Columna de Fernando Tapia: “Demanda universitaria”
Nunes y Álvarez se cuadran sobre aumentar el número de jugadores citados para cada partido. “Estamos rezagados en esta norma específica”, aseguró Fernando Tapia.
Primero fue el técnico de la Universidad Católica, el brasileño Tiago Nunes; luego se sumó el entrenador de la “U”, el argentino Gustavo Álvarez. Ambos estrategas han iniciado una demanda que, pese a toda su lógica, por ahora no ha encontrado respaldo en el mundo directivo. Hablamos de la sugerencia de aumentar el número de jugadores citados para cada uno de los partidos de la competencia local.
Actualmente en Chile los entrenadores deben arman una lista de 18 futbolistas para los compromisos de la Primera División. Con los cinco cambios permitidos en cada encuentro, es un hecho que la cifra de apenas 7 en el banco ha quedado totalmente obsoleta. De hecho, en Sudamérica, sólo Colombia tiene una norma parecida a la nuestra. En las ligas más competitivas del continente, como las de Brasil y Argentina, los técnicos están habilitados a llevar hasta 12 jugadores suplentes. Cifra también permitida en Paraguay, Ecuador, Venezuela y Bolivia. En Uruguay llevan 10 futbolistas al banco, mientras que en Perú admiten 9 para la alternativa. En otras palabras estamos rezagados en esta norma específica, que si bien puede parecer un detalle menor, no es tan así.
De hecho este aparente pequeño cambio solicitado por los entrenadores de la Católica y la “U”, bien podría transformarse en una inyección práctica para el fortalecimiento de las divisiones inferiores, cuyos jóvenes muchas veces deben aceptar ver los partidos desde la tribuna, ante la escasez de cupos para ir al banco de suplentes. Si se trata de brindar más oportunidades a nuestros futbolistas jóvenes, la sugerencia de los entrenadores de los equipos universitarios es de toda lógica. Imaginen la ganancia que para esos jugadores que recién conviven con el profesionalismo implicaría poder concentrar con el primer equipo; relacionarse con los de mayor experiencia y, mejor aún, tener la posibilidad de ser considerados en un partido. Para los entrenadores, por cierto, más oportunidades para encontrar soluciones y modificar el rumbo de un encuentro con otras variantes.
Lamentablemente la recomendación de Tiago Nunes, apoyada por Gustavo Álvarez, hasta ahora, no ha tenido gran recepción en quienes finalmente deciden: los presidentes de clubes que, al final, son los que fijan las normas de la competencia. La razón es muy clara: económica. Los clubes han optado por ahorrarse el dinero que implicaría más jugadores incorporados a las citaciones. Traslados, hoteles y alimentación, además de los premios que muchos planteles fijan para todo los jugadores convocados por partido. No se trata de un gran volumen de dinero, pero sabemos que cuando hay que ahorrar las instituciones del fútbol chileno se han mostrado muy eficientes, aunque en este caso deberíamos hablar más bien de tacañería. En general una actitud que se observa en todo lo que tiene que ver con el fútbol joven; también en lo relacionado con la seguridad.
La pequeña visión de futuro de buena parte de nuestros clubes queda muy bien reflejada en detalles como éste, y que dos entrenadores extranjeros, precisamente provenientes de países que son potencia, nos enrostran de manera muy diplomática, como si fuera una simple demanda universitaria.