Reforma a Fonasa permitirá que hombres sean carga de sus cónyuges

El proyecto de ley establece que el impedimento actual atenta contra la igualdad garantizada en la Constitución. El ajuste implica un costo fiscal de US$1,3 millones en régimen, siendo la única medida de este proyecto que tiene costo para las arcas del Estado.

Una novedad inesperada que corrige un anacronismo contiene el proyecto de ley que fortalece las facultades del Fondo Nacional de Salud (Fonasa), ingresado este miércoles a la Cámara de Diputados. Entre sus disposiciones, la iniciativa propone permitir que un hombre que no cuenta con ingresos propios pueda ser carga de su cónyuge cuando ella cotiza en el seguro público. La distinción también aplica a quienes suscriben un acuerdo de unión civil.

En la propuesta enviada por el Presidente Sebastián Piñera, se señala que la normativa actual que lo impide “resulta muy controvertida si tenemos presente que la Constitución Politica de la República asegura a todas las personas el derecho a la igualdad ante ante la ley. Este proyecto concreta el principio de igualdad, eliminando la diferenciación en esta materia”.

No es primera vez que se plantea este avance: en mayo de 2017, un grupo transversal de parlamentarios liderados por la diputada Maya Fernández (PS) presentó una moción que buscaba permitir que cualquiera de los cónyuges fuera carga del otro. Sin embargo, la propuesta no fue puesta en debate.

En el informe financiero de la iniciativa del Ejecutivo, se precisa que todo el costo fiscal de la reforma a Fonasa recae en el mayor gasto asociado a este punto. Esto implica que las otras dos medidas, como son la posibilidad de derivar a los asegurados para que reciban atención en otros centros públicos o privados y la eliminación de los topes de cobertura en la modalidad de libre elección, no tendrían impacto fiscal.

La razón del mayor gasto para el Fisco asociado al equilibrio de género en las cargas, se explica considerando que los hombres carentes de recursos están el el grupo A de Fonasa y pueden recibir atención de salud gratuita; pero al pasar a ser carga de sus cónyuges, cambiarán a grupos B, C o D, según corresponda, accediendo así a la modalidad de libre elección, que les permite elegir dónde atenderse con un copago. 

Para calcular el costo fiscal implicado, se identifica al total de hombres carentes de recursos que se encuentren en matrimonio o bajo un acuerdo de unión civil con mujeres empleadas cotizantes en Fonasa en los tramos B, C y D. Usando datos de Casen 2017 y de otras fuentes, se llega a una cifra de 45.912 hombres entre 18 y 65 años en esta condición.

Si se estima el gasto eventual en libre elección de este grupo, se llega a una cifra -que al quinto año de aplicación de la reforma- llega a $911.835.000 (equivalentes a poco más de US$ 1,3 millones), considerada como gasto permanente asociado a este cambio.

Este ajuste en materia de equidad de género en el plano civil se suma a otras medidas en el mismo sentido, contenidas en el proyecto de ley previsional. Entre ellas, se propone mejorar las pensiones de “otros sobrevivientes” (como los hijos) en caso de homicidio, femicidio o parricidio para impedir que el homicida de su pareja reciba la pensión de sobrevivencia que ella deje, como ocurre hasta hoy.