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El hombre que cambió para siempre la NBA

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Charles Krupa/Associated Press
POR Periodista Practicante |

A los 77 años murió David Stern, el excomisionado que impulsó el básquetbol norteamericano y lo convirtió en un espectáculo a nivel mundial.

El 12 de diciembre de 2019, el mundo del básquetbol mostraba una cara distinta. La energía propia de una temporada histórica para varias de las franquicias, pasaba a ser preocupación y nerviosismo. Uno de los emblemas del deporte, que fue esencial para profesionalizar e impulsar su desarrollo a nivel planetario, había sufrido una hemorragia cerebral.

David Stern, quien por 30 años fue el comisionado de la NBA, estaba grave. Lo decían los médicos y así también lo entendían los jugadores que vieron cómo sus carreras despegaban bajo la gestión del exabogado. Ellos mismos lo despidieron en el primer día de 2020.

A los 77 años, quien se mantuviera en el puesto hasta 2014, mismo año en el que fue incluido en el Salón de la Fama del Baloncesto Naismith Memorial, dejaba de existir en Estados Unidos.

Considerado como el hombre responsable del despegue de la liga norteamericana, su legado permitió aumentar los ingresos, obtener mayor visibilidad y potenciar a algunas de las más grandes figuras del baloncesto. Michael Jordan, considerado el mejor de la historia, y LeBron James, quien recientemente lo superó como uno de los máximos anotadores, debutaron bajo su gestión.

Su legado, sin embargo, comenzó cuatro años antes de convertirse en el hombre más influyente de la NBA. En 1980 fue nombrado vicepresidente ejecutivo, cargo bajo el cual debía supervisar y resolver todo lo relacionado con la parte comercial y legal de la industria. Aquella labor fue valorada de tal manera, que hacia 1984 se convertía en el cuarto comisionado de la hisoria.

Crecimiento exponencial

Al tomar la posta, la carrera pasaba por su tramo más complejo. Existían conflictos monetarios, las ganancias y patrocinios iban a la baja, y los casos de doping aumentaban: el clima era de todo menos ideal.

Una de sus primeras medidas fue establecer castigos para quienes compitieran con sustancias ilícitas en su organismo, a pesar de que el básquetbol no estaba asociado con ninguna de las agencias antidopaje a nivel mundial.

Las distintas estrategias comerciales aplicadas por Stern provocaron que a partir de 1984 se produjera un aumento de 250.000 dólares al año a más de 5 millones de dólares en el sueldo de los propios jugadores.

David Stern presenta a Michael Jordan como el 23 de Chicago Bulls. Créditos. nbcchicago.com
David Stern presenta a Michael Jordan como el 23 de Chicago Bulls. Créditos. nbcchicago.com

Ese mismo modo de potenciar la marca le permitió agregar siete nuevos equipos e incluso cambiar seis de las franquicias existentes. Los Charlotte Hornets, Miami Heat, Orlando Magic, Minnesota Timberwolves, New Orleans Pelicans, Vancouver Grizzlies -luego Memphis- y Toronto Raptors se sumaron.

Con más plantillas en competencia, la atención se volvió mayor tanto para los espectadores como para las empresas del rubro de la televisión. Precisamente esto último permitió que los ingresos por concepto de transmisiones crecieran 40 veces.

Con Stern al frente, la NBA abrió 13 oficinas en todo el mundo, organizó juegos de temporada regular fuera de Estados Unidos y fundó la liga profesional femenina (WNBA).

Su influencia en el Dream Team

Cuando Earvin “Magic” Johnson había sido diagnosticado con VIH en 1991, las posibilidades de que pudiera seguir compitiendo no se veían muy claras. Sin embargo, fue el propio Stern quien, además de promover campañas para concientizar sobre el tema, le permitió ser parte del mejor equipo de la historia.

Encabezados por el mismo Johnson, Michael Jordan y Larry Bird, secundados por Charles Barkley, Clyde Drexler, Patrick Ewing, Karl Malone, Chris Mullin, Scottie Pippen, David Robinson, John Stockton y Christian Laettner, mostraban un juego en cancha incomparable con los otros países que acudieron a la cita.

La difusión que obtuvo el básquetbol gracias al excomisionado que más tiempo estuvo en su puesto fue esencial para la construcción de uno de los mayores hitos del deporte olímpico moderno: el Dream Team de Barcelona 92. 

Cuando las redes sociales todavía no existían, cuando la difusión del deporte era compleja y cuando todo parecía indicar que el básquetbol seguiría el curso lento y tormentoso que había tenido hasta 1980, David Stern se convirtió en el Mesías del deporte.

Tanto así que, sin él, la NBA simplemente no sería.