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Columna de Fernando Tapia: Siempre se puede estar peor

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POR Equipo Radio Pauta |

En su columna, Tapia escribe sobre la crisis deportiva en el centenario de Colo Colo, las apuestas en línea de Arturo Vidal y la venta de O’Higgins, vinculada a Christian Bragarnik. “Todo ocurre ante la pasividad general del medio, y especialmente de nuestros honorables en el Parlamento, alguno de los cuales recién se enteran cómo funciona del fútbol”, comenta.

Ha sido una semana de aquellas, de esas con noticias que nos mantienen en el pesimismo. Colo Colo entró derechamente en una crisis deportiva y, si bien el mal juego y pésimos resultados concentran el interés público, lo peor ha ocurrido fuera de la cancha. Que un grupo de jugadores, y también el entrenador, hayan tenido que dar explicaciones a barrabravas, en dependencias del estadio Monumental, es la demostración de que el club está sometido a las presiones y amenazas de los mismos que han contribuido a este pésimo momento institucional.

Porque esa conversación no fue un gesto de buena onda, como se ha querido decir, sino la consecuencia del apriete que el mismo plantel y el cuerpo técnico sufrieron tras el regreso a Santiago desde Quillota la noche en que el equipo fue humillado por Deportes Limache y quedó eliminado de la Copa Chile. Aníbal Mosa guardó silencio cuando se le consultó sobre el encuentro de sus jugadores con barristas del ala más radical de la Garra Blanca, como informó el diario La Tercera, pero sí dijo que el club se mantenía alineado con la postura del Ministerio de Seguridad. Evidente contradicción la del presidente de Blanco y Negro, ya que el Ministro Cordero ha sido enfático a calificar a las barras bravas como parte del crimen organizado.

Es una pésima y preocupante señal la que vuelve a dar Colo Colo, que al mismo tiempo pretende aminorar las sanciones de Conmebol por los hechos de violencia. Ya quisieran los miles de hinchas del club, la gran mayoría de ellos, una oportunidad de entrar como Pedro por su casa al Monumental para recibir en boca de sus jugadores una explicación por el mal momento futbolístico.

No ha sido lo único. Arturo Vidal, líder y referente del club, ha dado un paso peligroso. Entre sus emprendimientos ahora figura como dueño de una casa de apuestas en línea, y se aventuró a publicitar las cuotas para el partido de Limache y Colo Colo, donde él mismo estuvo en la cancha. Un acto que si bien no es ilegal, bordea los límites que al respecto establece la propia FIFA, y que también alimenta legítimas sospechas sobre la integridad del juego, el Fair Play y la transparencia. La ANFP, como siempre, brilla por su ausencia. Nadie dice algo, porque hay tejado de vidrio.

La regulación de esta industria se sigue discutiendo en el Congreso con la misma lentitud con la que se ha enfrentado la reforma a las sociedades anónimas deportivas. Lo de Vidal es un pelo de la cola con la que pronto se oficializará con el club O’Higgins. La familia Abumohor bajó los brazos y se rindió. El equipo celeste será vendido al Grupo Caliente de México, dueño de tres clubes en ese país, dos de ellos de la primera división azteca. Y también controlador de más de 40 casinos en ese país, físicos y en línea. La oferta por el club rancagüino la trajo el representante de futbolistas argentino Christian Bragarnik, el mismo que ha sido socio de los hermanos Pini, dueños de Unión La Calera. ¿Qué mejor ejemplo de multipropiedad y conflictos de intereses?, los males que precisamente busca corregir la nueva legislación. Todo ocurre ante la pasividad general del medio, y especialmente de nuestros honorables en el Parlamento, alguno de los cuales recién se enteran cómo funciona del fútbol. Siempre se puede estar peor.