Columna de Fernando Tapia: “Los efectos del supremazo”

“Que un fallo judicial detenga conductas como ésta es siempre una buena noticia, sobre todo en un país que se ha mal acostumbrado a normalizar los abusos e injusticias”, escribe el periodista de Pauta en su columna y advierte cómo afecta a la ANFP.
La Corte Suprema confirmó esta semana la millonaria multa de cerca de US$ 28 millones contra el Canal del Fútbol, actual TNT Sports, por prácticas monopólicas en el mercado televisivo de los partidos del campeonato profesional del fútbol chileno.
La sanción había sido aplicada por el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC), y apelada por el afectado ante el máximo tribunal de justicia. La decisión, que implica la multa individual más alta de la historia contra conductas anticompetitivas en el mercado, fue celebrada por la Fiscalía Nacional Económica (FNE), ya que establece una clara señal para poner freno a los abusos que, según el fallo, protagonizó el CDF entre los años 2017 y 2020.
En lo fundamental castiga la práctica del canal de televisión de obligar a los cableoperadores, y por consiguiente a los abonados, a contratar la señal básica para acceder a los planes Premium y de Alta definición (HD), con le que se configuró el delito de abuso de posición dominante.
Que un fallo judicial detenga conductas como ésta es siempre una buena noticia, sobre todo en un país que se ha mal acostumbrado a normalizar los abusos e injusticias.
La decisión de la Corte Suprema cayó como una bomba en TNT, ya que amenaza seriamente la sustentabilidad del negocio. El motor económico del fútbol, el principal socio comercial de la ANFP, está hoy operando casi con pérdidas, debido al deterioro general de la actividad, y el fallo judicial pone en tela de juicio el cómo podrá seguir operando hacia adelante. Pero no son los únicos. El Supremazo es también un golpe bajo para la propia Asociación Nacional del Fútbol. El responsable de pagar la millonaria multa es TNT, pero en el contrato firmado en 2019 por Turner con los antiguos dueños se estableció una cláusula de responsabilidad ante situaciones como ésta.
En efecto, al momento de la venta del canal, la ANFP era propietaria del 80% y la empresa de Jorge Claro del restante 20%. De esta manera, y considerando que fallo sanciona dos años de prácticas contra la libre competencia bajo la responsabilidad de los antiguos controladores, es decir 2017 y 2018, en TNT se aprestan a cobrar esa parte bajo el concepto de deudores solidarios. En palabras simples, de los US$ 28 millones, la ANFP deberá responder por poco más de US$ 11 millones.
Así las cosas, la crisis económica de la asociación que reúne a los clubes profesionales amenaza con dejarlos a un paso de la quiebra. Es un hecho que ha debido reducir drásticamente sus costos operaciones, con despidos masivos de funcionarios, y con presupuestos que, por ejemplo, le impidió poner fin al ciclo de Gareca en la Selección ante la falta de recursos para pagar indemnizaciones.
Y el panorama podría ser aún peor en los próximos dos meses, cuando nuevamente la Corte Suprema deba resolver la apelación de la misma ANFP ante la demanda que en su contra entabló el propio TNT, que reclama una compensación económica cercana a los US$ 40 millones por las 6 fechas que no se jugaron tras el estallido social y la Copa Chile no disputada el año 2020. En otras palabras un caos total, una crisis terminal, agudizada por la falta de liderazgos y propuestas por parte de quienes hoy están a la cabeza del fútbol.