La sombra del mal comportamiento vuelve a posarse sobre la hinchada de la "Roja"

El triunfo por 3-2 ante Paraguay marco el regreso a los triunfos del equipo nacional. La selección dirigida por Eduardo Berizzo se reencontró con el gran público en el estadio Monumental que, a pesar de las dudas, fue repletado por los hinchas. 

Una gran convocatoria que tuvo el contraste, que lamentablemente se viene haciendo una mala costumbre: los cantos homofóbicos y xenófobos de la hinchada. Anoche nuevamente resonaron insultos de este tipo desde la "marea roja" con el objetivo de menoscabar o "cargar" al equipo visitante.

Un problema que no logra resolverse, considerando el historial de sanciones que tiene la selección chilena en los últimos años, en que la Conmebol ha endurecido las penas por este tipo de actos discriminatorios.

En el año 2016, Chile lideró el ranking por castigos de la FIFA productos de los malos comportamientos de los hinchas. En esa oportunidad, La Roja, acumuló once sanciones por cantos homofóbicos, principalmente. En esa oportunidad, Brasil, Perú, Colombia, Uruguay y Argentina fueron los países afectados por el mal comportamiento de los chilenos. En segundo lugar, quedó México, con su cántico tradicional homofóbico, el cual es dedicado a los arqueros rivales.

La historia se siguió repitiendo, en mayo del 2022, Chile nuevamente fue sancionado por cánticos discriminatorios ante la Selección de Argentina en Calama. En esa ocasión, la FIFA lo sancionó con 80 mil francos suizos, además de un partido con aforo reducido.

Asimismo, Chile se repitió el plato, y se agregó otra sanción, 15 mil francos suizos más por lanzamientos de objetos e ingreso de hinchas ante Uruguay en San Carlos de Apoquindo. Todos por encuentro de clasificatorias, rumbo al mundial de Qatar 2022.

Ante los hechos ocurridos en el encuentro ante Paraguay, la "Roja" arriesga una nueva sanción para la siguiente fecha Fifa, la cual podría materializarse en junio de este año. 

Actitud preocupante de la hinchada nacional, que se traduce en castigos de dinero a la ANFP o de aforo para los partidos, tal como viene siendo una lamentable tónica en los últimos procesos mundialistas.