Economía

¿Cuál es la realidad previsional de los extranjeros que llegan a trabajar a Chile?

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Agencia Uno
POR Maria del |

El investigador del CEP Álvaro Cordero asegura que la proporción de cotizantes es mayor entre los ocupados y afiliados extranjeros que entre los chilenos.

Este lunes 5 de agosto se presentó en el Centro de Estudios Públicos el libro “Inmigración en Chile: una mirada multidimensional”, editado por Rodrigo Vergara e Isabel Aninat. Uno de los capítulos del libro está dedicado a revelar las diferencias entre chilenos y extranjeros en el ámbito previsional. Entre sus conclusiones plantea, por ejemplo, que los inmigrantes exhiben menores tasas de afiliación al sistema de pensiones que los locales, pero también revela que entre los trabajadores ocupados y afiliados, los inmigrantes muestran mayor cantidad de cotizantes que los chilenos. 

“Lo que nosotros revisamos para el tema previsional, dada la legislación chilena, es que uno cuando accede a un contrato de trabajo instantáneamente pasa al sistema previsional. Entonces creemos que una variable muy relevante para explicar la probabilidad de estar afiliado o no es la cantidad de años que uno lleva expuesto al mercado laboral chileno”, explica Álvaro Cordero, autor del capítulo sobre las pensiones, en conversación con PAUTA Bloomberg

Bajo el título “La realidad previsional de los inmigrantes en Chile” y basado en los datos de la encuesta Casen, Cordero plantea que en el caso particular de los inmigrantes se da un salto muy importante después del primer año de estadía en el país en la probabilidad de afiliarse. “Es el único año que tiene un efecto por sí solo. Nosotros creemos –y esta es la hipótesis que nosotros levantamos en el capítulo– que los requisitos de las permanencias definitivas en Chile, que exigen formalización y un historial de cotizaciones en el sistema previsional, es un incentivo para los inmigrantes para ingresar al sistema”, comenta Cordero.

La diferencia entre afiliados inmigrantes y afiliados locales podría eventualmente atribuirse a factores como una mayor informalidad laboral por parte de los extranjeros, sin embargo, el capítulo desecha este factor ya que plantea que según cifras de 2017, el 85,4% de los inmigrantes tiene un contrato de trabajo, versus el 84,5% de los locales. 

Inmigrantes: buenos cotizantes

Mientras que proporcionalmente son más los chilenos afiliados al sistema de pensiones que los extranjeros, los inmigrantes son quienes tienen mayor tendencia a cotizar. “Aquí se revierte la situación anterior. Dijimos antes que entre los ocupados eran los locales los que estaban en mayor proporción afiliados, por sobre los inmigrantes; pero en el caso de las cotizaciones la cosa se revierte. Vemos que en los ocupados y afiliados al sistema previsional, el grupo de los inmigrantes presenta una mayor proporción de cotizantes”, explica Cordero.

“Aquí la diferencia es súper relevante, estamos hablando de alrededor de 13 puntos porcentuales [de diferencia]. O sea, alrededor del 90% de los inmigrantes ocupados y afiliados al sistema previsional están cotizando, o cotizaron el mes pasado. Versus los locales, que estamos hablando de cerca de un 77%” detalla el economista.

Esta diferencia se hace particularmente evidente entre los trabajadores sin contrato. “Uno observa que el 50% de los inmigrantes sin contrato, ocupados y afiliados están cotizando. Lo cual es bastante extraño porque la ley no lo exige. Y ahí nosotros planteamos la hipótesis de la permanencia definitiva como un incentivo a empezar a cotizar a pesar de no tener un contrato. Y el acceso a distintos servicios, por ejemplo el bancario”, argumenta.  

Mejores pensiones

Así como en afiliación y cotizaciones el comportamiento de chilenos y extranjeros es diferente, ocurre lo mismo a la hora de revisar las pensiones, donde se observa una gran diferencia en la cantidad de personas en edad de jubilarse que efectivamente se están jubilando entre cada grupo.

“De las personas que están en edad de jubilación, el 37% de los locales se pensiona por vejez sin beneficios, mientras que solo el 20% de los inmigrantes lo hace”, comenta Cordero. Asimismo el analista agrega que entre los grupos estudiados, las mujeres inmigrantes son las que menos se pensionan.

Cuando observamos las pensiones de los distintos grupos, vemos que las pensiones por vejez sin beneficios estatales de los inmigrantes son mayores que las de los locales”, plantea Cordero. A juicio del experto esto se condice entre otras cosas con que los extranjeros que llegan al país e ingresan al sistema previsional son personas habitualmente más educadas que las locales, con mayor participación del mercado laboral formal.

A la hora de comparar las pensiones que reciben los extranjeros según su procedencia, Cordero sostiene que son los inmigrantes de origen europeo los que obtienen las pensiones más altas, en desmedro de quienes llegan desde los distintos países de América Latina. 

Desafíos pendientes

Cordero plantea que existen desafíos sobre la mesa para mejorar la situación previsional de los extranjeros que llegan al país y participan del mercado laboral. Entre estos, asegura que es necesario aumentar la cantidad de convenios entre los distintos países para lograr que los diferentes sistemas previsionales dialoguen.

Otro punto en el que se debería avanzar, sostiene Cordero, es lograr una mayor coordinación de los distintos agentes del Estado que participan en el ámbito previsional. 

Por último, el economista plantea también la posibilidad de que las Administradoras de Fondos de Pensiones tengan un rol más activo en lograr que los inmigrantes se formalicen, ya que esto tiene, a juicio del autor, un impacto directo y positivo en la calidad de vida de los extranjeros que buscan oportunidades en el país.

Vea la conversación completa en PAUTA Bloomberg acá: