Aranceles de EE.UU.: experto valora resultado del cobre, pero advierte que las empresas deben prepararse para nuevos escenarios

En Radio Pauta, Felipe Lopeandía advirtió que el escenario sigue siendo incierto. De hecho, afirmó que el metal rojo, “va a seguir siendo monitoreado por las autoridades estadounidenses”.

Felipe Lopeandía, gerente Senior de Tax & Legal en Deloitte, valoró el reciente acuerdo que dejó fuera al cobre refinado proveniente de nuestro país del arancel del 10% anunciados por Donald Trump para las importaciones del metal rojo hacia Estados Unidos. Pese a ello, advirtió que el escenario sigue siendo incierto y por eso, las empresas deben estar preparadas para ser afectadas lo menos posible.

En entrevista con Pauta Global, el experto afirmó que “el resultado es muy positivo”, al referirse a la decisión de excluir al cobre chileno de los aranceles. No obstante, indicó que el tema no está completamente cerrado: “El cobre va a seguir de alguna manera siendo monitoreado de alguna manera por parte de las autoridades de Estados Unidos”, señaló.

“De hecho, la proclamación indica que el Departamento de Comercio recomienda eventualmente en el futuro la posibilidad de aplicar aranceles al cobre refinado, probablemente más bien hacia el año 2027-2028″, agregó.

“Estamos en una situación pareja o semejante a otros países”

Al ser consultado por el impacto que podría tener en la economía y los exportadores chilenos un eventual arancel del 10%, Lopeandía indicó que “hemos estado sujetos a un arancel que se ha aplicado de manera generalizada a un gran número de países en el mundo y por lo tanto desde el punto de vista de la competitividad a nuestras exportaciones probablemente estamos en una situación pareja o semejante a otros países”.

“Desde esa perspectiva no necesariamente se genera un efecto necesariamente negativo”, añadió.

Sin embargo, advirtió que pasar de un escenario de arancel cero a uno con barreras del 10% sí tiene consecuencias. “Pasar de una situación en la cual hemos tenido plena liberalización comercial, es decir, la no aplicación de ningún tipo de arancel a un arancel de un 10% efectivamente genera un efecto desde el punto de vista de la organización de sus negocios”. 

Consultado sobre la capacidad de las empresas chilenas para adaptarse a un eventual escenario con aranceles del 10% o incluso mayores, el especialista sostuvo que las estrategias comerciales hacia Estados Unidos son diversas, lo que genera impactos distintos según el modelo de exportación.

En ese contexto, explicó que algunas compañías operan con distribuidores en EE.UU., mientras que otras lo hacen de forma directa, lo que condiciona el grado de afectación. En varios casos, manifestó, el nuevo escenario ha exigido ajustes internos: “Ha implicado (…) la necesidad de reorganizar o de mirar determinadas herramientas o esquemas, sobre todo en el ámbito aduanero en EE.UU., que les permita reducir el impacto de esos aranceles”.

Si bien destacó que muchas empresas cuentan con trayectoria y redes consolidadas en el mercado estadounidense, reconoció que aun así se han visto obligadas a revisar sus procesos. “Ha requerido una mirada nuevamente, una revisión de esos procesos a través de los cuales desarrollan sus negocios para poder quizás verse afectadas de la menor manera posible”, concluyó.

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