Tomás Bercovich, cofundador y CEO de Global 66, comenta la propuesta de José Antonio Kast, de eliminar las remesas ilegales.
“De Chile salen alrededor de 2 mil millones de dólares al año en remesas, de las cuales alrededor de 600 millones de dólares se van a Colombia, alrededor de 400 millones de dólares se van a Perú, y después tenemos Haití, Estados Unidos, Argentina y Bolivia, que salen entre 100 y 150 millones de dólares a cada uno de esos países”, señala Bercovich.
Pero primero, explica las las diferencias entre remesas formales e informales: “Los canales formales son empresas que reportan, por ejemplo, a la Unidad de Análisis Financiero, y que cumplen procedimientos y políticas de cumplimiento de antilavado dinero, de antifinanciamiento del terrorismo, de conocimiento del cliente, que son las que tienen que ser para entregarle seguridad a la persona que está transfiriendo su dinero”.
En cambio, las remesas informales “que vendrían siendo, por ejemplo, grupos de WhatsApp o un amigo o un conocido que te dice “oye, yo tengo plata en Venezuela, entonces deposítame en Chile a mi cuenta personal y yo le deposito allá”. Y ahí uno pierde toda la seguridad, todo el respaldo de una empresa que está supervisada por una institución como la UAF en Chile, donde están todas las políticas de seguridad”.
Pero da cuenta que la propuesta de Kast “es prohibirle a estas personas enviar dinero. Y lo que va a ocurrir con eso es que va a prohibir enviar por los canales formales. Y lo único que va a pasar es que esas personas se van a ir a los canales informales. Entonces, se pierde seguridad, se pierden tributos y se pierde el traqueo. La data se pierde todo al final. Pero no es que vamos a reducir la inmigración”.
“Ojo, la remesa no es ilegal. Que una persona que no tenga su situación migratoria al día no significa que la ilegalidad en la situación migratoria no es la remesa de por sí. Por supuesto, no tiene nada que ver una cosa con la otra. Pero esa es la confusión de algunos candidatos”, enfatiza el CEO de Global 66.
Sobre las posibles soluciones a esto, Bercovich cree que hay dos caminos: “Uno es la educación, es educar a todas esas personas del riesgo que conlleva no hacerlo por canales formales. Y otro son potenciales incentivos a que se vengan a los canales formales, ya sean económicos, tributarios, de alguna manera que les sea más conveniente, además de más seguro”.