Economía

Reintegración: ¿El inicio del realismo con renuncia del Gobierno?

Imagen principal
Ministros de Segpres, Trabajo, Interior y Hacienda tras reunirse con la oposición en La Moneda. Crédito: Agencia Uno
POR Marcela Gómez |

Otra vez Gobierno y oposición buscarán acuerdos para despachar las reformas de pensiones y tributaria, aunque ahora en esta última el Ejecutivo desechó su “corazón”. El ministro del Interior puso sobre la mesa necesidad de allegar más recursos al Estado.

La crisis social había terminado por sellar el destino de la reintegración tributaria, al volver políticamente inviable una medida cuyo costo fiscal beneficia en mayor medida a los contribuyentes de mayores ingresos. La fórmula había sido resistida por la oposición desde el envío de la reforma tributaria al Congreso y, si bien se logró aprobarla tras varias concesiones en la Cámara de Diputados, en el Senado incluso desde el oficialismo comenzaron a quitarle piso.

Con todo, tras anunciar el paquete de medidas para enfrentar la emergencia y reemplazar al principal promotor de la medida, el exministro de Hacienda Felipe Larraín, el Gobierno siguió resistiéndose a desecharla. Su sucesor, Ignacio Briones, debutó ratificando su voluntad de mantenerla aunque con ajustes.

Hasta ahora. Este jueves 31 de octubre, 13 días después del estallido y luego que los ministros de Interior, Segpres, Hacienda y Trabajo se reunieran en La Moneda con los presidentes de los partidos opositores, incluyendo a Revolución Democrática (otros partidos del Frente Amplio y el PC no asistieron), hubo un giro. “El Gobierno se abre a revisar la integración tributaria, entendiendo que esta era una piedra de tope en la discusión”, afirmó Ignacio Briones, precisando que ello implica que la medida “se desecha en los términos que fue planteada originalmente por el Gobierno”. 

La autoridad dijo que desde este viernes 1 de noviembre se trabajará con la oposición y sus equipos técnicos para “despachar en el corto plazo” la reforma tributaria, con el acuerdo en estudiar un esquema de reintegración sólo para pymes. El mismo mecanismo se aplicará a la reforma de pensiones, con foco de lograr acuerdos para aprobar el proyecto, incluyendo las medidas urgentes anunciadas tras las protestas ciudadanas.

Este tipo de acercamientos Gobierno-oposición no son una  novedad en ambos proyectos y, luego de más de un año de debate, es claro cuáles son las exigencias y banderas de cada parte. Por ello, en el mundo político existen dudas sobre si la urgencia que impone el estallido social catalizará un diálogo con soluciones.

El desechar la reintegración en su fórmula original, entonces, podría señalar el primer paso de un “realismo con renuncia” por parte del Gobierno, cuyo objetivo mayor es recuperar la normalidad al menor costo en términos de crecimiento y empleo. Por otro lado, las diferencias internas de la oposición y la búsqueda de un protagonismo que represente mejor “la voz de la calle” dificultan una respuesta conjunta.

Próximos pasos

Tras la cita en La Moneda, la ministra del Trabajo, María José Zaldívar, reafirmó la voluntad de “revisar” la reforma previsional y ver cuál es el mejor mecanismo para elevar las pensiones actuales y futuras, aunque no se pronunció respecto de la demanda de la oposición de desglosar los reajustes a las pensiones del pilar solidario para aprobarlos con prontitud y no retrasarlos a la espera del despacho del proyecto. Se trata de una medida que la oposición viene planteando desde 2018.

El ministro del Interior, Gonzalo Blumel, valoró el diálogo con la oposición y la apertura a un trabajo conjunto. Respecto de la proyecto tributario, enfatizó la importancia de los mecanismos para fortalecer la inversión y el crecimiento, agregando que “también tenemos que introducir mecanismos que permitan tener mayores recursos para el Estado para poder impulsar la agenda social y cobcentrar nuestros máximos esfuerzos en la reforma previsional”.

Hasta ahora, el Ejecutivo ha defendido que ese proyecto es fiscalmente neutro ya que su objetivo no es recaudar mayores recursos, sino simplificar el sistema.

Blumel también invitó a los partidos opositores a enviar sus propuestas sobre la agenda social al ministro Secretario General de la Presidencia, Felipe Ward, “de aquí al día domingo [3 de octubre] de forma tal de poder recoger esas observaciones y concordar las prioridades”.

Decisiones “insuficientes”

Sin embargo, desde la oposición el balance de la cita no fue positivo, ya que en general los presidentes de partido calificaron como insuficientes los planteamientos del Ejecutivo. “Creo que el Gobierno no dimensiona lo que está aconteciendo en el país y todavía no toma conciencia del enorme malestar ciudadano que se ha expresado en las calles de todas las ciudades de Chile en estos días. Por eso, sus respuestas no son adecuadas para esta crisis”, opinó el presidente del PS, Álvaro Elizalde.

Su par de la DC, Fuad Chahin, agregó que “echamos de menos una agenda económica, sobre todo para las pymes” y lamentó que no se pusiera sorbe la mesa un cambio constitucional. Por su parte, el timonel del PPD, Heraldo Muñoz, planteó que se requieren señales claras de que hay una apertura a una nueva Constitución,  justicia tributaria y que se va a bajar en definitiva la reintegración tributaria. “Necesitamos esos 800 millones de dólares que se le van a dar a lo más ricos para financiar los cambios sociales, como por ejemplo la gratuidad en el transporte para los adultos mayores”, concluyó.