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Columna de Fernando A. Tapia: “Alexis y diez más”

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POR Andres Sepúlveda |

“En apenas 45 minutos, ratificó que hoy es el mejor jugador chileno en el extranjero”, dice Fernando A. Tapia: “Hay que definir los roles de Vidal y Medel, dos enormes futbolistas, que hoy por rendimiento ya no tienen el cartel de imprescindibles”.

El resultado práctico del triunfo de Chile ante Paraguay en el último amistoso de la selección es que el proceso clasificatorio para el próximo mundial seguirá encabezado por Eduardo Berizzo.

Al equipo le urgía un triunfo, porque aunque a veces sea incómodo y suene exagerado, hay una máxima imposible de cambiar: en el fútbol mandan los resultados. Y hasta antes del duelo con los paraguayos, la realidad es que el proceso pendía de un hilo, estaba al borde del abismo, y los propios dirigentes, más allá de las declaraciones de respaldo hacia el entrenador, eran conscientes de que un nuevo tropiezo habría sepultado las posibilidades de continuidad.

Lo que era un murmullo en las horas previas, en relación con las posibilidades de tener que encontrar un nuevo nombre para la cabina técnica de la Roja, se acentuó en los pasillos del Monumental en el entretiempo, luego de ir al descanso en desventaja ante una selección paraguaya que vino a Santiago a jugar un partido en serio.

Pero todo cambió en el segundo tiempo, con el ingreso de Alexis Sánchez, el mismo que días antes del duelo, en una entrevista con TVN, dio por sepultada a la generación dorada, y llamó al medio a confiar en una nueva camada de jugadores, que tendrá que marcar su propio camino. Con mensajes para los más jóvenes, con críticas incluso al conformismo prematuro de muchos de los nuevos futbolistas, Alexis se mostró mucho más maduro, asumiendo un liderazgo fuera de la cancha que por años optó por delegar en otros. Y en la cancha, en apenas 45 minutos, ratificó que hoy por hoy es el mejor jugador chileno en el extranjero, guiando a la selección a un triunfo con el que se rompió la peor racha de la roja en toda su historia.

El delantero del Olympique de Marsella llevó también su madurez al campo de juego, y empujó la reacción del equipo con un gol y una avivada que provocó el autogol del arquero paraguayo. El ingreso, también en el segundo tiempo, de Alexander Aravena, le brindó por fin al equipo algo de aire fresco. La dupla de ataque se entendió bien, y alcanzó para provocar algo de ilusión para el duro desafío que hay por delante.

Es una lástima que la dirigencia haya resuelto jugar un solo partido en esta fecha FIFA. Habría sido muy útil para ir consolidando desde ya lo bueno que mostró el equipo en el segundo tiempo. Y también para buscar otras alternativas en defensa y mediocampo, zonas en las que persisten las dudas.

El triunfo dejó con vida el proceso de Berizzo. Pero el entrenador sigue en deuda en la búsqueda de una identidad, de funcionamiento y más opciones de recambio. Y, especialmente, para definir los roles de Arturo Vidal y Gary Medel, dos enormes futbolistas, que hoy por rendimiento ya no tienen el cartel de imprescindibles. Para Chile las clasificatorias comenzarán en septiembre con una sola gran convicción: es Alexis y diez más.