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Columna de Fernando Agustín Tapia: “El plan fantasma”

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POR Equipo Radio Pauta |

“¿Dónde está el famoso plan de Cagigao? ¿Es posible que el fútbol chileno se haya gastado cerca de 800 mil dólares para financiar a un supuesto experto que no dejó nada?”, nos dice Fernando Tapia.

El exfutbolista y actual entrenador Nicolás Córdova fue anunciado esta semana como el nuevo jefe técnico de las tres categorías menores de la selección nacional: de la Sub-15, la Sub-17 y la Sub-20. Un rol clave dentro de la estructura del fútbol chileno, considerando que deberá enfrentar el importante desafío de concretar la anhelada y necesaria renovación que le urge a la adulta.

Según las propias palabras del Presidente de la ANFP, Pablo Milad, el nombre de quien ahora asume no es lo más relevante, porque detrás de él debiera haber una sólida institucionalidad basada en una política de desarrollo que se ha trabajado en los últimos años, diseñada, se supone, por quien vino especialmente a eso: Francis Cagigao.

El hispano-británico ya no está, luego que se decidiera que su trabajo ya estaba encaminado, según el comunicado de la Federación que a continuación cito, una “política integral para el desarrollo de todas las selecciones menores, estableciendo una nueva estructura que perdure en el tiempo”. Eso se nos dijo, y se repitió cada vez que surgieron válidas críticas respecto del rol de Cagigao, cuya función siempre se vio más emparentada con la de un coordinador del trabajo de las selecciones. Un funcionario de rango menor en relación con el pomposo cargo que ostentaba, el de director deportivo de la Federación de Fútbol de Chile.

La verdad es hija del tiempo. Hace unos días, en entrevista con Radio Agricultura, el actual gerente de selecciones de la ANFP, Rodrigo Robles, reconoció que el plan a partir del cual comenzará a trabajar el recién nombrado Nicolás Córdova, fue construido apenas durante el primer semestre de este año. Y entonces es válido preguntarse: ¿dónde está el famoso plan de Cagigao? ¿Es posible que el fútbol chileno se haya gastado cerca de 800 mil dólares para financiar a un supuesto experto que no dejó nada? ¿Es que a caso la corruptela de asesorías fantasmas que vemos en la política se repite también en el fútbol?

La confesión de Robles es escandalosa. Y representa un nuevo capítulo de una sarta de mentiras que tarde o temprano terminan por develarse en la ANFP.Sólo por transparencia, Pablo Milad debiera aclarar perentoriamente cuál fue el fruto que dejó el paso de Cagigao en Chile. Y además exhibirlo públicamente.

Hay sólo dos opciones, ambas impresentables: o no hizo nada para lo que fue contratado; o lo que dejó fue tan malo que la propia ANFP, según reconoció su gerente de selecciones, debió construir en tiempo récord un nuevo plan. El despilfarro de dinero que a todas luces significó este capítulo, que se enmarca en la severa crisis económica por la que atraviesa una corporación técnicamente quebrada, perfectamente podría ser un argumento válido para que el Consejo de Presidentes pidiera la censura de la directiva encabezada por Milad.

Pero sabemos lo difícil que es pedir de los dirigentes, salvo honrosas excepciones, algo de sentido común. Por ahora constatamos hechos. Francis Cagigao fue anunciado y contratado con bombos y platillos, estuvo dos años, cobró, se fue, y nos dejó un plan fantasma.