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“No he escuchado a nadie hasta ahora decir yo no voy a invertir más en Chile”

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Agencia Uno
POR Maria del |

Respecto del acuerdo tributario, el presidente del Consejo Minero, Joaquín Villarino, aseguró que le preocupa más cómo se gastan los recursos que cómo se recaudan.

Apenas un par de días después de que estallara el conflicto social en el país, el presidente del Consejo Minero, Joaquín Villarino, debió tomar un avión y viajar a Europa para participar de la semana de la Bolsa de Metales de Londres, encuentro que reúne a buena parte de la industria a nivel global. Acostumbrado a no ser el foco de atención, la crisis por la cual atraviesa el país lo convirtió en el centro de interés, por lo que tuvo que contestar varias preguntas de inversionistas extranjeros. Así, mientras en Chile el Presidente Sebastián Piñera anunciaba la cancelación de la COP25 y la APEC, el ejecutivo hacía frente a una especie de interrogatorio “¿Qué le pasó a Chile?”, era una de las preguntas más habituales. “La verdad es que cuesta mucho dar un diagnóstico”, dice hoy Villarino. 

El caso de la industria minera quizás ha sido distinto a lo que han vivido otros sectores productivos del país en los últimos días. “En general y atendido a que nosotros no tenemos nuestras ‘oficinas’ y yacimientos en el medio de la ciudad, sino que estamos lejanos a ellas, hemos sufrido menos de lo que ha sufrido el resto del país, lo cual no quiere decir que no hemos sufrido”, sintetiza el abogado. Como diagnóstico de lo que les ha ocurrido a las empresas del rubro, Villarino comenta que han tenido algunos casos de ataques a instalaciones mineras, así como destrozos en la entrada y en faenas mineras en las regiones de Coquimbo y Metropolitana.

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“Evidentemente todas las paralizaciones que ha habido en los puertos y en el tránsito hacia los puertos, tomas de caminos, etcétera, afectaron el normal desarrollo de las actividades. Además, yo creo que aquí el nervio está tomado en el país”, sostiene, y agrega que por lo mismo, la productividad no es la habitual. “Yo no me atrevo a decir que la minería ha estado trabajando normalmente porque somos parte del país. Afortunadamente yo diría que no ha habido grandes y graves paralizaciones en nuestras faenas”, asegura. 

“Yo diría que esta es una industria que está afectada, que está dolida, porque está inserta en este país. Nadie puede estar indiferente a lo que le ha pasado a Chile en el último mes, pero los daños que hemos sufrido nosotros son menores comparados con los que han sufrido muchísimos chilenos de comercio minoritarios”, agrega. 

Impacto en la inversión

A pesar de esa especie de normalidad, la imagen del país en el exterior se ha visto afectada, cosa que en parte se ha visto reflejada en las caídas que ha vivido la bolsa y el peso en las jornadas de octubre y principios de noviembre. Dado que estuvo algunos días en el extranjero, Villarino comenta que imágenes como la del incendio de parte del edificio de Enel, además de las de los destrozos del metro, dieron la vuelta al mundo. Aun así, el ejecutivo mantiene la cautela. “Yo no he escuchado a nadie hasta ahora decir ‘yo no voy a invertir más en Chile'”, asegura

El ejecutivo comenta que desde el exterior lo que ha acontecido es visto con mucha sorpresa, sobre todo porque Chile ha tenido tradicionalmente una imagen de país estable, atractivo para las inversiones a largo plazo. Y si bien argumenta que aún esto no ha paralizado inversiones, sí considera lógico que muchos grandes proyectos estén en compás de espera. “Durante el Gobierno pasado, de la presidenta Michelle Bachelet, muchos inversionistas retrasaron parte de sus  inversiones porque Chile había tomado la decisión de discutir al menos cuatro temas que eran bien medulares para el país”, sostiene refiriéndose a la Reforma Tributaria, al debate por los derechos del agua, a la Reforma Laboral y a cambios respecto de la inversión extranjera. 

“Esas cuatro decisiones llevaron a que los inversionistas dijeran ‘miren, mientras Chile define qué es lo que quiere hacer, nosotros vamos a poner una pausa a nuestra inversión en el país’. Ustedes comprenderán que cuando se dice que aquí hay que tener una hoja en blanco para reescribir una Constitución, lo lógico es que cualquier inversionista diga ‘bueno, veamos qué reglas se va a dar el país'”, plantea Villarino.

Cualquier inversionista que no viene a pegarse una pasada en el dólar, ni que está especulando en la bolsa […], esos que vienen a quedarse, que son los del sector minero entre otros, que vienen por 20, 30, 50 años, esos van a esperar probablemente para que Chile defina cuál es el marco jurídico que quiere darle a los recusos hídricos, a la inversión extranjera, a la independencia del Banco Central”, agrega. “Ése es el gran riesgo respecto de la inversión extranjera que tiene el país en este momento”, dice.

Prepararse para conversar y no improvisar

Respecto del acuerdo por una nueva Constitución, Villarino sostiene que no se trata de una preocupación del sector minero, sino que es una preocupación del país. “Creo que hay que prepararse para una discusión en que nosotros esperamos que primen ciertas cuotas de sensatez y, por lo tanto, hay que estar preparados para tener una conversación con buenos argumentos”, dice. El abogado comenta que es necesario preguntarse qué cosas del modelo tienen que preservarse, cuáles deben cambiarse y cómo se debe hacer ese cambio. 

“Creo que hay que abrirse a la conversación: esto ya está dado, hay un acuerdo político, el país ha recuperado un poquito más la calma. Y no sé si la Constitución nos deje a todos contentos, pero esta recuperación de la paz, si ese era el ‘precio’, me parece que bien lo valía”, afirma. La clave, dice, va a ser tratar de sostener una conversación sensata, con argumentos y sin improvisación.

Villarino celebra que el acuerdo por la nueva Constitución se haya logrado respetando las intituciones, porque asegura que saltarse las reglas del juego solo hubiera agravado la crisis. “Lo más importante de esto es que cuidemos la democracia. Quizás una de las cosas que me duele más es haber visto el desprecio por la democracia de algunos políticos y eso me parece tremendamente dañino y grave para la convivencia del país”, afirma.

Acuerdo tributario

Otra de las preocupaciones del ejecutivo está relacionada con el acuerdo tributario, ya que el mundo minero, por la diversidad de empresas que participan de él, tiene distintas realidades. En este ámbito Villarino plantea una crítica al Gobierno, por haberse empecinado con la reintegración en la discusión anterior. “Era una pelea que se tomó al final casi de carácter religioso y perdimos la oportunidad de discutir una serie de otros temas que daban mayores certezas jurídicas”, señala Villarino, pensando por ejemplo en materia de fiscalización por parte del Servicio de Impuestos Internos. El abogado agrega que el Gobierno se desgastó mucho dando solo una pelea, cuando había espacios para mejoras importantes en otros ámbitos que hubiesen podido hacer más eficiente el gasto de los recursos. “Me produce más inquietud cómo se gastan los impuestos que cómo se recaudan”, concluye Villarino. 

Vea la conversación completa en PAUTA Bloomberg acá: