil y capaz de definir de derecha, izquierda y con un rechazo que lo convirtió en uno de los mejores cabeceadores del mundo. Un futbolista completo, que brilló en una época en la que no existían las tarjetas amarillas, que volaba en la cancha con un balón mucho más pesado que el actual, con zapatos de una tonelada y en terrenos que hoy serían considerados potreros.

Es el mejor jugador del siglo pasado, según la FIFA, en votación en la que participaron entrenadores y funcionarios internacionales de la Federación Internacional. Para muchos de los que tienen más de 40 años, nos es difícil aceptar que haya surgido un jugador superior a Diego Armando Maradona. Porque si se trata de la mejor participación de un futbolista en un mundial, ni siquiera la Messi ahora en Qatar, se acerca a la descollante actuación del “Pibe de Oro” en México 86. Todos sus compañeros fueron actores de reparto. El segundo gol ante los ingleses en el Azteca, el mismo día de la mano de Dios, fue su obra maestra hasta ahora no igualada: el mejor gol de la historia de los mundiales.

Pero no sólo eso. Maradona transformó la vida de millones de personas. En Argentina y en muchos rincones del mundo. Con Maradona, el Napoli, un equipo de segundo orden en Italia, representante del sur pobre de la península, consiguió los dos únicos títulos que hasta hoy ostenta ese equipo en la Serie A, además de un campeonato de Europa. Lo suyo allí fue mágico. Dejó una marca imborrable, al punto que el estadio de la ciudad, que llevaba el nombre de San Paolo, el santo patrono, fue rebautizado con el nombre de Maradona tras la muerte del crack.

La carrera de Maradona duró menos que la de Pelé y Messi, pero su impronta revolucionaria, su postura crítica con el poder, su vida de barro y lujo, el reconocimiento de sus pecados y su súplica de perdón a estadio lleno, con la frase celebérrima: “la pelota no se mancha”, lo convirtieron en un dios terrenal. También, según la FIFA, el mejor jugador del siglo pasado, pero en la votación popular. Diego, Pelé y ahora Messi. ¿Quién es el mejor de todos los tiempos?. Al final es cuestión de paladar.