Economía

La otra duda de Hacienda: cómo financiar las pensiones de los trabajadores informales

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Crédito: Agencia Uno
POR Marcela Gómez |

El ministro Briones habla de “recaudar a través del consumo” y apunta a Cieplan, que propuso subir el IVA.

Una nueva idea ronda en la reforma de pensiones: las necesidades son infinitas, el Estado tiene recursos finitos y solo ahorran para pensión quienes están obligados por tener trabajos formales o emitir boletas de honorarios. ¿Cómo allegar más recursos, ya que igual habrá que garantizar pensiones a quienes hoy no cotizan porque no están obligados a hacerlo?

Fue el propio ministro de Hacienda, Ignacio Briones, quien puso el tema sobre la mesa. En entrevista con Canal 13 el 19 de julio, sostuvo que no todos los trabajadores tienen un trabajo formal que genera cotizaciones para pensiones, “pero todos consumimos. Entonces uno perfectamente podría pensar en fórmulas que, a través del consumo, se pueda recaudar por ese medio”.

Aunque advierte que el titular de Hacienda no ha  entregado detalles sobre esta idea, el presidente de la Comisión de Trabajo del Senado, Juan Pablo Letelier (PS), estima que Briones apunta a incorporar esa propuesta a la reforma  de pensiones y no tratarla en paralelo. “En ese marco, no creo que retrase las cosas”, comenta.

Lo más directo

La idea de “recaudar a través del consumo” no es la única que aparece cuando se pregunta qué hacer para elevar la base de cotizantes. Pero podría ser la más fácil de implementar. 

El académico de la Universidad Adolfo Ibáñez Javier Bronfman, especialista en políticas sociales, explica que si bien Chile tiene niveles de informalidad relativamente bajos respecto de la región, hay mucha movilidad de los trabajadores entre la formalidad de un contrato o una boleta y la informalidad, donde están transportistas, agricultores, pescadores y otras actividades.

“Una de las ‘gracias’ de ser informales es no pagar impuestos; o sea, se ve que estar dentro del sistema puede significar un costo. Capturar cotizaciones allí es difícil y es un desafío importante en pensiones, donde nadie cotiza si no está obligado”, afirma.

La “fórmula Arellano”

El ministro ha reconocido que él venía pensando en esta idea desde su época académica, pero también le dio crédito al investigador de Cieplan y exdirector de Presupuestos, José Pablo Arellano, quien en septiembre de 2019 planteó una fórmula al respecto en un documento que evaluaba las propuestas en pensiones.

En el texto, el economista afirma que la única forma para elevar las pensiones actuales es recurrir a mayores impuestos, ya que estima inviable que una mayor cotización financie al mismo tiempo las pensiones futuras de quienes hoy cotizan y las de los actuales pensionados.

Como el impuesto a las empresas se elevó recientemente, apuesta por el IVA, cuya tasa hoy es de 19%. Según sus cálculos, subirlo a 20% equivale a 1,7% de cotizaciones.

Pero además detecta otras ventajas: “El IVA resulta más progresivo que las cotizaciones de cargo de la empresa porque no grava el empleo y porque lo pagan todos en proporción a lo que consumen, a diferencia de las cotizaciones, que solo afectan a los que trabajan en forma asalariada y con un tope de $2.000.000 (75 UF)” explica.

Otras ideas

El profesor del Departamento de Derecho del Trabajo y Seguridad Social de la Pontificia Universidad Católica Hugo Cifuentes explica que el trabajo informal afecta el tiempo de cotizaciones, que es uno de los parámetros que influyen decisivamente en el monto final de la pensión. En este sentido, el también integrante de la Academia Iberoamericana de Derecho del Trabajo destaca las propuestas planteadas en un estudio de Ciedess para incentivar la formalización de los trabajadores.

Entre ellas está extender la cobertura de la seguridad social más allá de quienes emiten boletas de honorarios, abarcando, por ejemplo, a todo aquel que tiene formalidad tributaria o municipal (patentes) quienes deberían pagar sus cotizaciones al momento de la declaración anual de impuestos. Para quienes no están registrados, se propone fijar ingresos presuntos como ocurre en el caso de los afiliados voluntarios.

También sugieren que las las plataformas de economía colaborativa (como Uber, Cabify y otras) actúen como agentes retenedores de sus múltiples pequeños prestadores de servicios.

Desde Clapes UC, el trabajo del grupo Mejores Pensiones, liderado por el economista Salvador Valdés, también apunta a aplicar ingresos presuntos a quienes ejercen oficios por cuenta propia, pero que requieren permisos del Estado.

Por ejemplo, detallan en un documento, “no sería equivocado presumir que taxistas y operadores de botes de pesca ganan más que el salario mínimo mensual. Eso hace factible exigirles, como condición para renovar sus permisos, haber demostrar cotizaciones basadas en el salario mínimo mensual”. 

Salvador Valdés confirmó la viabilidad de esta fórmula precisando que hay “varios informes de la OCDE mostrando cómo se aplica eso en la gran mayoría de los países, excepto Chile”.