Economía

La incógnita sobre el nivel de seguros de las empresas atacadas

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Bomberos revisan un supermercado incendiado tras disturbios en Valparaíso. Crédito: Agencia Uno
POR Marcela Gómez |

Además, aún ninguna compañía abierta a bolsa que ha sufrido daños en sus instalaciones, con impacto potencial en sus acciones, ha informado al regulador.

La pregunta ha sido tema de conversación permanente en los círculos empresariales en los últimos días: ¿qué nivel de cobertura tienen los seguros de las empresas más expuestas a la violencia, el saqueo y los incendios ocurridos durante los últimos días?

Hasta ahora, al menos de manera agregada, la respuesta es un misterio. Para el sector privado y también para el regulador. De hecho, según fuentes de la industria aseguradora, la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) comenzó a oficiar este lunes 21 de octubre a las compañías aseguradoras locales para que informaran en detalle sobre el impacto y la dimensión operacional que generarán estas contingencias.

De acuerdo con varias fuentes conocedoras del sector, existe la expectativa de que las empresas multinacionales, como es el caso de Walmart Chile, cuenten con un alto nivel de cobertura para enfrentar el costo económico de estos actos. De hecho, comentan que habitualmente son las casas matrices de estas empresas las que negocian directamente con reaseguradoras de talla mundial diversas condiciones adicionales, que las hacen estar muy bien preparadas en caso de actos de naturaleza vandálica como los ocurridos en contra de sus instalaciones en los últimos días.

Las reaseguradoras

Sin embargo, la duda es qué nivel de protección reasegurador tienen compañías de menor escala, ya que la norma general es que las pólizas de seguros nacionales excluyen de cobertura este tipo de actos delictivos: se habla de terrorismo, vandalismo y guerras internas, por ejemplo. El anuncio de la aplicación de la Ley de Seguridad Interior del Estado y, por cierto, la expresión “estamos en guerra” pronunciada por el propio Presidente Sebastián Piñera, podrían resultar fundamentales cuando comiencen las solicitudes de pago del seguro.

La CMF no tiene en sus registros las pólizas cuyas primas superen las UF 200. Por eso ha oficiado a las firmas.

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Los actos delictivos contra instalaciones de empresas de consumo, bancos, transporte y servicios básicos tienen una naturaleza muy distinta a la destrucción que vivieron para el terremoto y maremoto del 27 de febero de 2010. En esa oportunidad, las grandes empresas exhibieron un altísimo grado de cobertura de seguros. Y especialmente de reaseguros. 

Se estima que ese desastre natural obligó a pagar casi US$ 7.000 millones a las compañías de seguros locales. De ese monto, debieron cubrir de sus bolsillos apenas US$ 60 millones. Todo el diferencial fue pagado por compañías reaseguradoras de nivel mundial con las cuales tienen contratos los operadores nacionales, como Lloyd’s, Munich Re, Swiss Re, Mapfre o Liberty, entre otras. Incluso más: de esos US$ 60 millones, la mayor parte se debió a lo que técnicamente se denomina costo de reinstalación, que es el costo que cobra el reasegurador por reinstalar el contrato.

Dada la incertidumbre desatada por la crisis en las calles, la experiencia indica que las reaseguradoras ya advirtieran a las compañías de seguro locales que detengan cualquier proceso de liquidación.

Hay otro efecto: las aseguradoras han congelado los procesos de venta de pólizas a distintos emprendimientos. Todo ha quedado en revisión, dado que sí hay algo seguro: los precios subirán.

Poca información esencial

La falta de información también ha sido la tónica de las propias compañías afectadas por los saqueos e incendios. Y lo curioso es que muchas de ellas son empresas cuyas acciones se transan en la Bolsa de Santiago, lo que conlleva a que los daños puedan tener un impacto potencial en el precio de sus acciones, debido a los efectos económicos y patrimoniales.

De acuerdo con la ley, esto debe ser informado al mercado para garantizar el acceso equitativo a la información. Sin embargo, durante la primera jornada bursátil luego de iniciarse las protestas, ninguna de las empresas listadas había reportado información abierta al mercado, a través de un hecho esencial. Hasta la publicación de este artículo, con excepción de Metro y Zofri, en el sitio web de la Comisión para el Mercado Financiero no figuraba ninguna información oficial al mercado sobre esta contingencia por parte de las firmas listadas.

Así, se da la paradoja que la información sobre las sucursales de Banco de Chile afectadas por estos hechos (cinco incendiadas y otras 54 con daños de diversa consideración) está disponible en la prensa, pero no en el sitio del regulador. No es el único caso: Walmart Chile informó en las redes sociales de los actos de vandalismo en 60 locales y cierre de operaciones en todos sus formatos, pero estos detalles tampoco figuran en la CMF.

Por el contrario, mediante un hecho esencial Metro S.A. (que no transa acciones, pero sí bonos) informó que los daños sufridos ascienden preliminarmente a US$ 300 millones, agregando otros detalles sobre la operación actual y la planificación del paulatino restablecimiento del funcionamiento de la red de transporte. No menciona qué seguros tiene comprometidos.

Durante la jornada la Bolsa de Santiago envió una notificación, suscrita  por su gerente general, José Antonio Martínez, en que solicita a a Cencosud, SMU, Enel Chile y Falabella “informar sobre los impactos que estos hechos han provocado en su representada y que eventualmente pudieran afectar el precio de sus acciones”.

En la ley de Mercado de Valores se establece que los emisores “deberán divulgar en forma veraz, suficiente y oportuna, todo hecho o información esencial respecto de ellas mismas y de sus negocios al momento que él ocurra o llegue a su conocimiento”. La única excepción se refiere a hechos que el directorio decida informar de manera reservada; por ejemplo, negociaciones en curso. Distintos observadores apuntan a que cuando se trata de fenómenos tan evidentes como los sucedidos en el estado de emergencia, no resulta convincente que esos hechos esenciales queden en reserva.

El regulador puede oficiar a los emisores que enfrentan alguna contingencia pidiendo explicar sus efectos económicos, financieros y patrimoniales al mercado y a las Bolsas. 

La CMF no respondió los requerimientos de información solicitados por PAUTA sobre esta materia.