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La columna de Fernando Tapia: “De rodillas ante la TV”

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POR Equipo Radio Pauta |

Fernando Agustín Tapia explica la complicada posición en la que se encuentra la ANFP contra su principal socio, TNT Sports: “No sólo perdieron en tribunales, ocasionándole al fútbol el golpe económico más letal de su historia, sino que además dilapidaron sus capacidades de decisión, quedando en los hechos de rodillas ante la TV”.

En una de las semanas más noticiosas del año, con el debate post superclásico, y una nueva víctima fatal a cuestas en una cancha; la inminente decisión de las sanciones por parte de Conmebol por los graves incidentes en el partido de la “U” con Independiente en Avellaneda; y el cierre de las eliminatorias sudamericanas que al mismo tiempo supone el inicio de una nueva etapa para la Selección, ya sin ningún integrante de la generación dorada, se desarrollan sigilosamente las negociaciones más relevantes de los últimos tiempos para el fútbol chileno.

Una comisión designada por el Consejo de Presidentes, que insólitamente incluye a algunos dirigentes responsables del caos (los mismos que rechazaron el preacuerdo al que había llegado la administración de Sebastián Moreno hace cinco años), intenta evitar que a partir del próximo viernes la cadena TNT ejecute los primeros descuentos a los aportes por los derechos de televisión, luego que la justicia decretara una millonaria multa contra la ANFP por los partidos no disputados durante el estallido social y la pandemia. Son más de 34 mil millones de pesos que los clubes tendrán que pagar a todo evento a su principal socio comercial a modo de indemnización.

El canal dueño de los derechos está dispuesto a postergar el cobro, y negociar un método de pago en cuotas, siempre y cuando el fútbol proponga más partidos para su pantalla y, especialmente, sistemas de torneos que resulten más atractivos comercialmente.

El regreso de los campeonatos con playoffs es visto con buenos ojos por la cadena, ya que implica más encuentros con capacidad de elevar la sintonía y, por ende, más hitos televisivos que ayudarían a mejorar las deterioradas cifras de abonados.

Pese a que hay una mayoría que rechaza el cambio de formato, porque reduce el interés del público en la fases regulares y, principalmente, no siempre premia al mejor equipo del año, aumentando el peso del azar o el de una mala tarde, hay clubes a los que no les molestaría la vuelta al sistema. Se trata coincidentemente de las instituciones bajo el control de representantes de futbolistas, que se entusiasman con la posibilidad de dos ventanas amplias de mercados en el año para la transferencia de jugadores. Para ellos, está claro, no vale la mirada de largo plazo ni mucho menos una preocupación por el desarrollo de proyectos deportivos. El tema es comprar y vender, tantas veces como sea posible, porque ese es su negocio.

De todas maneras hay otras fórmulas, como la creación de un tercer campeonato, el que debería entregar al menos un cupo a la Copa Libertadores para asegurar el interés de los clubes, y no jugar por cumplir con la nueva cuota de partidos que exige el canal de televisión.

Todo está sobre la mesa. Sin embargo no es el único punto de desencuentro con la cadena: TNT, aprovechando la débil posición de su contraparte, también aspira que la ANFP asuma su cuota de responsabilidad por los contratos ejecutados en la era en la que ejercía la propiedad del entonces CDF, y que fueron también sancionados con una millonaria multa por parte de la Corte Suprema, por abuso de posición dominante entre los años 2017 y 2020.

De los US$ 28 millones de dólares que debe cancelar el canal de TV, la mitad debería ser asumida por el fútbol. Fuentes bien informadas de las negociaciones, confirman que éste ha sido el punto de mayor distancia para llegar a un acuerdo. El tiempo corre en contra de la ANFP. Está obligada a ceder. Hicieron todo mal; patearon la mesa y decidieron ir a la guerra judicial con su principal socio. No sólo perdieron en tribunales, ocasionándole al fútbol el golpe económico más letal de su historia, sino que además dilapidaron sus capacidades de decisión, quedando en los hechos de rodillas ante la TV.