En este episodio de Mercado Central, Fernanda Vicente, directora de empresas y fundadora de Adahse refiere al fin del emprendimiento Algramo. 

“Para todos los que trabajamos en emprendimientos con impacto social, Algramo siempre fue un referente”, y busca celebrar la valentía y celebrar el fracaso.

José Manuel Moller junto a Salvador Achondo comenzaron con un modelo en un almacén en La Granja y “ahí empezó a llamar mucho la atención, porque era una innovación social que estaba muy pensado, realmente a las personas de alta vulnerabilidad, y cómo darle acceso a los productos que ellos querían, pero adecuadamente, y a un menor precio“.

Pero en 2017, la directora de empresas cuenta que hubo un quiebre, “porque además, yo lo entiendo demasiado, cuando uno emprende y ve oportunidad en todos lados, crearon otras empresas además del gramo, crearon Alcom” y después otra empresa más. Pero “abarcaron demasiado, empezaron a tener fricción entre los socios, y se separó Moller con Achondo”.

Vicente divide Algramo en dos etapas: “La etapa social y la etapa medio ambiente. Porque al principio partió como haciéndose mucho cargo del tema más social, de este impuesto a la pobreza, y después pasaron como en esta nueva etapa de Algramo, que partieron más desde el punto de vista del medio ambiente y de la reutilización de los plásticos”. 

Pero el emprendimiento se abrió a Colombia, cuando aún no estaba en equilibrio en Chile: “Cuando emprendemos, como que uno se siente medio forzado a internacionalizarse rápido, pero cuando uno no tiene bien puesto el equilibrio en Chile, es muy difícil salir”, asegura la fundadora de Adahse. 

Posteriormente en 2020 se unieron con empresas como Omo y Quix, y siguieron promoviendo la reutilización de los plásticos. Pero “pasó lo que pasa en general cuando las empresas no están convencidas del cambio real”.  

Además de esos problemas, Vicente apunta al tema “anti-woke”: “Al final del día ya las empresas están enfocadas en otros temas”, y no piensan más en el reciclaje y la reutilización. 

“Entonces, ¿qué pasó? Uno, las alianzas que ya tenían empezaron a caer. Dos, no pudieron levantar el capital que se necesitaba probablemente por lo mismo. Tres, algún tipo de tabla de salvación era una alianza con Abastible en Chile, para poder hacer más distribución de estos productos a granel, y finalmente la empresa decidió no ir en marzo de este año, y ahí fue cuando ya tuvieron que tomar una decisión”, comenta Vicente. 

“La verdad que yo creo que fue una decisión valiente, después de 15 años que lucharon con todo, como él dijo”, y cree que es triste para “el impacto en el mundo”, el cierre de una iniciativa como esta.