BancoEstado puede ser clave para salir más rápido de la crisis (si lo hace bien)
Análisis sugiere que si un banco estatal usa una capitalización para otorgar financiamiento, la economía en su conjunto se beneficia, como se vió en 2009.
Además de mantener por dos años la tasa de política monetaria en 0,5%, el Banco Central ha puesto en marcha vigorosas medidas excepcionales para asegurar la liquidez y estimular el financiamiento. Una contribución similar podría hacer BancoEstado y, de paso, ayudar a que la economía en su conjunto se recupere en forma más rápida luego de contenida la pandemia.
Así lo plantea una investigación (en proceso de publicación) del académico de la Universidad de Suffolk (Estados Unidos) y de la Universidad Adolfo Ibáñez, Alexis Montecinos, que aborda las diferencias entre los bancos privados y públicos y los roles que pueden cumplir en periodos de crisis.
“La idea de fondo es que ante shocks adversos en la economía, los bancos estatales pueden hacer algo muy parecido a la política monetaria, pero de forma mucho más rápida y sin tener el problema del límite inferior de la tasa de interés”, afirma el también doctor en Finanzas del MIT.
Pero esto no es automático: depende de qué tan eficiente y ágil sea la entidad estatal.
Privados vs públicos
El texto plantea que aunque en general los bancos estatales fueron creados con fines específicos (promover la industrialización, desarrollar infraestructura o apoyar a los pequeños negocios), con el paso del tiempo ampliaron sus funciones y hoy, al menos en países desarrollados, no muestran grandes diferencias con sus pares privados.
La única relevante, que se ha hecho más evidente después de la crisis subprime, es que los bancos estatales pueden ser capitalizados por los gobiernos de modo que sigan otorgando créditos, lo que es especialmente importante en épocas de crisis. “Esto genera un efecto en mayor oferta de créditos al estimular los otros bancos a prestar más dinero”, dice el economista.
Explica que de este modo se estimula el consumo y la inversión, siempre y cuando se cumplan algunas condiciones. Entre ellas, que la economía tenga ciertos estándares de probidad, un ambiente político y económico ordenado, junto con un mercado financiero en un nivel adecuado de desarrollo.
“Estos factores son relevantes para que la inyección de capital pueda diseminarse en la economía; de lo contrario, puede tener poca utilidad”, afirma. Agrega que Chile está en la parte positiva del modelo. “Lo vimos de hecho en 2009 con la capitalización de Banco Estado: la recuperación de la economía tras la crisis subprime fue increíblemente rápida”. destaca.
Sin magia
Pero no se trata de un efecto automático. El paper advierte que no basta con tener bancos públicos y que en una crisis sean capitalizados, sino que esos recursos se usen efectivamente para otorgar financiamiento. Los cálculos apuntan a que si se usa menos del 80% de la inyección de capital para entregar financiamiento, el escenario económico total será peor que si no existiera el banco público.
“Que el gobierno inyecte dinero al banco estatal no quiere decir que la política económica funcione. Al contrario, si esa inyección es mal utilizada, la recuperación puede ser aún peor. Esto puede ser entendido como recursos que no llegan, corrupción o simplemente ineficiencia”, afirma el economista, quien añade que este riesgo responde al “típico caso de libro que dice que los bancos públicos son negativos para la economía”.
Para producir un impacto general en la economía ante shocks, el tamaño relativo de los bancos estatales no debe ser tan grande. Sin embargo, el académico explica que, en general, los bancos del gobierno representan siempre un porcentaje importante en el total de activos del sistema financiero o en el total de colocaciones.
“El punto de mi paper es que estas instituciones del gobierno tienen que estar incorporadas para modelar correctamente una crisis, porque incluso con una baja participación en términos de colocaciones o activos del sistema financiero, generan fuertes efectos en la economía”. Enfatiza lo relevante que es BancoEstado, que al poseer cerca del 20% de los activos o colocaciones totales del sistema puede generar efectos económicos muy significativos y gracias a este la recuperación de la economía puede ser mucho más rápida.
Resultados a la fecha
Como parte de las medidas para enfrentar la crisis social el Gobierno anunció una capitalización de US$500 millones para BancoEstado y repitió la misma dosis en el marco de la emergencia sanitaria. En la presidencia de BancoEstado y con una extensa trayectoria en la industria bancaria a sus espaldas, Arturo Tagle fue reemplazado el 4 de junio por el abogado y exministro de Desarrollo Social, Sebastián Sichel, quien ha comprometido una expansión del crédito en la pandemia.
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De acuerdo a la información al viernes 3 de julio de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), BancoEstado ha reprogramado poco más de 92 mil créditos de consumo equivalentes en montos al 22% del total de esa cartera (sobre el promedio del sistema). La entidad ha acelerado en reprogramaciones de compromisos comerciales, superando el promedio con montos por 28% (desde 18% la semana anterior), pero sigue bajo el promedio en reprogramaciones de créditos hipotecarios, donde los montos reprogramados equivalen al 25% de la cartera y el promedio de la banca está en 35%.
Si se trata de los créditos con garantía estatal especiales para la crisis, denominados Fogape Covid, la información de la CMF a la misma fecha muestra que BancoEstado mantiene el récord de solicitudes: casi 159 mil. Para dimensionar, el banco que está más cerca es Santander con 34 mil. La entidad estatal, según el informe, ha cursado y tiene aprobados pero aún sin cursar 105 mil solicitudes, que equivalen al 66% de la demanda.
Al 19 de junio, esa cifra estaba en 64%, pero entre ambos informes ingresaron más de 20 mil nuevas solicitudes y BancoEstado no sólo mantuvo sino que también mejoró este indicador.