La columna de Fernando Tapia: “El último botín”
En su columna de opinión para Pauta, Fernando Tapia critica a Pablo Milad por negociar “en completo sigilo” un comprador para los derechos televisivos de La Roja. “No vaya a ser cosa que los mismos que han demostrado su total ineptitud, para gestionar y administrar, pretendan, antes de irse, quedarse con un último botín”, advierte el periodista.
Hay que estar muy atentos a lo que está sucediendo tras bambalinas en la ANFP. En estos días la comisión designada por el consejo de presidentes afina los detalles de un preacuerdo al que llegó con la cadena TNT para saldar su deuda de más de US$ 34 millones, ratificada por la Corte Suprema, por los partidos no disputados luego del estallido social y la pandemia.
El canal de televisión está dispuesto a entregar facilidades de pago siempre y cuando los clubes se comprometan a entregar más partidos para la pantalla y, especialmente, terminar con los constantes recesos de la competencia profesional.
Sin ir más lejos ahora mismo los torneos de Primera División y Primera B, estarán detenidos por más de un mes debido a la realización del campeonato mundial sub 20, que la FIFA entregó a Chile como premio de consuelo, luego de bajarlo como anfitrión de la Copa del Mundo adulta de 2030.
Los aportes económicos de TNT no se detendrán pese a la casi nula existencia de partidos televisados en esta pausa (se disputarán sí los duelos pendientes). Fuentes bien informadas en las negociaciones confirman que la cadena dueña de los derechos televisivos exige que desde ahora se asegure el fútbol durante los doce meses del año, lo que podría traducirse en tres campeonatos por temporada (Torneo Nacional, Copa Chile y Copa de la Liga) que obligaría iniciar las actividades máximo a fines del primer mes del año, para finalizar las primera quincena de diciembre.
Volver a los playoffs es de interés de TNT, pero se asume que su implementación podría ser muy compleja dada la escasa capacidad del fútbol para programar con poco tiempo de antelación, debido a las exigencias de la autoridad administrativa para brindar seguridad.
Si el preacuerdo se ratifica en el consejo de presidentes, habrá un respiro grande para el fútbol, porque la cadena televisiva tiene en sus manos un dictamen judicial que le permite cobrarse ahora mismo la millonaria deuda. Sería la palada final para una industria en crisis, técnicamente en quiebra.
Paralelamente, y en completo sigilo, la directiva de Milad ha iniciado los primeros sondeos para encontrar comprador de los derechos televisivos de la Selección para el próximo proceso mundialista. Las tres eliminaciones consecutivas de los campeonatos del mundo han provocado que la valoración del producto, otrora estrella y motor económico de la ANFP, esté por el suelo. Se estima que el precio podría ser apenas un tercio de lo que valía hace ocho años.
Sin embargo aquí surgen varias preguntas: ¿Debe la directiva de Milad, cuestionada por su notoria incapacidad de gestión, ser la encargada de llevar adelante estas negociaciones?; ¿Es sano que los actuales dirigentes encabecen este negocio cuando el Congreso está a un paso de establecer la separación de la ANFP y la Federación?; ¿Se puede definir un precio adecuado cuando todavía la FIFA no resuelve el formato de las próximas clasificatorias?
Está claro que no tiene mucho sentido adelantar esta negociación en las actuales circunstancias. Sólo la crisis económica del fútbol chileno explica el apuro. Pero no es sano comprometer los recursos que deberían ser negociados y administrados por los futuros dirigentes de la Federación, otros y no los que hoy están, cuando el organismo del cual dependen todas las selecciones nacionales esté plenamente separado de la ANFP. No vaya a ser cosa que los mismos que han demostrado su total ineptitud para gestionar y administrar pretendan, antes de irse, quedarse con un último botín.