Economía

Ministro Larraín dilucida financiamiento de Reforma Previsional hasta 2050

Imagen principal
Pdte. Comisión Trabajo Cámara Baja entrega demandas de oposición a ministros de Hacienda y Trabajo. Crédito: Agencia Uno
POR Marcela Gómez |

El titular de Hacienda explicó que no solo se usarán holguras fiscales, sino también recursos que se liberen con la salida de beneficiarios del antiguo sistema.

Por primera vez desde que la reforma previsional ingresó al Congreso el pasado 6 de noviembre, el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, explicó en detalle cómo se financiarán en el largo plazo los cambios propuestos. Ello ocurrió durante la sesión de la Comisión de Trabajo de la Cámara de Diputados destinada especialmente a tratar un tema que ha generado dudas y cuestionamientos, debido a que, hasta ahora, la autoridad sólo había precisado que se financiaría con las “holguras fiscales” que se irían generando.

Para algunos economistas, como el exministro de Hacienda Andrés Velasco y el expresidente del Banco Central José De Gregorio, el hecho de que el proyecto no tenga una fuente de financiamiento clara es fiscalmente riesgoso y políticamente complejo.

La fórmula de 2008

El ministro Larraín detalló el efecto fiscal del proyecto más allá del contenido en el informe financiero del proyecto. El límite estaba puesto originalmente en 2030, cuando la reforma entraría en régimen y exigiría recursos estimados en US$ 3.348 millones, equivalentes a 0,74% del PIB. Esto considera los ajustes al sistema de pensiones solidarias, aportes a la clase media, subsidio de dependencia, aumento en la cotización y menores ingresos fiscales asociados con el ahorro voluntario.

Por primera vez, la autoridad entregó proyecciones anualizadas del impacto fiscal hacia 2050, cuando el financiamiento de los cambios en pensiones llegue a US$6.448 millones, equivalente a 0,88% del PIB. La información confirma datos parciales entregados por el economista Klauss Schmidt-Hebbel y el asesor presidencial en pensiones, Augusto Iglesias, que habían anticipado el costo de la reforma más allá de 2030.

El titular de Hacienda también explicó que para el financiamiento de la reforma se replicó la fórmula usada para financiar los cambios previsionales de 2008, cuando se creó el pilar solidario del sistema, entre otras medidas. “Esta reforma tiene un elemento común con la de 2008, porque considera la reducción futura de los compromisos fiscales asociados el sistema antiguo de pensiones“, dijo. Explicó que debido a que el número de beneficiarios de ese sistema va cayendo en el tiempo, se liberan recursos que se redestinan a pensiones. 

Añadió que en 2008 el gasto fiscal asociado al interés devengado de los bonos de reconocimiento bordeaba 0,3% del PIB y el déficit operacional del Instituto de Previsión Social (IPS, entidad estatal que administra las pensiones solidarias y el sistema antiguo) llegaba a 1,9% del PIB. En la proyección entregada ahora, el interés de los bonos de reconocimiento desaparece hacia el 2030, mientras que el déficit operacional efectivo cae muy cerca de cero en 2050.

Lámina de la presentación del Ministro de Hacienda ante la Comisión de Trabajo de la Cámara de Diputados.

Esto abre espacios de financiamiento para la reforma de 2018, con gastos “que inicialmente crecen en el corto plazo como porcentaje del PIB, pero mientras va cayendo el déficit operacional efectivo del IPS y interés devengado histórico, terminamos en 2050 en algo menos de 2% PIB”, sostuvo. De este modo, “se utilizan las holguras que va generando el sistema de pensiones para establecer una reforma fiscalmente responsable, un sistema que da mejores pensiones y que en el tiempo entrega una estabilidad en el gasto”.

Complementariamente, el titular de Hacienda se refirió a las holguras fiscales, que consideran la proyección de ingresos fiscales menos el gasto compatible con la meta fiscal una vez que se deduce el gasto comprometido por leyes, proyectos, servicio de la deuda y gastos operacionales, entre otros. Explicó que para proyectar los ingresos fiscales se usaron criterios conservadores, entre ellos un PIB promedio de 3,4% para el periodo 2018-2030, de 2,7% para los años 2031-2040 y de 2,2% para el lapso 2041-2050.

“Las holguras son positivas en el corto plazo; son menores en los años 2020 y 2021 pero empiezan a crecer en años que vienen. Aún con la reforma de pensiones, las holguras se mantienen positivas hasta 2050, estabilizándose en torno a 0,9% del PIB en torno a 2045″, precisó la autoridad.

Señaló que “tenemos holguras suficientes para financiar en forma responsable esta reforma de pensiones” y advirtió que “quienes ponen en duda esto consecuentemente no podrían haber aprobado la reforma de 2008, que se financió exactamente de la misma forma”.