Economía

El camino de Macri a la reelección pasa por su moneda

Imagen principal
PAUTA/Felipe Rojas
POR Marcela Gómez |

Hay recesión y el riesgo país va al alza, pero en Argentina el dólar es el mejor termómetro económico y político, sobre todo en la antesala del proceso electoral de octubre.

Con el reloj electoral corriendo (primarias de los partidos el 11 de agosto y elecciones generales el 27 de octubre), la necesidad de estabilizar la economía argentina está ganando una creciente urgencia en el gobierno del presidente Mauricio Macri. La clave, coinciden analistas, está en estabilizar el tipo de cambio, que funciona como el principal termómetro del país, hoy sumido en un complejo escenario económico pese a contar con el respaldo financiero del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Aunque los indicadores económicos mostraron importantes mejoras desde que en diciembre de 2015 Macri comenzó a ejercer su cargo, se han deteriorado en lo más reciente. El PIB no ajustado por estacionalidad varió de 2,5% cuando asumió la presidencia a -6,2% en diciembre de 2018 (último dato disponible para ese indicador); la inflación en Buenos Aires subió de 26,9% al cierre de 2015 a 52,4% en abril pasado (54,7% la nacional, sin cifras comparables para todo el periodo); en igual lapso el tipo de cambio pasó de 12,9 a 44,2 pesos por dólar.

El riesgo país, medido por los seguros de inflación (CDS), estaba fijo en 5.392 puntos base (pb) cuando vino el cambio de gobierno debido a que el país estaba en default; luego cayó cuando Argentina pudo volver a los mercados y llegó a su nivel más bajo en enero de 2018 (239 pb), pero subió a 1.147 puntos en abril pasado.

Las expectativas de un segundo mandato de Macri se vieron reducidas en las últimas semanas, de la mano de un repunte de la popularidad de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner. “Las encuestas electorales de abril estresaron al mercado, que ‘pesificó’ un mayor riesgo de no pago de deuda soberana (alza en los CDS) y llevó a una depreciación del peso”, comenta el economista jefe de Itaú, Miguel Ricaurte. Añade que para el mercado un cambio drástico en la dirección de gobierno “podría implicar el abandono del esfuerzo de ajuste y la consecuente pérdida de apoyo del FMI, lo que tendría consecuencias negativas para la economía argentina”.  

La batalla que viene

¿Por qué es tan importante estabilizar la moneda? Lo explica el vicepresidente de la CFA Society de Argentina, Santiago Padua: “En Argentina tenemos una visión cortoplacista del tipo de cambio y, si el dólar se dispara, es señal de problemas”, afirma. Explica que al no lograrse la estabilización del tipo de cambio, se produjo un “efecto derrame” sobre el resto de la economía, principalmente por más inflación (precios de bienes importados o con componente importado que suben), lo que profundizó la caída en consumo, que a su vez se trasladó al PIB. 

Esta “sorpresa inflacionaria” en el periodo enero-marzo contagia a la actividad económica, lo que se ve agravado por las encuestas de abril que ponen un signo de duda en la continuidad de Macri. “Los factores políticos comienzan a contagiar a la actividad económica y se crea un círculo vicioso. Estamos todavía en ese loop”, comenta el economista jefe de Econviews, Eric Ritondale, quien observa que para el oficialismo existe “alguna posibilidad electoral si se estabiliza el tipo de cambio. Es una condición necesaria, aunque tal vez no suficiente”.

Desde esa óptica leen en Argentina el reciente anuncio del Banco Central de intervenir en el mercado cambiario, una medida que habitualmente está fuera del set que avala el FMI, pero que en esta ocasión recibió un respaldo explícito. “No creo que el BC defienda la paridad o un nivel específico, no tendría sentido. Más bien apuntará a evitar las fluctuaciones diarias grandes de 4%-5%, como hemos visto. En Argentina cada vez que hay movimientos rápidos del tipo de cambio se dispara el nerviosismo. Reducir la volatilidad es necesario para que el tipo de cambio sea el ancla nominal que economía necesita para volver a moverse”, agrega el economista.

Santiago Padua coincide en que es clave “dar estabilidad a la principal variable que les preocupa a argentinos, que es el tipo de cambio”. Destaca que el apoyo incondicional que el FMI ha brindado a las medidas poco convenciales adoptadas en materia cambiaria. “El FMI sabe que Argentina es ‘too big to fail‘, hoy es uno de sus principal deudores y no tiene mucho margen de acción para ponerse exigente, ya que un default sería un problema. La estrategia es contribuir a que el gobierno no tenga problemas, esperar que termine el proceso eleccionario y luego sentarse a renegociar el apoyo financiero con un esquema de pagos más accesible que el actual”, explica.

La economía se activa

Aunque se corre contra el tiempo, algunas señales muestran que la economía va en una ruta positiva. “Los indicadores recientes sugieren que la actividad se encuentra en una senda de gradual estabilización, donde la agricultura sería clave para darle dinamismo a la actividad”, señala Miguel Ricaurte. Prevé que el PIB registraría una menor contracción en 2019 (-1,2%) comparado con la marcada contracción de 2,5% registrada el año pasado.

Coincide Santiago Padua, quien estima que Macri tiene todavía posiblidades de ganar la elección porque en la oposición no hay unidad.

Un estudio de la Consultora D’Alessio y Berensztein, conocido el 24 de abril, indica que cuatro de cada 10 votantes está indeciso respecto de a quién elegirá en los comicios de octubre. Incluso más, el 20% de los ciudadanos resolverá su voto recién una semana antes o el mismo día de la elección. Por lo tanto, aunque el 60% ya tiene decidido por quién optará (allí están los votantes duros del kirchnerismo y del macrismo), “”aproximadamente la mitad de los votantes ideológicamente próximos al peronismo y los que se autodefinen como independientes no tienen definido su candidato preferido”, indica el análisis de la consultora, según lo reportado por el medio Grupo La Provincia.

Padua estima que, exceptuando la inflación, el resto de las variables muestran recuperación: agricultura  con cosecha récord, mucha construcción por obras públicas, y dinamismo en la minería por petróleo y litio. “Con esos sectores empezando a recuperarse, un tipo de cambio estable y sin sorpresas negativas en inflación, Macri llegaría a las elecciones con indicadores más ventajosos que los de hoy”, concluye.

Ver esta publicación en Instagram

Una publicación compartida de Pauta.cl (@pauta.cl) el