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AFP Uno arremete y propone una pensión mínima universal

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Agencia Uno
POR Maria del |

Ignacio Álvarez, presidente de la nueva administradora, llamó también a eliminar Capredena y Dipreca, creando un solo sistema previsional.

Eliminar los sistemas previsionales de las Fuerzas Armadas y de Carabineros; crear una pensión mínima universal; y establecer el acceso a una jubilación como un derecho social por el solo hecho de ser ciudadano chileno; son algunas de las propuestas que Ignacio Álvarez, el histórico exgerente general de Cuprum y actual presidente de AFP Uno, propone en medio de la actual discusión previsional. En conversación con PAUTA Bloomberg, el ejecutivo plantea que una de las falencias que han tenido las propuestas para modificar el sistema de pensiones local es que ha hecho falta una mirada más global del mismo. 

“Cada vez que se analiza el sistema de pensiones se tiende a analizar como silos, como cosas absolutamente separadas, en lugar de analizar integralmente”, comenta el ejecutivo. “Probablemente el problema en que estamos hoy es que se ha visto a las AFP como si fueran el sistema previsional y las AFP no son el sistema previsional, son solo un componente del sistema previsional”, argumenta. En ese sentido, Álvarez plantea que hasta el momento nadie ha tenido el coraje político de decir “veamos el sistema de pensiones como un todo”, algo que cree importante tras conocer las expresiones de la ciudadanía no solo de mejores pensiones, sino que también de mayor justicia.

Según asegura Álvarez, actualmente el Estado destina cera de 4% del PIB a pensiones, aunque a juicio del ejecutivo se hace una distribución “realmente inequitativa” de esos fondos. Esto, porque dice se destinan muchos recursos a la Caja de Previsión de la Defensa Nacional (Capredena) y a la Dirección Previsional de Carabineros (Dipreca) y pocos a los pensionados que no pertecen a estos sistemas. “Nuestro llamado es a hacer un sistema de pensiones único, igual para todos los chilenos, sin distinguir entre chilenos de primera clase y chilenos de segunda clase”, afirma Álvarez. 

El pilar estatal

La propuesta del presidente de AFP Uno consiste en eliminar ambas entidades y crear un pilar que sea estatal. “Recientemente se aprobó un aumento en la pensión básica solidaria a $165.000, que es todavía un monto insuficiente, pero es mucho mejor que los $110.000 que había hasta ahora. Pero esos $165.000 solo afectan a 600.000 chilenos y hay otros dos millones de chilenos que no reciben ese aporte del Estado”, comenta como diagnóstico. “Un primer paso, dado que ya se han roto los paradigmas, es que partamos por una pensión básica universal que cubra a todos los pensionados con un monto de $165.000 sin distinguir si el ciudadano es A o el ciudadano es B”, sugiere el experto. 

La iniciativa de Álvarez considera que incluso quienes tienen los ingresos más altos reciban este pago porque, dice, sería una especie de “derecho social”, por el hecho de ser ciudadano chileno y haber contribuido al país. Una idea que según el ejecutivo no sería regresiva, porque se financiaría a través de la política fiscal, la cual a su vez se financia a través de los impuestos a quienes ganan más y a las empresas. 

Pero además de este pilar estatal, su idea contempla un pilar de ahorro individual y un pilar redistributivo. Con estos tres componentes, e incluyendo la implementación de esta pensión básica universal, las pensiones promedio podrían llegar, según sus estimaciones, a unos $390.000 para las personas que han contribuido al ahorro individual. 

Reparto: no perjudicar a otra generación 

Respecto de la actual propuesta realizada por el Ejecutivo y cuyas indicaciones ingresarían finalmente hoy al Congreso, Álvarez sostiene que aún queda por conocer los detalles, pero que en cualquier caso, Chile lleva demasiados años discutiendo una reforma previsional. “Llevamos una Comisión Marcel, una Comisión Bravo, hubo una propuesta de la presidenta [Michelle] Bachelet a fines de su gobierno, ahora hubo otra propuesta. Y nuestra visión es que los chilenos no pueden seguir esperando a que el sistema político se ponga de acuerdo al menos en ciertos básicos para construir una mejor pensión”, dice.

Álvarez sostiene que dada la complejidad del sistema es importante cómo se diseña el nuevo sistema, para lo cual hay que ver “la ingeniería de detalles”, sobre todo atendiendo a que los cambios a las pensiones de hoy incidirán en las pensiones de unos 40 o 50 años. “Si hay un barco que va partiendo hacia Japón y desvía un grado la brújula al principio no más, llega a Australia”, dice como ejemplo. “Es muy importante revisar que lo que se destine a solidaridad sea sustentable en el largo plazo, de tal manera de no generar la injusticia de que una generación se beneficie y otra generación se perjudique”, comenta respecto de la idea de destinar tres puntos porcentuales de la mayor cotización a un componente de reparto. 

Lo que pasa es que ese 3% tiene un doble objetivo. Un objetivo es transferir dinero de una generación a otra y un segundo objetivo es transferir dinero dentro de una misma generación a aquellos que estuvieron menos favorecidos en su vida laboral por alguna razón”, explica, y agrega que es la transferencia de una generación a otra la que se debe analizar bien y ver que sea sustentable por el factor demográfico. “En Chile ya sabemos que de aquí a 20 o 30 años más va a haber muchas menos personas trabajando por cada persona que esté pensionada”, comenta Álvarez, razón por la cual mira la idea con cautela. 

El nuevo ente y sus costos

Otro de los puntos que ha generado más polémica en la discusión previsional son los costos que implicará que un ente autónomo y público gestione el 6% adicional de cotización. El viernes 17, en conversación con PAUTA Bloomberg, la ministra del Trabajo, María José Zaldívar, aseguró que éste se financiaría con recursos estatales. En otras instancias, Zaldívar además ha especificado que la nueva entidad no significará para los cotizantes el pago de una doble comisión por la gestión de los recursos. 

Al respecto, Álvarez plantea que las cosas en la vida no son gratuitas. “Evidentemente sí va a tener costos, porque tiene que arrendar una oficina […], va a tener que pagar la electricidad, va a tener que tener sucursales para atender a la gente, va a tener que tener un callcenter para recibir las inquietudes de las personas. Es decir, alguien que esté diciendo que no va a tener un costo miente. Eso es mentir y es muy malo mentirle a la ciudadanía. Lo segundo es quién va a pagar ese costo. Y ese costo lo van a pagar los trabajadores que administren su dinero en ese fondo de pensiones, porque ese fondo de pensiones dentro de su estructura va tener que pagar eso”, afirma Álvarez.

Vea la conversación completa en PAUTA Bloomberg acá: