Economía

FMI: 2018 será el año de mayor crecimiento de la administración Piñera

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POR Marcela Gómez |

El organismo internacional respaldó la agenda del Gobierno y dijo que las perspectivas económicas podrían mejorar si las reformas se implementan en forma rápida y la inversión crece más que lo esperado.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) elevó nuevamente su proyección para la economía chilena, que llegaría a 4% en 2018 a pesar del menor dinamismo previsto para el segundo semestre. El organismo también entregó sus estimaciones para los años siguientes, estimando que el PIB crecería 3,4% en 2019, 3,2% en 2020 y 3% en 2021, lo que dejaría al año en curso como el de mayor crecimiento del cuatrienio de administración del Presidente Sebastián Piñera.

El ministro de Hacienda, Felipe Larraín, valoró el alza en la previsión 2018 y enfatizó que Chile no solo registró el mejor primer semestre de los últimos seis años (con un avance anual de 4,7%), sino que además se aprecia una mayor confianza empresarial y de los consumidores sobre la economía. “No es solo un tema del ciclo de la minería, ya que hemos tenido un despegue de los sectores no mineros, lo que hace que la recuperación sea generalizada”, afirmó la autoridad.

La previsión del FMI está en línea con el reciente Informe de Política Monetaria (IPoM) del Banco Central, que a comienzos de este mes revisó el crecimiento proyectado para 2018 desde el rango 3,25%-4% a uno de 4%-4,5%, visión que fue calificada como “optimista” por algunos agentes de mercado.

Aunque para 2018 el Banco Central aparece como más optimista que el FMI, también ve mayores fortalezas para la economía este año más que en los siguientes. El Central proyecta un crecimiento en el rango de 3,25%-4,25% para 2019, y de 2,75%-3,75% para 2020.

Además, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) publicó en mayo su previsión para Chile: en sus cálculos, el país tendrá una expansión de 3,6% este año y el próximo.

Respaldo del FMI

El informe del FMI, contenido en el reporte anual conocido como Artículo IV, no escatima halagos para Chile. Asegura que la recuperación económica “está firmemente en camino” y que la agenda de reformas internas “ofrece riesgos alcistas” para las perspectivas vigentes, basadas en una “implementación rápida de las reformas estructurales y repunte de la inversión más fuerte de lo esperado”.

Aun así, el organismo estima que las reformas propuestas “deberían elevar el crecimiento y el nivel de vida, aunque es necesario hacer más para que el país avance por un camino inclusivo hacia la posición de economía avanzada”.

El documento señala que el proceso de consolidación fiscal que han emprendido las autoridades debiera tener como resultado que la deuda pública se estabilice a principios de 2020, aunque proyecta que la deuda bruta seguirá subiendo del 23,6% en 2017 a 26,9% en 2021. Agrega que las autoridades podrían profundizar la consolidación fiscal o fortalecer el marco de las finanzas públicas para afianzar este camino, al tiempo que aplaude la reforma que crea por ley el Consejo Fiscal Asesor.

El FMI también valora el proyecto de modernización tributaria, aunque advierte que “será esencial garantizar que el resultado final esté financiado y sea equitativo”. Destaca que medidas como un sistema impositivo único y totalmente integrado, la depreciación acelerada y un reembolso más rápido del IVA “deberían impulsar la inversión y el crecimiento en general”.

El organismo internacional también recoge las preocupaciones relacionadas con la evasión fiscal y señala que “las autoridades deberían fortalecer aún más la administración tributaria y explorar medidas adicionales”. En general, recomienda “ampliar la base impositiva, por ejemplo, mediante una reducción de los regímenes fiscales especiales, una extensión de la cobertura del IVA y el ajuste de los impuestos indirectos”.

También hay un firme respaldo a las medidas en curso en materia financiera, entre ellas la modernización de la ley de bancos, protección de datos personales y supervisión basada en riesgos para compañías de seguros. No obstante, insistió en la necesidad de proseguir con mejoramientos en esta área para superar brechas regulatorias, mejorar la acción coordinada entre agencias fiscalizadoras y abordar las carencias en materia de ciberseguridad y tecnología financiera.