Banco Central mide el aporte al PIB del trabajo doméstico

El ente emisor podría entregar novedades en el IPoM del 9 de junio. Un informe de ComunidadMujer calculó que su aporte equivale al 21,8% del PIB ampliado, más que el de cualquier actividad económica. ACTUALIZACIÓN

El Banco Central está trabajando para visibilizar el aporte a la economía que implican las tareas domésticas y de cuidado en el hogar, que en su inmensa mayoría son realizadas por las mujeres. La entidad anunció que trabaja en la elaboración de las primeras cuentas satélites de hogares, para medir la contribución al PIB de estas actividades.

El anuncio, formulado en el Informe de Política Monetaria (IPoM) de marzo, cobra relevancia ahora porque se esperan novedades al respecto. La presidenta de la Comisión de Hacienda del Senado, Ximena Rincón (DC), dijo que el presidente de Banco Central, Mario Marcel, le anticipó que el IPoM que se entregará el 9 de junio “va a sorprender con material de mujer”.

Marcel comentó el 31 de marzo pasado en el Congreso que el impulso para dar este paso provino de un estudio realizado por ComunidadMujer, “que estimó el valor económico del trabajo doméstico y de cuidado no remunerado en más de una cuarta parte del PIB, sin estar incluido en esta última medición”. Añadió que “dada la relevancia del tema, acentuada durante la actual coyuntura”, se decidió avanzar en esa dirección.

“Valoramos el anuncio que hizo el Banco Central. Esto va en la línea correcta, en la línea de las recomendaciones que nosotras hicimos en el estudio del aporte al PIB del trabajo doméstico y de cuidado no remunerado. Ojalá se concrete, ojalá resulte”, afirmó la economista y directora de Estudios de ComunidadMujer, Paula Poblete.

Destacó especialmente que sea el Banco Central -“con el peso institucional que tiene”-, la entidad que tome esta decisión, no solo porque son los responsables de elaborar las Cuentas Nacionales, sino porque pueden solicitar insumos estadísticos para hacerlo.

Dijo que para ello es clave actualizar la Encuesta Nacional de Uso del Tiempo (ENUT) que hace el INE,  ya que la única versión de esta medición data de 2015 y la proyectada para 2020 se suspendió debido a la pandemia. “No hemos sabido de una nueva fecha para su realización, pero es muy importante, más aun con la pandemia de por medio, que exacerbó las labores de cuidado y domésticas”, afirmó la economista.

PAUTA consultó al INE sobre este tema y también sobre la incorporación de un módulo sobre uso del tiempo en la Encuesta de Empleo, pero no obtuvo respuestas.

Lo que ya sabemos

Desde marzo pasado el Banco Central trabaja para construir las primeras “cuentas satélite” de hogares en Chile, que complementarán las Cuentas Nacionales -la metodología internacional para medir el PIB- sin ser estrictamente parte de ellas. La entidad se excusó de aportar más antecedentes por encontrarse en período de silencio.

El aludido informe de ComunidadMujer (que se puede descargar aquí) confrontó el paradigma de que los servicios producidos en el hogar, como las tareas domésticas y de cuidado, no se pueden valorar económicamente. Más aún, expuso cómo hacerlo y por qué es importante, ya que permitiría visibilizar la interacción y contribución a la economía de un tipo de trabajo invisibilizado.

El reporte emplea los datos de la ENUT 2015 y calcula el costo de reemplazo (esto es, cuánto se pagaría a una persona por hacer las tareas del hogar), aunque también sugiere que se puede usar el costo de oportunidad (cuánto se deja de ganar al realizar tareas no remuneradas en el hogar).

El resultado: considerando el PIB de 2015, pero sumando el valor económico del trabajo doméstico y de cuidado, se desprende que este equivale al 21,8% de producto total del país. Esa contribución al PIB supera por lejos la de todas las ramas de la actividad económica: por ejemplo, los servicios empresariales aportaron 11,8% al PIB ese año, la industria 9,1% y la minería 6,7%.

El documento concluye que este resultado revela la relevancia económica del trabajo en el hogar, lo que “no se condice con la poca valoración social que tiene ni con la carencia de herramientas  adecuadas para medirlo”.

Añade que estos datos contradicen la escasa atención que le dedican las políticas públicas, ya que más bien justifican “el derecho a protección social o el reconocimiento, a través de una pensión en la vejez, de una vida dedicada a este tipo de labores”.

Nota: Tras la publicación de este artículo, el lunes 7 de junio el INE informó que está avanzando en el diseño, planificación y construcción de un módulo complementario en la encuesta de empleo sobre estadísticas de uso del tiempo, “cuyo foco principal será el trabajo no remunerado al interior del hogar, teniendo un pulso general de la carga global de trabajo que implica para mujeres y hombres y cuáles son sus brechas”. Explicó que se tiene programado el inicio de la recolección de este módulo a contar de febrero de 2022, en forma continua en el tiempo, estimando que los primeros podrían ser publicados en 2023. Sobre la segunda versión de la Encuesta Nacional Urbana sobre Uso del Tiempo (ENUT), indicó que se presento la formulación presupuestaria para su realización, siendo planificada la prueba piloto en 2022 y su recolección oficial en 2023.