Economía

JPMorgan ve como “lamentable” el giro de la agenda de reformas

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Comisión del Trabajo de la Cámara de Diputados durante la discusión del proyecto de 40 horas. Créditos: Agencia Uno
POR Maria del |

Según Diego Celedón, la reducción de la jornada laboral a 40 horas agregaría una “presión adicional” a las empresas, en particular a la banca y el retail.

Septiembre se convirtió en el segundo mejor mes del año para el mercado bursátil chileno: el IPSA cerró el período con un alza de 5,3%. A ojos de algunos, detrás del avance hay luces de una cierta recuperación del mercado local, el cual ha estado particularmente castigado, entre otras razones por la guerra comercial y su impacto en la demanda por commodities. Sin embargo, JPMorgan tiene una visión distinta, por lo que han recomendado a sus clientes cautela respecto de la bolsa chilena.

Según Diego Celedón, jefe de Estudios y de Estrategias para la Región Andina del banco de inversión, las tensiones entre China y Estados Unidos han sido un gran tema para el país, en particular porque somos una economía pequeña, abierta y exportadora de materias primas. Dado que China representa casi el 40% de la demanda global de cobre, todo lo que ha ocurrido golpea no solo las expectativas, sino que también el mercado accionario. “Si bien no es el único factor que ha influido en este desempeño negativo en lo que va del año, ha sido sin duda uno de los temas más importantes externos durante este año”, sostiene Celedón.

Precisamente por lo anterior, hay quienes consideran que la bolsa chilena está “barata”, algo con lo que el analista no necesariamente está de acuerdo. “Efectivamente nosotros tenemos una visión relativamente cautelosa [de Chile] en el contexto latinoamericano. Tenemos una recomendación neutral, es decir, estamos recomendando algo de exposición, pero está lejos de ser uno de nuestros mercados favoritos”, afirma. 

“En otras palabras, creo que el retorno del mercado probablemente va a ser positivo mirado hacia adelante, pero probablemente no en la magnitud suficiente como para posicionarlo como una gran oportunidad a nivel regional” dice.

Según Celedón, dado el retroceso que ha tenido el mercado en el año y el hecho de que los múltiplos de valorización han caído, la bolsa chilena empieza a llamar la atención. Sin embargo, ese retroceso tendría una explicación: “Esa caída de múltiplos y esta caída del mercado estaría justificada por el impacto que ha habido en la rentabilidad de las compañías. Es bastante fuerte ver que el año 2012, el ROE, que es probablemente la medida más simple de rentabilidad, era 18% para las empresas del MSCI Chile y hoy en día está en 11%. Hay siete puntos de caída en la rentabilidad”, argumenta. 

“Ese impacto en rentabilidad tiene algunos efectos transitorios, pero tiene también otros aspectos más permanentes, como ha sido el alza de impuestos, que es bastante fuerte; el entorno competitivo, que ha cambiado en varias de las industrias […] y también por un aumento de exposición de algunas compañías chilenas a mercados que han sido menos rentables estructuralmente”, detalla Celedón. 

“Entonces, el resumen de esta caída de rentabilidad nos hace pensar que cuando uno ajusta por esta, de alguna manera, ‘nueva normal’, no vemos que este descuento en las valorizaciones sea algo tan agresivo. De hecho a nosotros nos da que el mercado está en su nivel justo”, asegura el analista.

 ¿Vuelta a la normalidad?

La respuesta respecto de cuándo y a qué punto debiera volver la rentabilidad de las compañías va a depender, según Celedón, de qué tan expuestas están al mercado de las materias primas. El analista explica que las empresas que este año han tenido un peor desempeño han sido precisamente aquellas que tienen una mayor exposición a estos productos, como por ejemplo la celulosa.

Y aunque según Celedón algunos inversionistas le han planteado la idea de que es un buen momento para entrar a estas empresas si se quiere apostar por ellas en un horizonte de largo plazo, el analista plantea una opinión diferente. “No vemos esa recuperación en una visión de corto plazo. Tenemos una visión relativamente negativa para la celulosa todavía por varios trimestres más, tenemos una visión relativamente negativa para el litio por algunos trimestres más, y sobre todo para el cobre”, asegura.

“Vemos todavía algo de caída adicional en el precio del cobre durante el año 2020 y eso hace que de alguna manera nos cueste justificar estar tan agresivamente invertido en Chile”, afirma.

 Reformas: giro lamentable 

Sobre el impacto que la discusión de determinadas reformas podría tener en estas perspectivas, Celedón no desconoce su efecto. “Es lamentable desde el punto de vista del impacto económico el giro que ha tenido de alguna manera la agenda de reformas”, sostiene el analista. 

“Creo que las expectativas con la llegada del Gobierno actual de Piñera era que íbamos a tener medidas que aumentaran la productividad, que beneficiaran el crecimiento y obviamente –y no es ninguna sorpresa ya más de un año y medio de llegado el Gobierno–, que ha sido muy dura la negociación política para tratar de pasar esas reformas”, asegura Celedón.

“Lamentablemente […] la confianza empresarial sigue cayendo, está casi llegando ya a un terreno negativo. Ha habido un cambio de expectativas importante y eso obviamente afecta el cómo puedan seguir desarrollándose las empresas hacia adelante”, sostiene. 

En el caso específico de la discusión por la reducción de la jornada laboral a 40 horas, Celedón afirma que sin duda se trata de una “presión adicional”, sobre todo para aquellos sectores que tienen más exposición a mano de obra y que por lo tanto tendrían más costos laborales, como el retail y la banca. 

 Cautela con Latam

La cautela con la que el banco de inversión está mirando la bolsa chilena es la misma con la cual está analizando el que se considera hasta ahora el negocio del año: la compra por parte de Delta del 20% de Latam en US$ 1.900 millones. Si bien Celedón considera que este tipo de operaciones de fusiones y adquisiciones le hacen bien al mercado local, porque vuelve a acaparar la atención de los inversionistas, también considera que los riesgos respecto del éxito de la operación todavía están latentes. 

Hay dos grandes fuentes de disparidad entre esos US$ 16 por ADR [acordados en la negociación] y esos US$ 11,5 en que ha estado la acción estos días ($ 8.000), una de ellas es efectivamente el riesgo de que esto no se materialice”, comenta Celedón aludiendo específicamente a temas regulatorios y de libre competencia.

Lo anterior no es la única interrogante que el negocio plantea. “Creo que lo más importante en el precio de hoy es cuánto vale la acción de Latam una vez que Delta ingrese a la propiedad”, agrega el analista, y explica que no necesariamente el valor que esta operación genera para Delta es algo que también se vea reflejado para el accionista de Latam. 

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