Economía

Piñera se juega por el mayor cambio al sistema de AFP desde su creación

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POR Marcela Gómez |

Presidente propone crear un fondo colectivo solidario, cuyos dineros no serán de propiedad del trabajador ni se heredarán. La idea es que ningún pensionado esté bajo línea de pobreza.

Tras dar un primer paso en julio con la creación de un ente público que gestionara parte del ahorro previsional, el Presidente Sebastián Piñera terminó de delinear este miércoles 15 de enero, a través de una cadena nacional, los contornos de un nuevo sistema previsional para Chile, al anunciar la creación de un fondo de ahorro colectivo solidario. De este modo, se sepulta la idea sostenida largamente en los partidos de derecha en cuanto a que todo el ahorro previsional fuera propiedad del trabajador y se destinara a su cuenta de capitalización individual.

La decisión no es política ni técnicamente fácil. Es fruto de una mezcla de pragmatismo económico, de la necesidad de encauzar respuestas a las demandas sociales y de la presión generada por el acuerdo logrado en la oposición -desde la DC al Frente Amplio- para que la totalidad de la cotización adicional de 6% se destine a solidaridad y no a la cuenta en la AFP.

En un giro curioso e irónico de la historia, Sebastián Piñera impulsará el mayor cambio realizado al modelo creado hace 40 años por su hermano José. Una reforma incluso mayor a la impulsada a fines de la década pasada por la Presidenta Michelle Bachelet, con las medidas surgidas en el seno de la Comisión Marcel.

Aunque aún faltan muchos aspectos que negociar, con este paso el camino de viabilidad política a un cambio legal que mejore las pensiones parece despejarse, tal como ocurrió en el mismo plano político con la reforma tributaria, cuando el Ejecutivo desechó la reintegración.

El nuevo pilar

Al explicar al país la propuesta, el Presidente habló de un nuevo proyecto, pero se trata de una indicación sustitutiva a la iniciativa que está en la Camara de Diputados.

Lo clave es que se busca avanzar hacia un sistema previsional integrado por tres pilares: uno Solidario, uno de Ahorro Individual financiado por cotizaciones de trabajadores y empleadores -y administrado por las AFP y este nuevo ente público-, y un tercero de Ahorro Colectivo y Solidario. Es un sistema mixto porque aportan trabajadores, empleadores y el Estado.

La cotización adicional de cargo del empleador será de 6% de la remuneración del trabajador y se aportará de forma gradual, a razón de medio punto porcentual por 12 años. De ese total, la mitad (3%) irá al ahorro previsional individual de cada trabajador y el ente público licitará su administración entre los nuevos gestores distintos de las AFP. De los tres puntos restantes, 0,2% financiará un seguro de dependencia y 2,8% se aportará al nuevo Fondo de Ahorro Colectivo Solidario (FACS). El Estado hará un aporte inicial de alrededor de US$ 800 millones para financiar el programa hasta que acumule las reservas necesarias.

El Mandatario afirmó que, de este modo, los actuales pensionados verán incrementadas sus pensiones en 2 UF (unos $56.600 mensuales) si son hombres y en 2,5 UF (unos $70.800 mensuales) si son mujeres, lo que beneficiará a más de 500 mil pensionados y 350 mil pensionadas. Para acceder a este fondo, los hombres deben haber cotizado un mínimo de 12 años (144 meses) y las mujeres un mínimo de 8 años (96 meses). 

Añadió que los futuros pensionados que cumplan ciertas condiciones -haber cotizado un mínimo de 12 años (144 meses) los hombres y 8 años (96 meses) las mujeres- “recibirán estos mismos incrementos en sus pensiones, pero además recibirán un aporte adicional, cuyo monto va a ir creciendo con el número de años cotizados después de esta Reforma, de forma de incentivar el ahorro previsional”.

Estas pensiones provenientes de ahorro colectiva no serán dineros sujetos a herencia ni a pensiones de sobrevivencia.

El ente público originalmente se denominó Consejo Administrador de los Seguros Sociales (CASS). Esta es una sigla que podría modificarse, porque incluye seguros sociales que en algún momento estuvieron sobre la mesa, ya que para el Ejecutivo constituían la vía para incorporar solidaridad al sistema. Ahora solo subsiste el seguro de dependencia, el único que ingresó con el proyecto.

Diagrama explicativo de los cambios. Crédito: https://www.gob.cl/reformapensiones/

La promesa

El Presidente hizo un llamado a “la generosidad y buena voluntad de todos los sectores sociales y políticos para avanzar con un sentido de urgencia en este gran acuerdo previsional”.

Destacó que al aprobarse esta reforma, y sumando la mejora ya vigente para el pilar solidario, se podrán entregar “dos garantías muy sentidas, muy merecidas y muy deseadas” por todos los chilenos. En primer lugar, que ningún pensionado quede por debajo de la línea de pobreza (en diciembre de 2019, por persona llegaba a $167.973). Y en segundo, “que las pensiones de aquellos que hayan cotizado por 30 años o más estén siempre por encima del monto actual del salario mínimo, expresado en UF”. Hoy ese ingreso es de $301 mil mensuales, equivalente a 10,63 UF.

En total, sintetizó la autoridad, los cambios reseñados benefician a más de dos millones de pensionados (el 85% del total), quienes “van a recibir incrementos en sus pensiones superiores a los $55 mil mensuales”, lo que implica un tremendo esfuerzo fiscal.

Una propuesta adicional que no fue anunciada por el Mandatario, pero que está incluida en estas indicaciones, es permitir un cálculo especial en caso de enfermedades terminales, para aumentar la pensión y realizar el retiro de un excedente cuando corresponda.

La visión de los parlamentarios

Entre los parlamentarios, las visiones fueron divergentes, pero primó la valoración de los anuncios. La senadora Adriana Muñoz (PPD) destacó que el Gobierno “haya incorporado la propuesta que hemos venido haciendo como oposición, en relación a que la cotización adicional debe ser 6%”, aunque cuestionó que se siga destinando recursos a cuentas individuales. “El destinar parte de los recursos a cuentas individuales reproduce la lógica de capitalización individual”.

El senador Felipe Kast (Evópoli) dijo que el anuncio “no solamente se hace cargo de una herida abierta que tiene nuestro país, y que probablemente está detrás del estallido social y de la crisis que hemos vivido en los últimos meses, sino que marca un antes y un después”, aludiendo al compromiso que “nunca más un adulto mayor sufra viviendo por debajo de la línea de la pobreza”.

Para el senador Juan Pablo Letelier (PS) -quien fue uno de los parlamentarios que lideró la propuesta de la oposición en materia previsional-, “más allá de un cierto maquillaje no hay modificaciones mayores. Ese es uno de los temas que nos preocupa, porque parece que se profundiza un modelo que no sirve”. Pero reconoció que hay ciertos elementos que el Ejecutivo recogió de la propuesta que la oposición ha hecho.

Una mirada distinta tuvo el senador Alejandro Santana (RN), quien sostuvo que se trata de “un avance gigantesco” ya que “no solo se propone un aumento de pensiones, sino que también un cambio considerable al sistema de AFP. El 6% es sin duda un porcentaje de equilibrio, tres puntos a la cuentas individuales y tres puntos a solidaridad”.