CChC advierte pérdida de empleos de 3,5% en la construcción y llama a aumentar las inversiones
Las proyecciones de inversión en construcción mejoran para 2025, empujadas fuertemente por el avance en infraestructura. Sin embargo, el sector inmobiliario sigue dando muestras de debilidad.
En un escenario marcado por dispares realidades y unos complejos últimos años, la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) presentó los resultados del informe Macroeconomía y Construcción 68 (MACh): mientras la inversión en infraestructura productiva da señales de recuperación y trae buenas noticias, la inversión en vivienda privada continúa en niveles deprimidos, confirmando una de las peores crisis de este sector.
Alfredo Echavarría, presidente del gremio, advirtió de la pérdida de empleos en la construcción: “En mayo recién pasado, el número de empleados en la actividad llegó a 713.000 marcando una caída de -3,5%, manteniendo una brecha potencial de 181.000 empleos, que creemos podrían recuperarse en la medida que se reactive la actividad inmobiliaria”.
Inversión en infraestructura se recupera
La proyección de inversión en construcción para 2025 apunta a un crecimiento en el rango de 3,0% a 5,0%. Este resultado considera un aumento de 5% en la inversión en infraestructura, impulsado principalmente por el segmento productivo, que crecería 7,6%. En tanto, la inversión en vivienda se incrementaría en torno a 2%, explicado principalmente por un mayor dinamismo en la inversión en vivienda subsidiada, que crecería 5,7%.
Respecto a la infraestructura pública, en los primeros meses del año el Ministerio de Obras Públicas logró un buen ritmo de ejecución presupuestaria y más del 90% de su presupuesto está identificado y con toma de razón, lo que facilita el inicio de nuevas obras.
En cuanto a la inversión ejecutada en concesiones, el primer trimestre representa un aumento de un 17% en comparación con igual período de 2024. Y, si bien las proyecciones son alentadoras, problemas en el desarrollo de ingenierías y en los procesos de expropiaciones ya han provocado que varios proyectos de este tipo se posterguen para el próximo año.
La infraestructura productiva también trajo buenas noticias, sobre la base de una mayor actividad del sector minero y energía. En estos datos se muestra que la inversión productiva privada en 2025 llegaría a US $16.874 millones, US $4.000 millones más que en 2024, lo que representa un aumento de 24%. De concretarse, sería la mayor cifra de inversión desde que se lleva este registro (2015). Por su parte, el próximo año el gasto en construcción se ubicaría por sobre los US $8.000 millones (+29% vs. 2024).
Sin embargo, el presidente de la CChC, Alfredo Echavarría advirtió que siempre está el riesgo de que la “permisología” afecte la cartera comprometida, “por lo que zanjar la discusión y que entre en funcionamiento la ley de permisos sectoriales, además de modernizar la tramitación ambiental y de hallazgos arqueológicos, son aspectos clave para que el país capture estas oportunidades de inversión y crecimiento que tanto necesita”.
Asimismo, uno de los riesgos a tener en cuenta es el impacto arancelario en el caso de que se intensificaran las tensiones comerciales internacionales, por ejemplo, a través de la aplicación de aranceles al cobre. Si bien su impacto directo en el gasto en construcción asociado a la cartera de proyectos mineros y energéticos que reporta la CBC para 2025 sería relativamente acotado, dado que una parte importante de esta se encuentra en fase de ejecución. No obstante, resulta fundamental monitorear estos anuncios y su eventual propagación hacia los precios internacionales, así como sus implicancias sobre la competitividad del sector, especialmente considerando que el principal destino de nuestras exportaciones es China y no Estados Unidos.
Inversión en vivienda afectada por la economía local, pero con cierta recuperación
En 2025, la venta de vivienda privada (mayormente adquiridas con crédito hipotecario) continuará siendo afectada por factores locales, como el comportamiento de la economía y del mercado laboral, el costo y condiciones de acceso a financiamiento; además de factores internacionales, según el análisis del informe.
No obstante, este año las ventas cerrarían con cierta recuperación: 6% a nivel nacional (rango -3% a 16%) y 5% en Santiago (rango -6% a 17%), en un contexto en que la demanda seguirá en niveles deprimidos y rezagada respecto de los promedios históricos.
La inversión total en vivienda para este año sería de un 2%, alimentada por el crecimiento en la inversión en vivienda pública (5,7%) que continúa enfocada en viviendas para sectores vulnerables (DS49). La inversión en vivienda privada, por su parte, aumentaría levemente en la segunda mitad de 2025, lo que permitiría que, en promedio, la inversión privada en vivienda cierre el año con un crecimiento del 0,4%. Este leve aumento obedecería, en parte, al efecto estadístico de una baja base de comparación respecto de 2024 y a expectativas menos pesimistas por parte de los empresarios del sector y de los consumidores en torno a la adquisición de viviendas.
Para apoyar dicha recuperación, el gremio de la construcción espera que el nuevo subsidio a la tasa de los créditos hipotecarios impulse la demanda de viviendas nuevas de menos de 4.000 UF, que corresponden al 70% de las unidades de este tipo que se transan a nivel nacional.
“La única forma que los países tienen de salir de estas situaciones es con mayor inversión y crecimiento”, concluyó Echavarría.