Un “doble clic” al Ingreso Familiar de Emergencia
Dos filtros deberán sortear los hogares que requieren este aporte por tres meses, que no se entregará de forma automática. El Gobierno presentó su propuesta escalonada de montos.
Este martes 28 de abril comenzará a tramitarse con discusión inmediata el proyecto de ley que crea un Ingreso Familiar de Emergencia. Su objetivo es reemplazar parte del dinero que han perdido, debido a la crisis, los hogares que subsisten principalmente con trabajos informales.
En este segmento, en que según el informe financiero de la iniciativa están entre 1,7 millones y 1,9 millones de hogares de Chile, el Fisco desembolsará US$ 802 millones de los US$ 2 mil millones “marcados” para apoyar a quienes no tienen contratos de trabajo ni emiten boletas de honorarios.
La iniciativa, que se tratará en la Comisión de Desarollo Social de la Cámara Baja, tiene el tiempo en contra: si quienes tienen empleos formales están sufriendo los rigores del despido o la suspensión del contrato, la realidad es mucho más compleja en quienes ni siquiera tienen esto.
Pero desde la oposición plantearon reparos. “Nos gustaria refocalizar este proyecto para que llegue al 90% más vulnerable, que el apoyo sea constante y no decreciente y además debatir el monto que sigue siendo exigüo dado el costo de vida”, resumió el diputado Gabriel Silber (DC). Su par Giorgio Jackson (RD) deploró que el gasto fiscal de la iniciativa sea menor al anunciado originalmente y dijo que los bajos montos que se ofrecen dificultan “cumplir el objetivo sanitario de que las personas puedan quedarse en sus casas”.
Los montos
Según detalló el ministro de Desarrollo Social, Sebastián Sichel, el monto de este Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) dependerá del tamaño y la situación socioeconómica del hogar. Se entregará durante tres meses, pero los aportes serán decrecientes.
“La idea es ir disminuyendo el aporte a medida que se normaliza la actividad económica y los hogares van aumentando la generación de sus propios ingresos y transitando a otro tipo de apoyos, como podrían ser subsidios al empleo”, planteó.
Además, los montos varían dependiendo de si los hogares dependen exclusivamente de ingresos informales (con dos tramos dependiendo si están en el 40% o 60% más vulnerable) o si también reciben, por ejemplo, una pensión o un honorario y aun así están en el 40% de hogares más pobres.
Cedazos y plazos
Hasta ahora, el Gobierno había enfatizado que para acceder al IFE lo clave era la información existente en el Registro Social de Hogares. Incluso se había llamado a las familias a actualizar su información en esa base.
Ahora, además de ese primer filtro, se agrega otro: un nuevo Indicador Socioeconómico de Emergencia, que será elaborado y gestionado por la Subsecretaría de Evalución Social del MDS. Este identificará qué familias pertenecen al 40% y 60% más vulnerable usando los datos del último mes del Registro Social de Hogares. Deberá dictarse en los 10 días posteriores a la publicación de la ley.
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La idea, explicaron desde el MDS, es considerar la realidad socioeconómica de las familias durante la emergencia sanitaria, pero también su situación de mediano plazo, incorporando su estado previo a la pandemia.
A pesar de todos estos chequeos, la entrega del beneficio no es automático: un adulto de cada familia debe inscribirse para recibirlo. Y los plazos son perentorios: si no lo hace dentro de los 10 días contados desde que se crea el Indicador de Emergencia, pierde el derecho a recibir el primer pago.